Hockey sobre césped

Una vikinga que llegó desde Cerrito a Buenos Aires

La cerritense Angelina Hillairet se sumó al plantel de River Plate que participa del Torneo Metropolitano. La jugadora de 18 años contó sobre su llegada al Millonario y cuáles son sus objetivos para esta etapa de su carrera.


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Angelina Hillairet es una jugadora de hockey sobre césped de 18 años, oriunda de Cerrito. Tras incursionar previamente en deportes como vóley y tenis, se acercó a la disciplina de la bocha y el stick a los ocho años y empezó a practicarlo en el Club Unión Agrarios.

Fue creciendo con un objetivo claro: el de progresar y desarrollarse en la actividad. Para poder cumplir con esto decidió, con el acompañamiento de su familia, dejar su ciudad natal e irse a jugar en equipos de mayor nivel y exigencia. En 2022 se incorporó al Club Banco Provincial de Buenos Aires. Tras dos años allí sintió la necesidad de cambiar de aires y consiguió pruebas en dos importantes instituciones: River Plate y Vélez Sarsfield. Su desempeño fue más que satisfactorio, por lo que quedó en los dos clubes y tuvo que decidirse por uno. Angi eligió el Millonario, el club del que es hincha.

Hillairet se encuentra realizando su primera pretemporada con el plantel superior de Las Vikingas (así se denomina al equipo femenino de hockey de la entidad de Núñez) previa al inicio del Torneo Metropolitano que sería el 16 de marzo.

Mirador Entre Ríos se comunicó con la jugadora, quien contó cómo vive esta experiencia.

“Siempre tuve la idea de crecer en el deporte y mejorar día a día. En un momento hice un click y les dije a mis viejos ‘para seguir progresando me tendré que ir a jugar el torneo Metropolitano cuando sea más grande’. Habré tenido unos 12 años. En 2022 vine a una prueba a dos clubes, Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y Banco Nación, y tuve la posibilidad de quedar en ambos, por lo que tuve que decidirme y elegí Banco Nación. Es un club súper lindo, con el cual estoy súper agradecida. Este año por varias circunstancias y elecciones personales tomé la decisión de hacer un cambio. A través de la gente de Outliers, el centro de entrenamiento en el que me preparo en Buenos Aires, se me dio la posibilidad de ir a probarme a dos clubes: Vélez y River. Quedé en ambos y otra vez tuve que elegir. Fue realmente una locura porque en River había un solo cupo y que me hayan elegido fue un sueño para mí, ya que soy hincha”, explicó sobre cómo se dio su llegada a la entidad de la Banda Roja.

“Como siempre quiero ir mejorando y creciendo día a día –se refirió a sus objetivos–. Adaptarme al club y al equipo, entendiendo el sistema táctico que nos piden los entrenadores y encajar cada vez mejor en el grupo. Mi primera meta será poder debutar en la Primera en el torneo Metropolitano”.

Angelina también contó cuáles fueron sus sensaciones al ingresar a una de las instituciones deportivas más grandes del país y Latinoamérica: “Es una locura y no tiene descripción. No me detengo a pensar lo que me ha tocado vivir porque una vez me dijeron que cuando llegan estas oportunidades tienen que ser un trampolín para despegar y no un sillón donde ponerse cómodo y estancarse. Entonces, cuando se me dio la llegada a River al toque me sumé a entrenar para prepararme para mis próximos objetivos. Nunca me detuve a pensar en lo que me estaba pasando. Si en estos momentos me pongo a reflexionar y a imaginar que si a los ocho años, cuando empecé a jugar hockey, me hubieran dicho que a los 18 iba a estar jugando en River hubiera pensado que era una locura que fuese verdad. El club es tremendo y estar jugando junto a quienes eran mis ídolas desde chiquita, como Luchi Von Der Heyde por mencionar alguna, charlar y compartir con ellas es algo que me enriquece y me llena muchísimo. Me hace pensar que valió la pena todo el esfuerzo que realizamos junto con mi familia, que me apoyó en todo momento. Es un proceso muy lindo el que estoy viviendo y me ayuda a crecer tanto en lo deportivo como en lo personal. Cuando me enteré que tenía el pase para sumarme a River, el hecho de haberlo compartido inmediatamente con mi familia fue uno de los momentos más lindos de mi vida, el cual va a ser un recuerdo que me va a quedar para siempre. Mi familia me acompaña y está en todo momento, y no habrá nada que me alcance para devolverle todo lo que me dieron”.


PRETEMPORADA Y PRIMER TORNEO


La cerritense también se refirió al cambio de exigencias que le toca vivir en su carrera deportiva, asegurando que “fue muy diferente a lo que estaba acostumbrada y en cada escalón fue aumentando. Todo suma para crecer y es lo que me motiva para seguir día a día. Me ayuda muchísimo el trabajo que realizo en Outliers, como también la preparación que hice en Cerrito en el gimnasio HIT de Andrés Catelani, mi entrenador de toda la vida, donde me mantuve entrenándome antes de venir a Buenos Aires a empezar la pretemporada. Ese trabajo me preparó y me sigue preparando para estar lista para estos cambios de exigencias, con entrenamientos que son súper duros. Cada cambio de club significó un crecimiento en la demanda tanto táctica, física y técnica. Por suerte pude tomar cosas nuevas todos los días, lo que me permite mejorar”.

Por último, Angelina Hillairet habló de su estreno con la casaca riverplatense que se produjo el pasado fin de semana. “Mientras seguimos de pretemporada tuvimos un torneo, que fue la Copa Club Italiano, donde pude debutar con esta camiseta. Fue realmente muy lindo. En el hockey existe el plantel superior, el cual se compone por los equipos de Intermedia y Primera. Como a la mayoría de las jugadoras que recién llegan, me tocó formar parte del equipo de Inter, que vendría a ser lo que en fútbol es la Reserva. De todos modos, es muy dinámico ya que el equipo no es fijo y las jugadoras tenemos que ganarnos nuestro lugar en la Primera. Fuimos campeonas, lo cual significó una alegría muy grande para mí y el equipo”, detalló.


EL CAMBIO DE VIDA


Angelina también explicó lo que significó para ella pasar de vivir en la casa de sus padres en una pequeña localidad de Paraná Campaña a tener que manejarse en la ciudad más grande de la Argentina: “Fue un cambio súper pero súper grande. Acostumbrada a hacer dos o tres cuadras caminando para llegar a la cancha y conocer a todo el mundo, a tener que tomarme colectivos o trenes para ir a entrenar o al colegio. Tuve que adaptarme a muchas cosas, sobre todo a los tiempos. Pero lo fui logrando y encontré personas que me ayudaron a sobrellevar las dificultades, lo cual es un lujo. Estar en contacto permanente con mi familia y amigas, y poder irme algunos fines de semana, son cosas que me empujan a seguir”, aseguró.


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