Gabriel Obelar
[email protected]
Por muchos años, en las inferiores y en la Reserva de Patronato, Bruno Duarte dio que hablar y pidió pista, aunque para desplegar, tuvo que buscar nuevos aires en Tristán Suárez, donde ya quedó grabado en la historia del club bonaerense consiguiendo el ascenso a la Primera Nacional, nada más y nada menos que en el Libertadores de América.
Tras 28 partidos en la segunda división del fútbol argentino, donde a la vez gritó dos goles y, volvió a dar que hablar, “Matungo”, como lo apodó Oscar Sabino Regenhardt por su porte físico y características a la hora de jugar, dio un nuevo salto, en esta ocasión internacional y a una Liga que, en los últimos años, creció y se impone como una de las más competitivas de Sudamérica, por sobre la colombiana.
En enero de este 2022, Bruno pasó a préstamo a Deportivo Cuenca, hasta finales del mismo y con opción de compra, ya que aún le restaba vínculo por otro año con el Lechero: “La propuesta llegó por mi representante, estaba haciendo la pre-temporada en Tristán Suárez y no fue difícil aceptarla, le dije rápido que sí”, le contó a la distancia a Mirador Entre Ríos el propio Duarte.
“Hicimos todo lo posible para llegar cuanto antes, porque tenía un año más de contrato en Tristán y no querían dejarme ir y por eso fui el último en llegar a Cuenca y pude aceptar este desafío, de jugar en otra Primera División, que fue lo que puse en la balanza, crecer, aceptar nuevos retos y aprender nuevas cosas”, completó sobre su nuevo destino producto de la N°5.
Los tiempos apremiaron en su llegada a Cuenca, una de las ciudades del sur de Ecuador, cuya característica son las montañas andinas y la ribera del río Tomebamba, que provocan un clima fresco: “Cuenca es hermoso, me sorprendió para bien. El clima de acá es lo que me gusta, fresco todo el año, es lindo el clima en general. Es muy lindo vivir acá. Me costó el ahogo de la altura, pero fue lo único”.
La ciudad se encuentra a 2.560 metros sobre el nivel del mar, por lo que Bruno tuvo días para adecuarse a dicha situación: “La adaptación costó por lo altura en Cuenca, tuve momentos de mucho ahogo y cansancio, pero ya me adapté, el tema del ahogo pasó, no ha vuelto gracias a Dios y pude jugar tranquilo en la Liga, que para colmo cuenta con jugadores más rápidos y de buen porte físico, pero uno siempre trata de ir aprendiendo y, sobre todo, continuar adaptándose”.
La adaptación a la nueva vida no es solo en relación a la respiración, el juego, la Liga, los clubes, sino también a la convivencia en soledad, al menos por tiempo y a más de 5.000 kilómetros de distancia.
“Ahora estoy solo, lejos de la familia, de mi hijo y mi novia, pero es lo que se habló, de venir primero yo para buscar el lugar, acomodar todo y luego que lleguen ellos para estar cómodos”, confesó, mientras que se refirió a esta vivencia: “No es fácil estar lejos de todos. La intención es que a mitad de año ellos se vengan, se están ultimando detalles para venir, pero no es sencillo. Me adapté rápido a la diferencia horaria, son dos horas, pero me pude adaptar rapidísimo”, agradeció.
Con tan solo nueve partidos en Deportivo Cuenca, ocho como titular, Bruno fue elegido en tres oportunidades dentro del equipo ideal de la Fecha de la LigaPro y afirmándose como pieza clave en el “Expreso Austral”, como se lo conoce a su actual club que marcha noveno en la competencia.
“Estoy pasando por un lindo momento en lo deportivo, contento por afrontar este desafío en Ecuador, la primera experiencia internacional, disfrutándolo y trabajando para mejorar y adaptar a este fútbol tan diferente”, lanzó Matungo.
Sobre su andar, y las elecciones en los equipos ideales, resaltó: “Cuando a uno lo eligen dentro de la fecha, es algo muy lindo en lo personal, uno ve que todo tiene sus frutos en lo individual y colectivo, que es lo más importante. Siempre estar ahí, es gratificante”.
