Mariana melhem
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Las barrancas del Paraná han generado un modelo de ocupación de la costa con usos portuarios concentrados en tres puntos distantes, diferenciados y discontinuos, dos de ellos coincidentes con desembocaduras de arroyo y uno con una estación de ferrocarril; mientras sobre el río Uruguay la topografía más regular y llana ha determinado que la ocupación para estos usos se presente como continua, a lo largo de tres momentos históricos. Así, de Puerto Viejo ha quedado el edificio de la ex Capitanía de Puertos y Aduana (hoy ocupado por UTN) en tanto que en Puerto Nuevo se levantan Aduana y Prefectura (fines del siglo XIX) junto al Pabellón sede de Vías Navegables del río Uruguay (principios del siglo XX), depósitos y los silos construidos más recientemente. El conjunto mantiene las funciones originales con algunas transformaciones.

Paraná solo conserva pocas construcciones del área portuaria más antigua (Puerto Viejo), casi ninguna de su Puerto de Ultramar en Bajada Grande y una buena parte de las instalaciones de lo que se llamó Puerto Nuevo (obra realizada por el Gobierno Nacional), algunas despojadas de su función.

Estas diferencias han determinado la forma costera de las dos ciudades. Donde las infraestructuras y sus edificaciones se han constituido en “elementos primarios” que propiciaron configuraciones barriales en sus entornos inmediatos, dando como resultado singulares paisajes culturales.

En Paraná

El sector más antiguo de la ciudad es el conocido como Puerto Viejo y su localización respondía a las posibilidades que brindaba la desembocadura del arroyo Antoñico como embarcadero natural. Más tarde se transformó en puerto adquiriendo importancia cuando la ciudad fue capital del país (aunque el puerto de la Confederación se encontraba en la ciudad de Rosario). De esta actividad quedan en pie la que fue Capitanía de Puertos, el Almacén Naval y unas pocas viviendas dispersas, cuya construcción corresponde al último cuarto del siglo XIX.

El Puerto de Bajada Grande se ubicó en el ángulo noroeste que forma el río al cambiar su curso noreste-noroeste al de noroeste-suroeste. Fue inaugurado como puerto de ultramar en la década de 1890 siendo kilómetro 0 del Ferrocarril que había pasado a manos de la compañía inglesa en tiempos del Gobernador Sabá Z. Hernández.

De esas instalaciones quedan pocas referencias y cuesta imaginar cómo era, tanto como descubrir el recorrido ferroviario que hoy ha sido reemplazado o cubierto con edificaciones. Sobreviven unos pocos fragmentos de vías, un muelle, el complejo de la antigua estación con sus funciones complementarias y, a través de una fotografía antigua se puede recomponer, al menos parcialmente, la escala del conjunto. Contaba con guinches, zorras, depósitos y muelles; también tenía galpones de estiva y un elevador de granos. pertenecientes a la compañía Bunge y Born. La proximidad con la Fábrica de Cemento Portland (que también disponía de muelle propio) permitió que se desarrollaran tareas de embarque conjuntas entre los trabajadores de una y otra compañía.

Para la construcción de Puerto Nuevo fue seleccionada nuevamente la desembocadura de un arroyo, esta vez La Santiagueña. El proyecto fue realizado en las oficinas técnicas del Ministerio de Obras Portuarias de la Nación (MOP) a principios del siglo XX. En abril de 1904 se inauguraron las primeras obras consistentes en una dársena de cabotaje, 200 metros de muelle de ultramar, oficinas del Ministerio de Obras Portuarias y balizamiento del canal. Pocos años más tarde se habilitaron Talleres, Aduana y Resguardo, Subprefectura y oficinas de Correos y Telégrafos. Se regularizó la línea del tramway y se mejoraron accesos contándose, entre las obras complementarias, la construcción de la Costanera Baja inaugurada en 1935.

En Concepción del Uruguay

Durante la presidencia del general Julio A. Roca se nombró una comisión para “efectuar estudios y preparar el proyecto para dotar a la ciudad de Concepción del Uruguay de un puerto acorde a sus necesidades”. Como resultado, la Comisión elevó un informe recomendando la construcción de un muelle sobreelevado (“muelle puente”) que partiendo desde el “Puerto de las Piedras” cruzara el riacho Itapé y la isla de las Garzas. El proyecto, que disponía vías férreas en la parte superior del puente, se aprobó en octubre de 1882 y posteriormente se llamó a licitación. El nuevo Puerto Exterior, Puente y Terraplén se inauguró el 7 de diciembre de 1887 con la presencia del Presidente de la Nación Doctor Miguel Juárez Celman quien llegó al “Nuevo Puerto Nacional” con su comitiva a bordo del vapor Eolo.

Junto a las obras del muelle-puente se licitó la construcción de los edificios para la Aduana y Subprefectura que se levantaron enfrentados entre sí, con la traza de la vía en el medio. Los edificios son casi idénticos, se trata de dos cuerpos de dos pisos de altura con una elevación mayor en uno de los extremos a modo de torre. Desde su inauguración se realizaron completamientos y algunas modificaciones parciales, entre las que se incluye una galería perimetral en planta baja de cada uno, el completamiento de revoques y el cambio en las condiciones de provisión de agua que pasó de aljibes y pipas al sistema de aguas corrientes. En la actualidad se han levantado las vías dando lugar a una plazoleta.

El edificio del Ministerio de Obras Portuarias Río Uruguay es un gran pabellón de cubierta a dos aguas, sobriamente ornamentado y de líneas clásicas que fue levantado en las primeras décadas del siglo XX.
Además de las obras citadas sobresale la Barraca Americana y extensos galpones paralelos a la costa.