Ilda Carletti es de Chabás. Hizo su salto de bautismo desde un avión en el aeródromo de Cañada de Gómez. Tras la emocionante experiencia, contó a este medio cómo vivió el momento junto a sus seres queridos.
El domingo pasado, una mujer de 80 años aceptó el desafío de tirarse en paracaídas ante la mirada de sus seres queridos. Cerca de las 11, acompañada por su nieto y el novio de su nieta, logró realizar el tan ansiado salto.
“Empezó como un anhelo de chica. Siempre miraba paracaidistas en las películas y los veía inalcanzable. Hace un tiempito vinieron mis nietos a comer tallarines a mi casa y en una charla surgió todo. Ellos me preguntaron cuál era mi sueño, yo les respondí que era tirarme en paracaídas. Inmediatamente, se entusiasmaron y me dijeron que me iban a acompañar al aeródromo para que nos tiremos todos juntos. A los 20 días estaba arriba del avión (risas). Fue hermoso, me sentía un pajarito”, expresó Ilda Carletti, abuela paracaidista, en diálogo con El Litoral.
Asimismo, agregó: “Lo que quería experimentar lo tuve, quizás para otras personas no es una actividad agradable. Al momento del salto sentí mariposas en la panza, como cuando estaba enamorada (risas). Bajé en picada libre a 200 km/h y estaba a una altura de 1.500 metros. Los sueños hay que cumplirlos, no importa la edad que uno tenga. Cuando se presentan, hay que realizarlos”.
Hace unos años también hizo buceo en Puerto Madryn. Además, voló en parapente y viajó en helicóptero. “Si bien fueron grandes aventuras, todas esas experiencias no se comparan con saltar en paracaídas”, comentó.
Ilda Carletti es oriunda de la localidad de Chabás. Hace 64 años que es peluquera y aún continúa en actividad. Su local se llama “Guarda con la oreja”. A su vez, se dedica a la comercialización de productos de cosmética en toda su zona. También es hincha del Club Huracán de Chabás de la Liga Casildense.