En relación a la LigaPro, la primera división del fútbol ecuatoriano, indicó: “Es un desafío muy lindo y lo sabía, llegar a Ecuador, a la Liga Pro, enfrentar equipos de categoría como Independiente del Valle, Emelec, Liga de Quito, Barcelona, que son equipos que juegan Copas y es algo muy hermoso, lo disfruto mucho dentro de la responsabilidad y trato de dar siempre lo mejor. Uno siempre aspira a tratar de jugar en Ligas importantes y estar a la altura para el futuro también y creo que estoy logrando lo que pretendo”.
En base a objetivos, fue contundente en lo colectivo y personal: “El objetivo en Cuenca es tratar de ingresar a Copas Internacionales, de que el club juegue en lo más alto, detalle que busco también para continuar creciendo, jugar algún torneo Internacional”.
“Después, uno busca seguir aprendiendo, crecer y aspiro a ir adaptándome a lo nuevo. Hoy en día pienso en eso, paso a paso, crecer como futbolista”, agregó a la idea, aunque admitió en un breve fragmento: “Todavía está la espina de volver a jugar en Patronato, quiero sacarme esa espina de jugar con la Rojinegra en mi provincia”.
Además de entrenar, cumplir fecha tras fecha (también existe un calendario apretado por el Mundial), Bruno disfruta, conoce y se dio el lujo de cumplir un sueño y el de muchos terrenales, poder ver de cerca a Lionel Messi.
El nacido en Federal fue con los argentinos del plantel (García Basso, Lucas Mancinelli, Raúl Becerra, Lucas Colitto y Rodrigo Melo) al último partido de Eliminatorias entre Argentina y Ecuador y presencio el empate a metros del campo de juego.
“Fue algo muy lindo ver jugar a Lionel y a la Selección, algo que nunca me pasó. Verlo a él era inimaginable, porque en Buenos Aires tenía facilidades, pero no se me daba, pero acá los compañeros argentinos quisieron ir y me sumé con ellos y fue otra experiencia muy linda, vivir un partido de eliminatorias y ver al mejor del mundo en vivo y a metros es inexplicable”, contó.
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Por muchos años, en las inferiores y en la Reserva de Patronato, Bruno Duarte dio que hablar y pidió pista, aunque para desplegar, tuvo que buscar nuevos aires en Tristán Suárez, donde ya quedó grabado en la historia del club bonaerense consiguiendo el ascenso a la Primera Nacional, nada más y nada menos que en el Libertadores de América.
Tras 28 partidos en la segunda división del fútbol argentino, donde a la vez gritó dos goles y, volvió a dar que hablar, “Matungo”, como lo apodó Oscar Sabino Regenhardt por su porte físico y características a la hora de jugar, dio un nuevo salto, en esta ocasión internacional y a una Liga que, en los últimos años, creció y se impone como una de las más competitivas de Sudamérica, por sobre la colombiana.
En enero de este 2022, Bruno pasó a préstamo a Deportivo Cuenca, hasta finales del mismo y con opción de compra, ya que aún le restaba vínculo por otro año con el Lechero: “La propuesta llegó por mi representante, estaba haciendo la pre-temporada en Tristán Suárez y no fue difícil aceptarla, le dije rápido que sí”, le contó a la distancia a Mirador Entre Ríos el propio Duarte.
“Hicimos todo lo posible para llegar cuanto antes, porque tenía un año más de contrato en Tristán y no querían dejarme ir y por eso fui el último en llegar a Cuenca y pude aceptar este desafío, de jugar en otra Primera División, que fue lo que puse en la balanza, crecer, aceptar nuevos retos y aprender nuevas cosas”, completó sobre su nuevo destino producto de la N°5.
Nueva vida
Los tiempos apremiaron en su llegada a Cuenca, una de las ciudades del sur de Ecuador, cuya característica son las montañas andinas y la ribera del río Tomebamba, que provocan un clima fresco: “Cuenca es hermoso, me sorprendió para bien. El clima de acá es lo que me gusta, fresco todo el año, es lindo el clima en general. Es muy lindo vivir acá. Me costó el ahogo de la altura, pero fue lo único”.
