Luis Gómez

Superó exitosamente un nuevo desafío, que tuvo condimentos especiales y que lo dejó con sensaciones bien positivas. Juan José Coassolo completó el recorrido de la prestigiosa MidwestStates 100, carrera por senderos extrema con base en Wisconsin (Estados Unidos), que por primera vez está realizándose de modo virtual y concluye con el mes en curso.

El crespense fue el único argentino y uno de los dos corredores sudamericanos que formó parte de la competencia que habitualmente tiene lugar en el Parque Nacional Chequamegon. Esta vez, la pandemia por el Covid-19 obligó a plantear a los 644 participantes realizar un trayecto de 100 millas ó 100 kilómetros desde su lugar de residencia entre mayo y junio.

Esto posibilitó que el tránsito del crespense por caminos de Paraná Campaña tenga otra inspiración. Así, recorrió los 160 kilómetros elegidos (100 millas) el fin de semana anterior, con un registro de 15 horas 57 minutos y 30 segundos.

Ultra virtual

Exultante, el odontólogo que encuentra tiempos para ser protagonista de triatlones y ultramaratones, revivió la experiencia con MIRADOR ENTRE RÍOS y expuso su mensaje ante las circunstancias que sobrelleva la sociedad toda.

– ¿Cómo surgió la idea de hacer esta carrera?

–Yo había quedado en la fase de carga final para competir en el Campeonato Sudamericano de Ultraman, en Ubatuba (Brasil). Mientras, en Estados Unidos se decidió hacer esta competencia de manera virtual, con la variante de realizarla en un día o hasta en 10 consecutivos. Fui invitado por un amigo de Hawai, quien me contactó con la organización, que hasta entonces no tenía a Sudamérica como foco de participantes. Quedaba menos de un mes para la fecha tope y me aceptaron inmediatamente.

– ¿Qué experiencias sobresalientes tuvo el derrotero?

–El viernes 19 hubiera sido el cumpleaños de mi mamá Gladys, así que resultó emotiva; el sábado 20 fue el Día de la Bandera, por lo cual corrí con mucho orgullo. Y el domingo 21 fue el primer Día del Padre en el que no estuve con mi viejo Orlando.

Finalicé el recorrido en la casa de retiros Stella Maris, adonde me esperaba el padre Carlos Haberkorn, que es paciente mío y fue quien me casó con mi esposa María.Así que se convirtió en una carrera muy linda.

Experiencia mística

Más allá de que estaba compitiendo, Coassolo se fijó nuevamente un propósito extra. La coincidencia con el Día del Padre y las consecuencias de la pandemia por el nuevo coronavirus estuvieron en su pensamiento constantemente.

– ¿Qué ideas motivaron tu andar durante el trayecto?

–Todas las realizaciones que hago van cargadas de energía y fe. Los que me conocen, saben que hay tramos de la carrera en los que voy rezando y agradeciendo, a la vez que pidiendo por los necesitados.

Fue una manera de conectarme y de ofrecer este esfuerzo a todos los padres y a quienes les gusta el deporte, que siempre se preocuparon para que no andemos en cosas raras y seamos sanos e intentemos superarnos día a día.

– Se observó en redes sociales que no estuviste solo.

–Terminé con mucha emotividad porque me acompañaron corredores del grupo Espacio M Running Team, que integro. Se fueron turnando en tres vehículos y en bicicletas para asistirme.

Fue una hermosa experiencia, que terminamos con una celebración eucarística, en la que agradecimos estar vivos y pedimos por quienes la están pasando mal. Tuvo un broche de oro y el mejor premio que pude recibir, compartiendo con seres queridos.

Esto genera más energía que un finalde carrera habitual, en la que corres, retiras la medalla y te vas a tu casa.

Hoja de ruta (con improvisaciones)

A Juan José Coassolo lo tienta “buscar el límite”, por lo cual decidió hacer los 160K de la carrera por senderos extrema MidwestStates 100 en solo tres etapas.

Día 1 (viernes 19). Originalmente correría por caminos rurales, pero la lluvia lo obligó a cambiar. Desde Crespo enfiló hacia el Sur hasta General Ramírez, pero a la altura de Camps debió buscar la ruta asfaltada, por la gran cantidad de barro. Ya en Ramírez, continuó hasta Villa Aranguren para regresar al punto inicial (60 kilómetros totales).

Día 2 (sábado 20). Desde la Capital Nacional de la Avicultura puso rumbo Noroeste hasta la estancia Las Margaritas (ubicada entre General Racedo y Gobernador Etchevehere), para retornar a Crespo (30K). Sumó otro tanto en circuito por los alrededores de su ciudad, ya que compañeros de running, amigos y familiares quisieron acompañarlo por tramos.

Día 3 (domingo 21). Otra vez debió modificar el plan. El reinicio fue desde Aldea San Juan (lindante con Crespo) y tuvo paso por Racedo, Etchevehere y Villa Fontana. Allí sí pudo enlazar el camino rural hasta Grapschental y Aldea Protestante, para finalizar en la casa de retiros Stella Maris (cercana a Valle María, Diamante).