Gabriel Obelar

En junio se cumple un año del cambio de vida de Bruno Duarte, que a sus 25 años, disfruta sin lugar a dudas del mejor presente en mucho tiempo, puntero en la B Metropolitana junto a Tristán Suárez, elenco bonaerense, que pelea por el ascenso a la Primera Nacional, con el oriundo de Federal.

El marcador central, accedió a una charla con MIRADOR, desde su localidad en la provincia de Entre Ríos, donde transita la cuarentena junto a su familia y novia: “Por suerte, pude volver, el día antes que se decrete la cuarentena y se suspendan los viajes, ya estaba llegando a Federal”, cuenta el grandote de 1.87 de altura.

“Estoy tranquilo. No es fácil de llevar esta situación, porque uno está acostumbrado a entrenar, estar en competencia, se extrañan los partidos, los vestuarios, pero sabemos que esto es por el bien de todos y se trata de sobrellevar la situación”, narró, a la vez que suspira y agradece el haber regresado antes a su ciudad.

“En Buenos Aires hubiera estado solo. Es otra cosa pasar la cuarentena en familia”, lanza.

Su andar

El Club Social y Deportivo Tristán Suárez fue sin dudas una de las revelaciones del clausura de la B Metropolitana. Si bien cuenta con un importante plantel, con nombres con trayectoria en el fútbol argentino, el parate por la pandemia del COVID-19, llegó en un mal momento: “Nos queda un sabor amargo la forma en la que se paró el campeonato”, subrayó Duarte. A la vez indicó: “No solo nos perjudica a nosotros, sino a todos. Veníamos punteros, haciendo las cosas bien y buscando el objetivo de jugar la final con Almirante, el primer campeón del Apertura”.

El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, declaró que los ascensos de iban a definir en la cancha, sobre esta situación, Bruno admitió: “Hay muchos rumores. Leo diferentes páginas que son allegadas al club y por decreto, jugaríamos la final con Almirante por el ascenso a la B Nacional. Eso es lo que más fuerte suena, aunque hay que ver cuándo, el tema de los contratos y demás”.

Frente a mencionado panorama, su vínculo contractual finaliza el próximo 30 de junio, aunque dirigentes del “Lechero” (apodo de Tristán Suárez), tenían intenciones de renovarle por dos años más: “La institución trata de brindarnos lo mejor siempre. Sé que por las reuniones que tuvieron los referentes de Tristán, más los de otros clubes, iban a pelear para que los contratos se extiendan hasta diciembre y no dejar a nadie sin trabajo. En Tristán están luchando por todo el plantel”. Luego aclaró: “No se habló de ninguna baja salarial. Estamos cobrando al día, bien y lo que se arregló”.

Nuevos pasos

Son los que está dando Bruno en la segunda categoría del ascenso en Argentina y dejando una importante imagen, disputando 24 partidos entre Apertura y Clausura, con un tanto a su favor: “Me siento muy bien, Tristán es un club ordenado y que está bien institucionalmente. No jugué solo un partido por acumulación de tarjetas, pero después, el balance es más que positivo. La gente es cálida, me recibieron de buena manera dentro y fuera del plantel”.

“Me encontré con una categoría competitiva y dura. No se compara con Primera División o Reserva, pero acá nadie te regala nada y es muy lindo jugarla. Además es una linda vidriera y por suerte me pude adaptar rápido”, admitió el zaguero, pieza clave en el elenco de Aníbal Biggeri.
Frente a la consulta de cómo fue su arribo a la capital del país y al ‘Lechero’, Duarte confesó: “Llegue gracias a (Facundo) Besada, el ayudando te campo de (Mario) Sciacqua, que me recomendó. Vine, me probé, me gustó, quedaron conformes conmigo y gracias a Dios, me está yendo bien”.

En el mismo momento de la entrevista, habló sobre lo clave que significó este cambio de aire para él, el volver a iniciar: “Estuve cinco años en Patronato y uno no se da cuenta que por ahí necesitaba un cambio de aire, no se dio tampoco en su momento, sino hubiera probado en otro lado. Ahora me doy cuenta que estas cosas, son más que importantes para el futuro”.

Y subrayó: “Si volvía a renovar en Patronato, hubiera sido un nuevo año perdido, porque siempre pelea por lo mismo, el lugar para los defensores juveniles era siempre más complicado y las puertas se iban cerrando. No tuve la suerte para jugar al menos un partido, pero uno sentía curiosidad saber que podía pasar”, expresó. Y añadió: “Yo sé que en algún momento voy a volver a jugar en Patronato, porque la espina que me quedó, me la voy a sacar”.

Buenos Aires

Es el otro gran cambio que afrontó “Matungo”, apodo que tenía en las inferiores Santas por su porte físico: “Ese sí que fue un cambio para mí. Estando en Paraná estaba a 200 kilómetros de Federal, ahora vengo una vez al mes y son muchos cambios los que se produjeron, pero fueron para bien, porque lo necesitaba, el tener que adaptarme a otro lado y jugar y mostrarme en otro club, lo que más quería. Lo demás, llega solo”.

Sobre sus cambios personales, también opinó: “Yo notó muchos cambios personales. Estoy mucho más maduro, porque caí en un club donde tengo compañeros con mucho recorrido en el fútbol argentino y, sinceramente, me ayudó un montón. Tomo las cosas de otra manera, hoy lucho por todo, por sostener un lugar, para ser el central del puntero, juego por la plata, el contrato, el ascenso, todo. Es un desafío lindo el que me toca afrontar”.

En el cierre, también, se refirió a su futuro de manera muy optimista: “El futuro lo veo con muchas posibilidades y muchas oportunidades. Tuve un buen torneo y seguro se me abren nuevas oportunidades y dios quiera que sea así. Uno trabaja día a día para seguir dando el salto. Hoy pienso en Tristán, porque quiero ascender con ese club, que me abrió las puertas y ojalá se dé. Después, esperar lo que surja y la forma en la que se resuelva esta situación”.