Ignacio Pellizzón | [email protected]

La pandemia del coronavirus está obligando al mundo a repensarlo todo y la provincia no está exenta en ese sentido. La necesidad de evitar espacios que puedan ser posibles focos de contagios abren un nuevo paradigma arquitectónico. Ambientes flexibles, ventilados y amigables con el medio ambiente, son algunas de las premisas que comenzarán a incorporarse como condición sine qua non en las nuevas edificaciones. Y Santa Fe ya comenzó.

Roldán será la localidad modelo que verá en las próximas semanas el inicio de la construcción de un colegio secundario basado en un modelo “pospandemia”, el colegio “del futuro”, definió a El Litoral la secretaria de Obras Públicas de Santa Fe, Leticia Battaglia. Serán unos 300 millones de pesos los que invertirá íntegramente el gobierno provincial a lo largo de ocho meses, -tiempo estimado de obra-, y tendrá capacidad para 400 alumnos divididos en 200 por turno mañana y tarde.

El edificio contará con dos plantas en donde se ubicarán 14 aulas de 7,20 metros por 7,20 metros, y abarcará 1.355 metros cuadrados considerando los espacios verdes y semicubiertos.

Bajo este “nuevo paradigma” se prevé licitar en los próximos meses unos 17 jardines de infantes en todo el territorio santafesino, una escuela secundaria en la localidad de Zavalla, otra en Funes y una escuela primaria en Pueblo Esther.

La provincia de Santa Fe se convertiría así en la primera del país en comenzar a plasmar este proyecto arquitectónico pensando para la era poscoronavirus. Infraestructuras pensadas para tiempos en los que el Covid no siga siendo una pandemia, pero sí una enfermedad que se sostenga y que exija mantener los cuidados que todavía se están aprendiendo a incorporar.

De esta manera, Battaglia destalló los cuatro ejes esenciales que se contemplarán para las nuevas obras que se proyectan realizar, “contemplando todo lo vivido con el Covid-19 y las características necesarias que deben tener las edificaciones acordes a los protocolos sanitarios establecidos”, indicó.

El primero de los puntos clave que destacó la funcionaria es respetar un “ambiente saludable”. Este detalle implica que las aulas que construirán con “ventilación cruzadas”. No solo eso, si se cierran, “se inyectará aire fresco junto con la extracción en simultáneo del aire viciado mediante un equipo electrónico que funcionará de forma automática”.

Se trata de algo “fundamental” para evitar posibles focos de contagio, entendiendo que quedarán secuelas del Covid. También, en Roldán, escuela que dará el puntapié inicial al nuevo esquema de obras, contará con “espacios verdes en interiores y exteriores”, es decir, que será un colegio ecológico. La idea, a su vez, es que “cada aula tenga otra gemela pero abierta, para poder dar clases al aire libre y aprovechar la iluminación natural”, aclaró la secretaria.

El segundo enclave que se tendrá en la arquitectura “pospandemia” es que las construcciones tengan un “diseño bioclimático”. Basicamente se enfoca en que las áreas pasivas de los edificios puedan tener la mejor orientación posible y un aprovechamiento total de la luz solar.

La provincia de Santa Fe se convertiría así en la primera del país en comenzar a plasmar este proyecto arquitectónico pensando para la era poscoronavirus.

Battaglia señaló que este tipo de diseño busca “fortalecer también la separación de residuos, explotar el armado de huertas y la utilización de energías limpias”. Todo está orientado a generar ambientes saludables.

En tercer lugar, todos los nuevos espacios tienen que tener “flexibilidad”. Este eje se basa en adaptar cada aula, cada ambiente, “acorde a las necesidades de cada aprendizaje”. Inclusive, “podrán integrarse o segregarse”, según las necesidades requeridas del momento.

La funcionaria aclaró que este detalle es “muy importante”, no solo porque se adecúa a los “múltiples aprendizajes”, sino que además permite que sea un espacio “inclusivo” de “uso intensivo” y que permite su utilización en horarios extracurriculares en áreas como “arte, recreación, educación física”, entre otras.

Por último, el cuarto ítem que resaltó Battaglia tiene que ver con la “eficiencia constructiva”. Citando como ejemplo el nuevo colegio que se construirá en Roldán, explicó que “todas las aulas estarán calefaccionadas a través de piso radiante alimentado por energía solar, en pos de brindar mayor eficiencia y confort”.

Cosecha de agua

Otro ejemplo que citó, fue que cada espacio tendrá la posibilidad contar con “cosecha de lluvia en los techos”. Se almacenarán en las terrazas -extensivas y verdes- y se “distribuirá para riego y uso sanitario”.

En este cuarto punto, también se centra “el agua caliente”. Es que será “la primera escuela en contar con agua caliente en los baños”. En tiempos donde la higiene tomó un rol preponderante “para nosotros es muy importante que se puedan lavar las manos con frecuencia y el agua templada es un factor clave en este sentido”, subrayó la secretaria.

Entre otros destalles que mencionó Battaglia, las nuevas construcciones educativas tendrán incorporado paneles fotovoltaicos. En el caso del secundario de Roldán, “habrá 40 colectores solares de placa plana que aportarán el 50% de la energía necesaria y, si hubiera remanente se inyectará en la energía de la red”.

Todo lo que se está planificando y proyectando tiene que ver con “lo que se viene en materia de arquitectura pública: es un nuevo paradigma el que se abre a partir de la pandemia del coronavirus”, señaló la funcionaria, y recordó la importancia de que se apruebe “la ley de conectividad”.

Es que el nuevo establecimiento educativo que se levantará en Roldán se contará con wifi interno y externo, además de televisores de 50 pulgadas en cada aula con acceso a internet, porque “hoy se trata de un servicio esencial que no puede faltar en ningún lado”, cerró.

Roldán será la localidad modelo que verá en las próximas semanas el inicio de la construcción de un colegio secundario basado en un modelo “pospandemia”, el colegio “del futuro”.