Literatura

Escritura surrealista, una propuesta para dejar fluir la imaginación

El escritor paranaense Elián del Mestre impartió un taller de escritura en la Biblioteca Popular del Paraná. Se trató de una propuesta particular: un taller de escritura surrealista.


Ampliar [+]

Martes, cinco de la tarde. Once personas se reúnen en torno a mesas con hojas A4 en blanco, biromes, tijeras, plasticola y mucha curiosidad. Los cobija una habitación con techos altísimos, pisos de madera brillante, puertas doble hoja y toda la mística del edificio declarado Monumento Histórico Nacional, ubicado en calle Buenos Aires 256 de la capital provincial, sede de la Biblioteca Popular del Paraná.

Elián del Mestre, escritor, poeta paranaense y coordinador del taller, se presenta y comenta sus propuestas a quienes decidieron transitar la tarde húmeda y calurosa de martes bajo el desafío surrealista. Comparte sus apreciaciones sobre la corriente nacida en Francia en 1924 e invita a los presentes a dejar de lado la racionalidad y activar la parte más instintiva al momento de escribir.

Según la Real Academia Española, el Surrealismo es un “Movimiento artístico y literario (…) que intenta sobrepasar lo real impulsando lo irracional y onírico mediante la expresión automática del pensamiento o del subconsciente”. Podría agregarse la definición de otros diccionarios: “Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”.

Es por eso que los participantes del taller se predisponen a escribir, a despojarse poco a poco de la razón, “como si acaso eso fuera posible del todo”, piensan algunos. Elián propone un primer ejercicio para calentar las manos, aflojar la tinta y desnudar a la escritura de la razón. Se trata de encontrarle el gusto a la repetición de una palabra. En la repetición, cuasi mecánica de un vocablo, “dejar que surja un texto”, dice el tallerista y desafía así a los presentes a repetir sin cesar. Durante cinco minutos reina el silencio y las biromes empiezan a zigzaguear en el papel.

La tarde transcurre así, entre ejercicios que buscan sacar lo más disparatado, lo menos racionalizado de cada escritor presente. Luego de cada ejercicio, le sigue una lectura colectiva en donde cada quien comparte su creación, aunque le resulte descolocada, desconocida y hasta se sorprenda de lo escrito al leerlo en voz alta. Elián disfruta de cada lectura e incentiva a la escritura “sin tanta cabeza”.

Ocho de la noche, el taller termina. No porque queramos, ni porque no haya nada más que decir. Termina porque la Biblioteca tiene que cerrar sus puertas, ya es tarde, el sol ya no alumbra más. Los once presentes sonríen por lo vivido, lo compartido, lo creado. Foto grupal y cada uno sale de vuelta a la vida racional con una faceta irracional a flor de piel.


REFLEXIONES


Elián del Mestre es escritor, poeta y editor. Nació en Paraná, pero actualmente vive en Neuquén. Tiene numerosas publicaciones de libros de cuentos y poemas, siendo “El libro que no fue jueves”, en 2010, su primera publicación a la que le siguieron 10 libros. “Antes el río” es su última publicación.

El escritor entrerriano contó Mirador Entre Ríos cómo se gestaron los poemas de su libro más reciente y se refirió al impacto del surrealismo en su obra: “El surrealismo propone correr el eje del autor. Aparece ahí un desplazamiento del ego muy interesante y entonces aparece el poema más crudo, más verdadero”.

En este sentido, compartió algunas reflexiones sobre el taller de escritura surrealista que brindó el martes 11 en la Biblioteca: “Fue hermoso y revelador, porque las personas llegan con un escepticismo bastante consolidado sobre el surrealismo, sobre qué va a pasar. Vienen con una entrega, pero a medias, y cuando llega la parte de los ejercicios, de escribir, empiezan a soltarse y a cambiar el chip desde el cual pensaban que iban a escribir. La experiencia es totalmente nueva para todos, porque ni los presentes creían que iban a escribir así, ni yo como tallerista puedo saber para dónde va a surgir la escritura, porque cada uno aporta desde lo personal y desde lo contingente, ese aquí y ahora que se vive en el taller. Sucede así una magia que da como resultado un montón de textos que, a priori, parecería que son absurdos o que no tienen sentido. Pero uno después les va encontrando la capa de sentido y hay algo de ese orden de vivenciar esa escritura tan inesperada”.

Particularmente sobre la experiencia vivida, Elián indicó que “fue un taller heterogéneo, desde los estilos, las formas de decir, las palabras, los paisajes de los textos, y eso enriqueció la masa de texto que se estaba generando”.

Ante la pregunta a cerca de la periodicidad de este tipo de talleres de escritura, el escritor comentó que “vengo haciendo este tipo de laboratorios surrealistas hace un tiempo y este fue el quinto. Lo que sí, es la primera vez que lo hago en Paraná”. Sin embargo, la búsqueda surrealista viene de larga data en este poeta. “Antes de estas experiencias, ya venía haciendo estos mismos ejercicios sin categorizarlos como laboratorio surrealista en mis talleres de toda la vida. Creo que mi búsqueda se fue yendo a estos rincones surrealistas y ahora ya veo difícil la salida. Esta es la primera experiencia intensiva, es decir, que se hace en una sola jornada. Generalmente, brindo talleres compuestos por tres encuentros, dependiendo de la disponibilidad”.


ENERGÍA GRUPAL


Respecto a los textos que surgieron en las tres horas de taller, Elián Del Mestre admitió que “no esperaba nada de lo que sucedió. No esperaba la energía ni esa sinergia grupal que vivimos y me sorprendió a nivel del contenido, porque no esperaba esos textos ni que los ejercicios impacten de esa forma. Pero, de algún modo, tenía la certeza de que se abriría un canal y algo iba a suceder desde ahí. Porque lo vengo viendo en los talleres que brindo. Creo que por eso la gente se fue tan contenta con la experiencia”.

De esta manera, Paraná, ciudad que lo vio nacer y es el eterno retorno de este escritor que se define con “corazón verde y marrón”, fue el epicentro de un taller que invita a correr el ego del creador y dejar que la libre asociación haga su magia.


Continuar Leyendo...


+ Mirador Provincial