KEVIN RIVERO


Como es habitual, el concordiense Martín Méndez volvió a desplegar una gran actuación. En este caso, la cita fue el Campeonato Argentino de Maratón que se desarrolló en La Pampa y, a pesar de los grandes problemas climáticos que impuso la jornada dominical, se colgó la presea plateada.


En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, el maratonista dio cuentas de su intervención en el desafío: “Fue una carrera muy particular. Para mí, el entrenamiento que hice en la altitud fue el mejor de los que he hecho en varias subidas a la ciudad de Cachi. Según mis cálculos, me daba para un buen registro en la lógica de una competencia, sin tener la incidencia del tiempo, porque el tiempo nos jugó a todos los atletas una muy mala pasada y no se pudo reflejar el esfuerzo previo”, dijo el fondista.


“Entonces, las sensaciones son muy raras porque uno deja todo corriendo y termina casi al borde de la lesión, con la musculatura muy estructurada y el resultado no es el que buscaba. Era casi imposible competir porque había una tormenta tan fuerte, que en las esquinas se juntaba mucha agua y teníamos rotondas donde teníamos que girar y, verdaderamente, el agua estaba hasta la altura de las rodillas”, agregó.


“No quiero poner excusas, pero fue la realidad que viví en una carrera que, después del kilómetro 28, se transformó en una aventura. Si existía otra maratón en algunas semanas más adelante, cortaba la competencia en el kilómetro 30 para guardar las energías en vistas a ese certamen”, sostuvo el atleta de 35 años.


Sin embargo, más allá de las diferentes barreras que se le presentaron en el transcurso de la torneo, nunca dejó de correr. “Ante la predisposición de la organización al realizar el evento, teniendo en cuenta que es la única carrera que se realizaba en Argentina con la posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos, estaba jugado y quise terminar la competencia. Hasta el kilómetro 34 fui liderando la prueba, pero después me quedé sin fuerzas”, contó.


“Me pasó Miguel Barzola y no pude reaccionar porque hice demasiada fuerza para pasar el agua, trabajando mucho la parte posterior de las piernas y llevó a que no pueda seguir un ritmo y solamente sostenerlo, ya que si aumentaba la intensidad iba a terminar con un calambre. Entonces, intenté llegar, olvidándome del tiempo porque las condiciones eran imposibles”, aseguró.


Objetivos


Por otro lado, el oriundo de Concordia se refirió a sus próximas metas de cara a lo venidero, y expresó: “Quiero recuperarme físicamente de las molestias que me han quedado pero, hoy, ya me siento mejor. Ahora, es muy difícil plantear objetivos deportivos claros con la situación actual de la pandemia; por lo tanto, pienso en trabajar de forma planificada”.


Dejando de lado sus deseos de volver a la calle lo antes posible, es consciente que debe ir paso a paso, mes a mes en su puesta a punto. “Hay que tener en cuenta el gasto que uno genera cuando se realiza una preparación de este estilo, con los recursos que uno tiene porque estoy sin sponsors y lidiando con la situación económica, trabajando con alumnos porque estoy sobrellevando el aspecto físico y el resultado de esta carrera. Laburo con el cuerpo y es necesario que me recupere, no solamente para entrenar sino también para trabajar”, manifestó.


“Pero, enfocándome en lo deportivo, hay una posibilidad que compita en la media maratón de Rosario de 21 kilómetros, aprovechando el efecto de la altitud, porque una vez que estoy sobre el nivel del mar, tengo entre 15 y 20 días de un acondicionamiento físico mejor y solamente llevo una semana desde que baje de la altitud; entonces, trataré de recuperarme y hacer algunos buenos entrenamientos para seguir en progreso sobre distancias más cortas como en los die mil metros o la media maratón, apuntando a una competencia que se pueda desarrollar en Buenos Aires”.