Fútbol

Un triplicado sueño de ser profesional

Las trillizas Lucía, Luciana y Luisina Stieben integran el equipo femenino del Club Atlético Belgrano y tienen el anhelo de seguir creciendo hasta llegar al profesionalismo. En charla con Mirador Entre Ríos confesaron que su deseo mayor es llegar a la primera de Boca Juniors.
02-07-2020 | 23:27 |

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Tras pasar por Universitario e Instituto, Lucía, Luisina y Luciana se incorporaron a Belgrano.


Víctor Ludi

En el fútbol hay un sinfín de historias de hermanos compartiendo un terreno de juego, sea como compañeros o rivales. Si hacemos memoria, en el fútbol argentino podemos citar, entre otros, a Daniel, Mario y Alfredo Killer; Ermindo y Daniel Onega; Héctor y Carlos Enrique; Diego y Gabriel Milito y, en la actualidad, Bruno y Mauro Pittón. Poniéndonos más minuciosos en la búsqueda, si recordamos jugadores mellizos o gemelos, el número de ejemplos se achica considerablemente, pero inmediatamente vienen a la mente Guillermo y Gustavo Barros Schelotto; Ramiro y Rogelio Funes Mori; los paraguayos Óscar y Ángel Romero; o los holandeses Frank y Ronald de Boer. Pero si elevamos aún más la vara de exigencia y nos proponemos encontrar trillizos que compartan o compartieron campo de juego, el desafío se torna mucho más complicado.

Sin embargo, la respuesta la encontramos en Paraná. Las hermanas Lucía, Luciana y Luisina Stieben tienen de 16 años y forman parte del plantel femenino del Club Atlético Belgrano. Lucía juega como volante central o centrodelantera, Luciana es lateral o volante por derecha aunque pude desempeñarse sobre el carril izquierdo y Luisina es defensora central.

Los inicios

Videollamada de por medio, Mirador Entre Ríos se reunió virtualmente con las hermanas Stieben, quienes contaron cómo se acercaron al deporte más popular del mundo.

“Empecé a jugar gracias a mi hermano Iván, quien me transmitió la pasión por el fútbol. Tenía 11 años cuando empecé a ir a la placita que está en la esquina de nuestra casa y me ponía a jugar con los chicos del barrio, que habían armado un equipo. Luego se sumaron mis hermanas y quedamos las tres en el equipo. El técnico le comentó de nosotras a Juan Comas y él nos llevó a que practicáramos con Las Vampiresas cuando teníamos más o menos 13 años. Luego, a Luisina la llamaron de Instituto para jugar un Provincial y la seguimos. Después hicimos una prueba en Belgrano y quedamos todas”, contó Lucía, la primera de las tres en acercarse al fútbol.

Además, reconoció que “soy muy futbolera. Me encanta ver partidos, aunque sean viejos”; mientras que sus hermanas se diferenciaron un poco y explicaron que “no nos llama tanto la atención ver todos los partidos, sino que miramos algunos puntuales. Preferimos 1000 veces jugar”.

Posteriormente recordaron cómo eran aquellos viejos partidos en la plaza del barrio: “No nos pasaban mucho la pelota, teníamos que pedirla siempre. Recién nos estábamos involucrando en el deporte y había mucha diferencia con los chicos. Además, si por ejemplo le hacíamos un caño a alguno, era como que llamaba la atención”.

Primer equipo y experiencia provincial

Tas contar cómo fue el inicio de su amistad con la pelota, las trillizas explicaron el cambio que vivieron al sumarse a Las Vampiresas. “Lucía tenía más experiencia, en cambio a Luciana y a mí nos sirvió más el aprendizaje, ya que fue como arrancar desde cero. Juan Comas nos enseñó muchas cosas y estamos muy agradecidas con él porque nos dio las bases de nuestro fútbol”, contó Luisina.

“Al principio sólo íbamos a entrenar -acotó Luciana-, ya que aún éramos chicas. En ese tiempo jugábamos algunos amistosos y nos llevaba a los Juegos Evita. Después de dos años practicando, nos fichamos en Universitario, su equipo, y jugamos un año la Liga Paranaense”.

Tras defender la camiseta del elenco de barrio Corrales en el certamen local, a Luisina la llamaron desde Instituto para disputar un campeonato organizado por la Federación Entrerriana de Fútbol (FEF). El desafío le interesó, lo aceptó y, junto con Luciana y Lucía, se cruzó de vereda. “Desde muy chiquitas nuestra mamá nos enseñó que éramos las tres o ninguna. Entonces, cuando me llamaron de Instituto para jugar el Provincial, me fiché y mis hermanas me siguieron. Acepté porque me parecía mucho más competitivo que la Liga, donde siempre jugábamos contra las mismas chicas. Nos enfrentamos contra equipos muy fuertes y nos costó, aunque por lo general el nivel fue parejo. Fue una muy linda experiencia jugar contra equipos de otras partes de la provincia”, explicó.

El Mondonguero y sus sueños

Actualmente las entrevistadas defienden los colores de Belgrano. Luciana narró cómo se dio el pase a la institución Albiceleste: “Nuestro entrenador, Juan Pablo Giannecchine, presentó un proyecto para iniciar con el fútbol femenino en Belgrano. Luego se hizo prueba de jugadoras para chicas de Paraná y ciudades vecinas, y quedamos. Belgrano es un equipo grande, que tiene los objetivos bien claro y trabaja de una manera muy buena. Forma a las jugadoras para que tengan la posibilidad de ser profesionales y te da todas las comodidades para entrenar de la mejor manera. También nos inculcan que seamos disciplinadas y tienen como objetivo que las jugadoras puedan llegar a clubes profesionales. He notado un crecimiento desde que llegamos al club y eso nos motiva”.

Además, destacaron el rol que cumplen sus compañeras Loana Bernhard y Pamela Tortul en el equipo Mondonguero. “Loana con mucho sacrificio llegó a la Selección Nacional -señalaron-, que es algo con lo que soñamos todos los deportistas. Para eso uno tiene que estar convencido de que puede lograrlo y ella está demostrando que Entre Ríos está creciendo en el fútbol femenino.
Además, es admirable su esfuerzo porque cuando no le salen las cosas, igual va para adelante y entrena hasta que le salgan. Pamela no se rinde nunca; si pierde una pelota inmediatamente corre para recuperarla. Si las cosas no le salen bien no se enoja, sino que mantiene la cabeza fría para corregir sus errores. Además siempre está detrás nuestro alentándonos”.

Por último, las tres reflexionaron sobre el progreso que ha tenido la disciplina en los últimos años y manifestaron cuál es su sueño. “Si bien aún falta mucho, el fútbol femenino está creciendo en Paraná. Eso es bueno para nosotras y para todas las jugadoras. Sabemos que aún debemos aprender muchas cosas, pero si seguimos metiéndole podemos llegar a ser jugadoras profesionales. Nos encantaría poder jugar en Boca y si no es ahí, en otro club pero también de manera profesional”.

En Brasil

Buscando otros casos de trillizos futbolistas, los únicos que aparecieron en el infinito mundo de Internet fueron los hermanos Lucas, Tiago y Pedro de Castro Paranhos Tourinho, quienes compartieron divisiones formativas en Vitória de Brasil.

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