Belén Fedullo

Como siempre sucede, el verano llegó y enero trajo el comienzo de un nuevo año. Para muchos, el 2021 abre una puerta de esperanza en que todo de a poco vuelva a la normalidad, pero en Concordia esa posibilidad se ve lejana todavía. En las últimas semanas, la cantidad de hisopados con resultado positivo encendió las alarmas de los trabajadores del sistema de salud, tanto como de las autoridades gubernamentales.

La preocupación es grande y se traduce en medidas restrictivas que disminuyen las chances de tener acceso a reuniones y encuentros masivos, por eso, desde la organización del Maratón de Reyes decidieron aplazar el evento, que se iba a llevar a cabo este fin de semana, y esperar que las condiciones sean propicias.

Los inicios

La carrera, que comenzó hace 42 años como una pequeña competencia en la zona de la Plaza España, es parte del folclore concordiense. La llegada de ese día tan especial no solo es importante para los atletas que entrenan todo el año, sino que también significa una posibilidad de reencuentro y comunión entre todos los ciudadanos. La postal es la misma, aunque pasen los años: Miles son los corredores, y otros miles los que esperan de manera paciente en las calles por las que pasa el recorrido y ofrecen sus aplausos, agua y hasta asistencia a quienes cumplen con los desafíos de 5 y 10 kilómetros.

Con una observación del panorama es muy fácil entender la decisión de los organizadores, que definen como “imposible” la realización de un evento deportivo tan grande y tan convocante, no solo porque cada año se suman más personas a correr, sino también porque los vecinos no se perderían del espectáculo y eso significaría una aglomeración que no es la adecuada para los días que se viven en la ciudad. Todo está supeditado a lo que suceda con el coronavirus, y mientras tanto, quienes participan y disfrutan de la tradicional carrera siguen con sus actividades en espera.

Pausa e incertidumbre

El tradicional encuentro de pedestrismo, que siempre deja una marca en quienes participan y que tiene como protagonistas a personas de distintos puntos del país e incluso de otros países se pospone, pero todavía no hay certezas sobre la posibilidad de que se lleve a cabo durante el 2021.

Marcelo Flores, organizador del evento, dialogó con Mirador Entre Ríos y contó por qué lo suspendieron, qué plazos imaginan como posibles para llevarlo adelante y qué significa esta pausa.
“Decidimos aplazar la carrera, pero no tenemos una fecha para hacerla. Hoy está cambiando todo día a día, incluso las decisiones y los permisos están dependiendo de un factor externo que es el coronavirus, así que no nos arriesgamos a poner algún mes como fecha posible porque no sabemos cómo va a avanzar la pandemia. Es la primera vez que se interrumpe la carrera. Hacía 41 años que venía haciéndose el segundo fin de semana de enero y nos dolió tener que tomar esta decisión”, explicó.

Aunque fue difícil, debieron tener en cuenta varios factores, sincerarse y pensar en el bienestar de toda la ciudadanía, tanto como en los recursos con los que cuenta el sistema de salud. “Esta no es una carrera menor, no es que corren unas 100 personas, sino que son miles y hay costumbres de largada y llegada que es difícil poder corregir. Además es popular, la gente sale a las calles, se juntan entre vecinos y eso también podría complicar las cosas”, aseguró y agregó: “Tenemos que pensar en que el sistema médico también está trabajando a destajo y siempre los necesitamos, y además el riesgo de contagios es alto y no podemos jugar con eso”.

El 2020 no fue fácil, Flores organiza también otras competencias como el cruce de Salto Grande y su experiencia le hacía saber que no iba a ser posible correr el maratón más importante de Concordia, pero también que significa un golpe para la economía. “Por como fue el año pasado, en el que debí suspender otras carreras, sabía que no íbamos a hacer la de reyes. Para que todo salga bien tenés que trabajar durante muchos meses, tener todo a punto un tiempo antes, pero no pudimos”, comentó. Luego describió: “Al cruce de Salto Grande, tanto como a esta carrera, vienen muchas personas y ocupan alojamiento, consumen en nuestros locales gastronómicos y visitan lugares turísticos. Además, quienes confeccionan la indumentaria tienen un ingreso grande con estas carreras. En general con estas suspensiones las pérdidas son grandes y son muchos los sectores que se ven afectados”.

A pesar de la llegada de las vacunas rusas y de la esperanza, que está puesta en una vuelta a la normalidad, Flores reconoce que es difícil imaginar un encuentro deportivo masivo. “No ponemos fecha porque las perspectivas para este año no son de un cambio tan grande en cómo será nuestra vida, creo que será muy difícil hacer una carrera como esta o cualquier otra, porque no veo que haya muchos avances todavía. De todos modos, pensamos en que exista alguna chance, yo desde diciembre de 2019 que no organizo carreras y es realmente triste y preocupante”.

Con un panorama poco positivo, quienes corren por las calles de Concordia sin problemas por el calor y disfrutando de una fiesta típica tendrán que tener paciencia y esperar a que la largada vuelva a iluminarse cuando el virus lo permita.