Belén Fedullo

Tal como estaba estipulado, el lunes 31 de agosto la entidad madre del básquet argentino se reunió a distancia con los clubes y, en ese marco, informó que el 1 de noviembre comenzará la temporada 2020 - 2021 en la máxima categoría de la Argentina.

La actividad se dará bajo el sistema de equipos divididos, como venía ocurriendo habitualmente, en dos conferencias, Norte y Sur, que actuarán en burbujas. Las sedes aún no fueron confirmadas.
Para ponerse a punto de cara al desafío, cada institución tendría permiso desde el 15 de septiembre para volver a los entrenamientos, que deberán ser al aire libre y respetando los protocolos sanitarios establecidos.

La competencia se dará por fases. La primera terminará el 20 de diciembre, será disputada durante 38 días en cada sede y habrá 20 equipos participantes, que jugarán 18 partidos.

Una vez pasada esa fase, los cuatro primeros avanzarán a un cuadrangular final de cada Conferencia, que se disputarán del 11 al 13 de diciembre, en una misma sede. Los primeros y segundos de cada zona jugarán por la definición de la primera fase del 18 al 20 de diciembre. En tanto, el 8 de enero darán inicio a la segunda etapa.

Más dudas que certezas

Septiembre comenzó y, aunque el protocolo aún no fue aprobado, las instituciones comienzan a delinear el plan de trabajo. El Club Estudiantes de Concordia, representante entrerriano en la Liga Nacional, no vio con buenos ojos la decisión tomada a nivel nacional e incluso dudan de la posibilidad de comenzar con las actividades.

Enrique Agosti, dirigente del Verde concordiense, se refirió a la resolución de la Asamblea. “Quedó todo en un supuesto, yo creo que el comienzo de la Liga de Básquet estará marcado por el inicio del fútbol. No es que quiero ser pesimista, pero con los casos positivos que hubo, incluso en clubes con burbuja sanitaria, no creo que puedan empezar a jugar al fútbol a fines de este mes como tenían previsto y eso tal vez afecte al resto”, dijo.

Acerca de lo que comunicaron en el encuentro del básquet, definió: “La decisión no sale de lo previsible, pero estamos en pandemia y en cuarentena y sufrimos muchos cambios. Estamos en una situación complicada, hablaré con el presidente de la Liga porque creo que debe saber que comenzar en octubre, en este momento del país, no es fácil. Jugar con el sistema de burbujas será un desafío”.

Para empezar la temporada, el Verde se prepara con un equipo de juveniles, liderados por el joven uruguayo Joaquín Rodríguez, única ficha mayor, acompañado por Nahuel Lemos, y sin cuerpo técnico confirmado hasta el momento. Lo que tampoco definieron, es en dónde prepararán al conjunto para competir. “Todavía no pensamos en dónde podemos entrenar, ya que es nueva esta propuesta de hacerlo al aire libre. Hablé con el intendente, me dijo que tenemos que presentarle un protocolo y que, si estamos incluidos en la élite, como es el caso de Patronato en el fútbol, desde el gobierno deben darnos autorización. Sobre las condiciones me dijo que teníamos que tener los hisopados previos realizados a los jugadores y un aislamiento de algunos días”.

Aunque la fecha de regreso se anunció y los clubes grandes aseguran que tienen un plan de entrenamientos, los concordienses prefieren esperar. “Tenemos que ver si son fechas firmes las que están planteando porque venimos viendo que las burbujas sanitarias pueden tener filtraciones, hoy cada provincia, e incluso cada pueblo tienen sus normas y reglas impuestas por gobernadores e intendentes, prácticamente no podemos transitar la ruta, hacer viajes entre provincias, entonces es difícil imaginarse moviendo planteles en este contexto, porque estamos en el peor momento de contagios en el interior, así que creo que eso deben atenderlo”, aseguró Agosti.

Para el club que disputaría su octava temporada hay otra preocupación, es que lo mismo que hizo poner en duda su plaza en la máxima categoría hace que piensen en plantear una opción de comienzo directamente en 2021. “Queremos hablar con las autoridades de la Liga porque creemos que sería bueno empezar después de fin de año, aunque entendemos lo que plantea la organización. No hay condiciones sanitarias ni económicas en los clubes como para empezar a entrenar ahora y jugar en noviembre. Por los días que estaríamos en la burbuja tendríamos que poner 3 millones de pesos, sin contar los hisopados y el transporte. Esto suma muchas dificultades porque por la pandemia los clubes tienen cajas mucho más pobres, ya que es difícil que todos los sponsors acompañen”.

Lo que parecía un anuncio positivo trajo más incertidumbre a los clubes que, mientras esperan que pase la pandemia, piensan en opciones que permitan tener espalda para seguir disputando una liga que parece cada vez más difícil de jugar.