La ciudad se encuentra a 2.560 metros sobre el nivel del mar, por lo que Bruno tuvo días para adecuarse a dicha situación: “La adaptación costó por lo altura en Cuenca, tuve momentos de mucho ahogo y cansancio, pero ya me adapté, el tema del ahogo pasó, no ha vuelto gracias a Dios y pude jugar tranquilo en la Liga, que para colmo cuenta con jugadores más rápidos y de buen porte físico, pero uno siempre trata de ir aprendiendo y, sobre todo, continuar adaptándose”.
La adaptación a la nueva vida no es solo en relación a la respiración, el juego, la Liga, los clubes, sino también a la convivencia en soledad, al menos por tiempo y a más de 5.000 kilómetros de distancia.
“Ahora estoy solo, lejos de la familia, de mi hijo y mi novia, pero es lo que se habló, de venir primero yo para buscar el lugar, acomodar todo y luego que lleguen ellos para estar cómodos”, confesó, mientras que se refirió a esta vivencia: “No es fácil estar lejos de todos. La intención es que a mitad de año ellos se vengan, se están ultimando detalles para venir, pero no es sencillo. Me adapté rápido a la diferencia horaria, son dos horas, pero me pude adaptar rapidísimo”, agradeció.
Actualidad deportiva
Con tan solo nueve partidos en Deportivo Cuenca, ocho como titular, Bruno fue elegido en tres oportunidades dentro del equipo ideal de la Fecha de la LigaPro y afirmándose como pieza clave en el “Expreso Austral”, como se lo conoce a su actual club que marcha noveno en la competencia.
“Estoy pasando por un lindo momento en lo deportivo, contento por afrontar este desafío en Ecuador, la primera experiencia internacional, disfrutándolo y trabajando para mejorar y adaptar a este fútbol tan diferente”, lanzó Matungo.
Sobre su andar, y las elecciones en los equipos ideales, resaltó: “Cuando a uno lo eligen dentro de la fecha, es algo muy lindo en lo personal, uno ve que todo tiene sus frutos en lo individual y colectivo, que es lo más importante. Siempre estar ahí, es gratificante”.
En relación a la LigaPro, la primera división del fútbol ecuatoriano, indicó: “Es un desafío muy lindo y lo sabía, llegar a Ecuador, a la Liga Pro, enfrentar equipos de categoría como Independiente del Valle, Emelec, Liga de Quito, Barcelona, que son equipos que juegan Copas y es algo muy hermoso, lo disfruto mucho dentro de la responsabilidad y trato de dar siempre lo mejor. Uno siempre aspira a tratar de jugar en Ligas importantes y estar a la altura para el futuro también y creo que estoy logrando lo que pretendo”.
En base a objetivos, fue contundente en lo colectivo y personal: “El objetivo en Cuenca es tratar de ingresar a Copas Internacionales, de que el club juegue en lo más alto, detalle que busco también para continuar creciendo, jugar algún torneo Internacional”.
“Después, uno busca seguir aprendiendo, crecer y aspiro a ir adaptándome a lo nuevo. Hoy en día pienso en eso, paso a paso, crecer como futbolista”, agregó a la idea, aunque admitió en un breve fragmento: “Todavía está la espina de volver a jugar en Patronato, quiero sacarme esa espina de jugar con la Rojinegra en mi provincia”.
Sueño hecho realidad
Además de entrenar, cumplir fecha tras fecha (también existe un calendario apretado por el Mundial), Bruno disfruta, conoce y se dio el lujo de cumplir un sueño y el de muchos terrenales, poder ver de cerca a Lionel Messi.
El nacido en Federal fue con los argentinos del plantel (García Basso, Lucas Mancinelli, Raúl Becerra, Lucas Colitto y Rodrigo Melo) al último partido de Eliminatorias entre Argentina y Ecuador y presencio el empate a metros del campo de juego.
“Fue algo muy lindo ver jugar a Lionel y a la Selección, algo que nunca me pasó. Verlo a él era inimaginable, porque en Buenos Aires tenía facilidades, pero no se me daba, pero acá los compañeros argentinos quisieron ir y me sumé con ellos y fue otra experiencia muy linda, vivir un partido de eliminatorias y ver al mejor del mundo en vivo y a metros es inexplicable”, contó.
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