José Prinsich
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No siempre ocurre que trabajo y pasión vayan de la mano, pero cuando ocurre pasan cosas exorbitantes, dignas de elogiar y admirar, como las que hace Gonzalo Rodríguez cada vez que se sienta frente a la computadora para materializar una idea que tiene en la cabeza. El paranaense de 43 años supo combinar a la perfección esos dos conceptos y encontró su vocación por el diseño y la ilustración mucho antes de desembarcar en tierras brasileñas.

La génesis de esta aventura comenzó en la capital entrerriana de la mano del Diario UNO y Hora Cero, medios en los cuales el joven hizo sus primeras armas como diseñador gráfico. Con el transcurrir del tiempo, el talentoso artista sumó suficiente experiencia, lo que le permitió foguearse en el ambiente periodístico. En el 2008 decidió abrirse hacia nuevos horizontes en Brasil y no desaprovechó las oportunidades laborales que rápidamente se le presentaron en el camino.

“Me presenté en Zero Hora porque tenía experiencia en la parte editorial, en diseño e ilustración. Por suerte me incorporaron rápido y al momento empecé a trabajar”, contó a Mirador Entre Ríos el ferviente hincha de Boca Juniors. En este periódico estuvo siete años y después de ahí, el panzaverde logró aproximarse a personas que trabajaban con el futbol. Así nació la oportunidad de hacerle el logo a uno de los clubes más importantes, el Inter de Porto Alegre, en el marco de su centenario.
Rodríguez dejó en claro que “a partir de ahí empezó mi contacto con el fútbol e hice otros trabajos directamente con el club. Luego empecé a trabajar para El Gráfico, más tarde llegó una agencia de Río de Janeiro para hacer productos para clubes. Así me fui especializando en el tema del futbol. Posteriormente dejé el diario y hoy trabajo cien por ciento de forma independiente con ilustraciones y diseños para el futbol”.

Desde hace trece años que el entrerriano reside en Porto Alegre, donde se desempeña como diseñador e ilustrador free lance. Las producciones del paranaense son requeridas por todos, desde clubes y agencias hasta jugadores, al tal punto que cobraron una magnitud tan importante que trascendieron las fronteras, llegando a diversos países del mundo.

La variedad de famosos dibujados por Gonzalo es muy rica: desde Barack Obama, el Papa Francisco y Donald Trump hasta Eduardo Galeano, Michael Jordan, Cristiana Kirchner y Dilma Rousseff. Pero, sin lugar a dudas, que el deporte de la esférica se lleva todas las miradas. Figuras como Messi, Tevez, Riquelme, Maradona, Roberto Baggio, Neymar, Pep Guardiola, el Kun Agüero, Ronaldo y Mascherano han sido retratados por el paranaense, sumado a una larga lista de deportistas.
Sensaciones

-¿Con cuántos clubes trabajaste?

-En Brasil con unos 12 clubes. Muchas veces trabajé para licenciados (terceros) y otras para clubes directamente como Gremio, Inter, Fluminense, Vasco, Fortaleza o Paraná. Después trabajé con agentes que tienen la licencia. Entonces yo les hago trabajo de productos, de merchandising. Hice trabajos para clubes de Argentina con productos oficiales como San Lorenzo o Boca y para clubes de afuera como Atlético Nacional de Colombia o equipos de México.

-¿Qué dicen los mismos jugadores de tus trabajos?

-Siempre he tenido buena repercusión y tanto es así que le he hecho trabajos a los propios jugadores. Le diseñé marca a Coutinho y Fred, que juegan en la Selección Brasilera; a D’Alessandro, que se tatuó un logotipo que le hice. Marinho, elegido el mejor futbolista de la Copa Libertadores 2020, se tatuó un dibujo que hice para la Libertadores. Lucho González tiene un dibujo tatuado de Bielsa. Así conocí un montón de jugadores. Es súper lindo ese reconocimiento dentro del ambiente de futbol, sobre todo acá. En Argentina no pasa tanto.

-¿Te seguís sorprendiendo con estas repercusiones?

-Me cuesta sorprenderme porque estoy más acostumbrado, pero me sigue dando la misma satisfacción ver una camiseta, un producto. Ahora Vasco Da Gama va a lanzar unas camisetas, merchandising, vasos. Por suerte, todo esto es muy lindo. Perdí un poco la sorpresa pero me sigue alegrando tanto como antes

-¿Cómo fue la experiencia de trabajar en El Gráfico?

-Poder hacer diseño e ilustración, con la posibilidad de sumarle el futbol, es un sueño de pibe, por ser futbolero y porque siempre me gustó el deporte, además consumí esas cosas. Cuando comencé a publicar en El Gráfico en el 2011 fue un sueño cumplido. Yo coleccionaba El Gráfico. Ver las ilustraciones y después las tapas eran un sueño hecho realidad. Fue una cosa impresionante.

-¿La mejor tapa que hiciste?

-La de Maradona y Messi me gustó mucho cómo quedó la idea. No es mi mejor dibujo pero me gustó cómo quedó. Me parece que quedó bastante icónica. La de San Lorenzo también quedó buena. Hice de Messi, de la Selección Argentina. Estoy bastante conforme con las tapas. Me gustaron, lo que pasa es que soy muy exigente y siempre le veo críticas. Año a año trato de mejorar. Creo que he mejorado y siempre le veo una crítica. Pero todas me dejan orgulloso y me dieron mucha satisfacción. La que más cariño le tengo es la de Maradona y Messi porque fue bastante divulgada en su momento. Salió en medios de afuera y se expandió bastante.

