Profesionales solidarios

Asisten y rehabilitan de manera gratuita a personas con discapacidad

Jóvenes que trabajan en el ámbito de la salud y áreas legales decidieron ayudar a quienes tienen dificultades, pero no cuentan con los recursos para ser asistidos. La idea surgió hace años y empezó a ser aplicada en Concordia en este 2021. Sueñan con tener una sede que les permita crecer.
27-04-2021 | 18:24 |

"A veces vienen acá porque se hace muy difícil conseguir turnos en los hospitales así que tratamos de hacerles la rehabilitación y de paso el apoyo escolar", indicó el kinesiólogo Emiliano Ricci.
Belén Fedullo
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"Dar es dar. Es solamente una manera de andar", dice Fito Páez en la canción que habla de solidaridad y amor, y esa parece ser la consigna de la Asociación Incluir. Varios profesionales se agruparon para tratar de cambiar la realidad de quienes necesitan ser vistos, escuchados y asistidos, pero no tienen los medios.

Comenzaron a trabajar hace 6 años en San Salvador y el sistema empezó a funcionar cada vez mejor, a pesar de las trabas burocráticas. Aunque las actividades que llevan a cabo ayudan a muchas familias, aún no cuentan con un apoyo que les permita planificar de manera tranquila.

Este año decidieron trasladarse a Concordia. Luego de algunas dificultades en el primer departamento en que trabajaron, comenzaron a tener intervenciones en el salón comunitario de uno de los barrios postergados de la ciudad de la costa del Uruguay.

El bienestar es la bandera del grupo, la piedra fundamental, la base del proyecto. Además de rehabilitaciones con los profesionales de la salud hay una abogada que asiste a quienes necesitan hacer reclamos y también le dieron importancia a la atención psicológica, como parte del abordaje central.

Hasta el momento todo es a pulmón, y se da gracias a la solidaridad y buenas intenciones. Aunque llevan varios años, los voluntarios trabajan en silencio y sin ayudas gubernamentales, aunque no están cerrados a recibirlas e incluso intentan tramitarlas para poder cumplir el sueño de tener un lugar propio.

Generar oportunidades, sin esperar nada a cambio

Emiliano Ricci es kinesiólogo, profesor universitario y cursa una maestría en discapacidad, junto con él trabajan otra profesional en kinesiología especialista en intervención temprana, una abogada que es la asesora legal, tres profesoras de Educación Especial y una psicóloga. Además del equipo profesional hay una comisión de padres que trabajan a la par del grupo fundador y llevan a cabo acciones que permiten costear los gastos y sostener la asociación, ya que no hay ingresos de dinero de otra manera.

Incluir trascendió departamentos, y busca crecer para poder dar atención a más personas. Ricci dialogó con Mirador Entre Ríos sobre el proyecto, el trabajo y los objetivos que tienen.

"Comenzamos a trabajar hace 6 años en San Salvador. Allí nos iniciamos con un equipo de trabajadores de la salud en la parte de equinoterapia", contó y mencionó: "A pesar del tiempo siempre tuvimos problemas para conseguir lugar, no pudimos acceder a un terreno así que dependíamos de otras asociaciones. Después empezamos a trabajar en comodato con un club que nos dio un salón, allí estuvimos desde el 2016 al 2020, pero cambió la comisión, nos dijeron que teníamos que irnos y nos vinimos a Concordia".

La llegada a la nueva ciudad se dio con una buena respuesta. "Llegamos y nos sorprendimos. Concordia es una ciudad muy inclusiva, la municipalidad nos cedió el salón 11 de junio en el barrio que lleva ese nombre así que pudimos comenzar a trabajar". Lo que comenzó como una nueva aventura para el grupo, llevó a que pudieran volver al lugar en que todo empezó: "En San Salvador vieron lo que seguimos haciendo y ahora volvieron a llamarnos para trabajar allá. Lo hacemos en un salón también", comentó.

Los encuentros se dan los miércoles en Concordia y los sábados en la capital nacional del arroz y llevan adelante un trabajo en red.

Ante la crisis, son muchas las personas que crecen en un contexto de pobreza que dificulta su acceso a bienes y servicios, la dificultad es doble cuando tienen alguna discapacidad. A esas familias asiste la asociación, y la satisfacción es el premio. "Cuando llegamos a Concordia empezamos a hacer contactos con diferentes áreas y siempre hubo mucha predisposición. Nos dejaron trabajar en ese centro barrial y notamos que la ciudad es muy inclusiva", valoró.

El abordaje que hace el grupo no termina en el salón del barrio. Hace algunas semanas, y luego de ser rechazados en varias instituciones, 3 niños lograron ser incluidos en un club de fútbol concordiense que participa de los torneos de liga. El nexo fueron los profesionales.

"Iniciamos con la abogada de nuestra asociación un proyecto de capacitación gratuita con profesionales que entienden sobre discapacidad, es para diferentes escuelas primarias y secundarias de Concordia y los clubes. Eso se dio porque tenemos pacientes cuyos padres nos comentan que son rechazados en instituciones deportivas y les responden que no los aceptan porque no saben cómo trabajar con ellos, o que no tienen deportes adaptados; pero el club Colegiales tomó a 3 chicos de nuestra institución y se comunicaron con nosotros para preguntarnos cómo trabajar, así que nosotros en agradecimiento les enviamos un profesor de manera gratuita para que los capacite en deporte adaptado".

A pesar del avance que hay y de la información, el "no" sigue siendo la primera respuesta y es algo que quieren corregir. "Nos ha pasado que, así como en los clubes, en escuelas secundarias dicen que no aceptan un niño con discapacidad, pero no aclaran que es porque no saben trabajar con ellos, sino que directamente los envían a una 'escuela especial'. En esos casos les contamos qué resoluciones existen, cómo pueden hacer para que el chico acceda y aprenda y les damos todas las facilidades para que puedan trabajar con personas con discapacidad en su espacio, siempre que no sea un caso complejo", aseguró Ricci.

Mejoras y crecimiento

Desde que empezaron a trabajar en Concordia, hace algunos meses, la participación comenzó a crecer. Ya no son sólo los vecinos del barrio los que se acercan. "Viene gente de todos lados, incluso de localidades cercanas del departamento. A veces vienen acá porque se hace muy difícil conseguir turnos en los hospitales así que tratamos de hacerles la rehabilitación y de paso el apoyo escolar", indicó el profesional, aunque aclaró que también trabajan de manera coordinada con los nosocomios para pedir atención y consiguen sillas de ruedas y elementos ortésicos para entregar.

La rehabilitación y el abordaje integral de los problemas que tienen los niños con discapacidad es lo que tienen como objetivo los impulsores del proyecto, pero al llegar a la ciudad se dieron cuenta de la realidad que rodea al salón comunitario y piensan en hacer algo más: una "juegoteca barrial". "Notamos que andan muchos chicos en la calle, hicimos un diagnóstico, una especie de censo, y se nos ocurrió junto con la abogada que haya una juegoteca para que cualquier niño pueda acceder a ese lugar", explicó.

Surgen nuevas ideas, y el deseo de seguir creciendo está presente, pero el grupo espera cumplir el mayor propósito. "Queremos tener nuestro lugar propio, pero como nos solventamos a pulmón y jamás hemos tenido más que donaciones de la gente se hace difícil. Las personas son solidarias, nos han donado computadoras, televisores, juguetes y otros elementos. Nosotros trabajamos gratis todos, pero esperamos poder tener algún avance para crecer más", concluyó.

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