Pablo Rodríguez
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Pero las imprudencias no quedaron ahí: los efectivos policiales tomaron la caja donde venía el artefacto explosivo y lo pusieron a “resguardo” en el bajo mesada de la cocina. De milagro, nadie resultó herido en todo este periplo.

Todo sucedió en la mañana de este jueves en la localidad santafesina de Santa Isabel, un pequeño pueblo del departamento General López ubicado a 20 minutos de la ciudad de Venado Tuerto. La granada fue hallada en inmediaciones del frigorífico local.

Según dieron cuenta desde la Comisaría 5° con asiento en la Unidad Regional VIII, un sujeto encontró el artefacto explosivo pasadas las 10 de la mañana, en uno de los pozos que posee la empresa COTRASI, dedicada a la faena y desposte de cerdos. La granada, modelo EA – M5, permanecía en un sector dedicado a acumular los desperdicios diarios de los animales.

Lo bueno es que las fuerzas policiales rápidamente dieron conocimiento al jefe de Orden Público, Sergio Romero; a la división Explosivos de Rosario; y al Juzgado Federal. Según pudo confirmar este medio, pasadas las 15 horas con apoyo de Bomberos Voluntarios, se iba a proceder a su explosión controlada.

En Malvinas
La granada es de fabricación española y se la conoce como EXPAL EA M-5, sigla que corresponde a “Explosivos Alaveses S.A.”. Es un artefacto con doble detonador y selector para utilizarla en forma instantánea o a tiempo. Los expertos aseguran que el sistema es bastante complicado, muy propicio a fallos y accidentes.

Fue una granada denominada de las reglamentarias extranjeras en el ejército argentino y que se utilizó hasta fines de 1982/83, siendo por ende utilizada en forma paralela a la FMK-2. Inclusive se usó en la Guerra de Malvinas.

Asimismo, es una granada de doble propósito, ya que se puede usar con vaso de fragmentación o sin él, es decir que se puede usar en forma ofensiva o defensiva. La granada es imposible de desactivar y por lo tanto tenerla se encuadra en el delito de “tenencia ilegal de arma de uso prohibido”.