-Después de la consagración en la Copa América ¿la modificaste a esa tapa?

-Sí. Cada tanto hago esas cosas para ir mostrando cosas nuevas. Voy tratando de mostrar algo nuevo todos los días. Por ahí recauchuto algunos trabajos viejos o los voy remostrando. En el caso de esta tapa, como Messi estaba sin copa, me pareció que hubiera estado bueno reditar esa portada. Lamentablemente El Gráfico cerró hace unos años. Era un ícono del periodismo deportivo, del futbol argentino. Fue solamente un gustito y un pequeño homenaje que me quise dar. La verdad que me hubiese gustado que pase eso. Hoy el medio no está más, pero creo que Messi lo merecía. En realidad, Messi merecía mil tapas pero esa en particular merecía una renovación.

-¿De dónde son tus seguidores en redes?

-La mayoría de mis seguidores son de Brasil y se entiende porque la mayoría de mis trabajos que muestro en las redes sociales son dedicados al futbol brasilero, que es donde más trabajo tengo. En Argentina he hecho poco y el mercado tampoco ayuda tanto debido a la situación económica. Todo eso hace que se invierta menos en ese tipo de cosas. Acá trabaje con Globo, que es el medio más importante de Brasil. Eso también te da divulgación y te va haciendo más conocido.

-¿Cómo es el proceso creativo de una obra?

-Soy bastante demorado y cada vez peor porque termino siendo muy detallista. Me puede llevar desde unas cinco o seis horas hasta un par de días, dependiendo de la complejidad de la ilustración si se basa sólo en el rostro o rostro y cuerpo. A mí personalmente me gusta destacar la figura humana, las expresiones. Inclusive la caricatura es más abstracta. Pero el fútbol, sobre todo los productos, demandan más detalles, expresiones físicas. Entonces terminas gastando más tiempo. La parte de papel es para bajar una idea de la cabeza. Después trabajo digitalmente. Tengo una idea inicial pero las cosas van apareciendo a medida que vas trabajando. Demoro más en el hacerlo que en crear la idea, que es más rápida. Lo que más demora es el proceso.

-¿Cuáles son tus próximos objetivos?

-En cuanto al trabajo, quiero entrar en otras cosas. Hacer cosas en 3D. Es un desafío que aparezcan cosas nuevas. Cuando empecé, específicamente con el fútbol, no esperaba todo esto. Siempre pensé en trabajar en la parte editorial. Lo del fútbol fue apareciendo, me fue llevando y así fui cumpliendo sueños. Espero que la vida me sorprenda. En estos momentos estoy haciendo unos trabajos para un jugador muy importante con arte NFT, es decir, se subasta el arte como si fuera el original, pero es digital. Es una propuesta de una agencia. Vamos a ver qué pasa con estas nuevas tecnologías. Me gusta que me busquen para hacer proyectos más amplios donde pueda trabajar en la creación de estampas, diseños, logotipos que incluye ilustración y diseño porque básicamente soy eso, diseñador e ilustrador y me gusta complementar todo.

-¿Algún anhelo personal?

-Sería un sueño completo hacer algo en la camiseta de Boca, no sé si es el logro máximo pero si un gusto personal. Sería una satisfacción como hincha. Me gustaría hacer algo con la Selección también.
Lejos de su ciudad natal

-¿Extrañas Paraná?

-Desde finales del 2018 que no voy. Las últimas veces mi familia vino para acá. Tengo muchas ganas de ir. Estoy esperando que se abran los vuelos y tener la segunda vacuna. Extraño a los amigos de allá y a la ciudad en sí. Me está pegando la nostalgia o “saudade” como le dicen acá. Además, Paraná es una ciudad que me encanta.

Me fui porque conocí a mi mujer que es brasilera, me enamoré y me vine. Obviamente las posibilidades de trabajo acá son mucho más grandes. Trabajo mucho en la ciudad de Porto Alegre. Trabajé para el medio más grande de acá, para los clubes. Hay un mercado más grande para quien trabaja de forma privada o independiente. Paraná es la segunda ciudad de Argentina que más me siguen en Instagram. Siempre me mandan mensajes. Ojalá sirva para inspirar a los chicos. Que la ciudad no sea un límite y que no importa donde uno esté para poder crecer.

-Haciendo referencia al dibujo ¿Qué consumías de chico?

-Todavía tengo guardados El Gráfico de cuando era chico. Tengo guardada una tapa de Maradona dibujada. Me gustaban las figuritas. Las coleccionaba. Pude hacer figuritas para Panini acá en Brasil con ilustraciones. Me marcaron también unas camisetas que había en los años ‘90 de la NBA con caricaturas. Yo tenía un par y eso fue una de las primeras cosas que hice. Empecé a hacer remeras para el Inter con ilustraciones, inspiradas en aquella de los noventa. Esas son cosas que te quedan guardadas y marcadas, que sin querer las consumiste, te gustaron y como tenía que ver con lo que me gustaba soñaste en hacerlas y en mi caso se dieron muchísimo.

-¿Algún vínculo con el deporte?

-En Paraná jugaba al fútbol, pero de forma amateur. Nunca jugué en un club. Antes de venirme jugué en una liga amateur. De chico jugaba al rugby en el Club Atlético Estudiantes. Después hice tenis y paddle. Llegué a disputar torneos y campeonatos. En realidad, me gustan todos los deportes.