Gisela Mesa [email protected]


No voy a hablarles de un hombre común. Haré la historia de un hombre y su cruzada con la educación. Supo de los golpes de la vida, de la infancia rota, fue de libro en libro y comprendió que la docencia era su destino. Hablamos de Arístides Álvarez docente, ex director del Instituto Educativo Zona Oeste, especialista en temáticas como acoso escolar y en redes sociales. Presidente de la ONG “Si nos reímos, nos reímos todxs”. En un extenso diálogo con Mirador Provincial, repasamos su infancia, sus raíces y demás menesteres.

Docencia
- ¿En qué momento decidió dedicarse a la docencia?
- Casi por casualidad, creo que fue el destino que quiso que acompañe a una amiga al instituto Belgrano a averiguar por una carrera y allí la secretaria me preguntó de curiosa nomás qué hacía, y le comenté que estaba estudiando Análisis de Sistemas y que era técnico en computación. Me ofreció entonces dar clases porque se le había ido un docente repentinamente. Así que me dio el programa de la materia para primer año de nivel superior de la carrera de Analista de Sistemas. Al otro día estaba dando clases. Eso fue en 1985, yo tenía 24 años. Había preparado alumnos particulares en casa, pero a partir de allí descubrí en mí una verdadera vocación docente que me ha hecho y me hace muy feliz.

- ¿Cómo llegaste a ser director del Instituto Superior Zona Oeste?
- Hacía dos años que daba clases en ese instituto en nivel superior. Se había jubilado la directora, una mujer de 76 años, al quedar vacante el cargo, llamaron a concurso pero no hicieron bien las cosas desde la representación legal y fue anulado. Entonces volvieron a hacerlo y entre tres postulantes fui electo por la comisión directiva como director-rector de ambos niveles (superior y medio). Fue una gran sorpresa para mí, recuerdo que antes de tomar el cargo les advertí que yo era delegado de SADOP y que no renunciaría a mi militancia en el sindicato, también consulte en SADOP si ellos acordaban mi designación y ambas partes estuvieron de acuerdo. Fui un director “gremialista” así me decían algunos docentes, de hecho a partir de mi gestión se afiliaron muchos docentes y comenzaron a participar del gremio, incluso la escuela comenzó a adherirse a los paros, cosa que antes nunca pasaba, solo hubo un caso de despido durante mi gestión. Siempre me preocupé porque se respeten los derechos laborales de los docentes. En mi gestión les di mucho protagonismo a todas las personas de la comunidad educativa, desde los asistentes escolares, preceptores, bibliotecarios, docentes, secretarios, supe delegar y darles confianza para que trabajen. Creo que ese fue mi principal logro.

Educar para libertar
- ¿Cuál creés que debe ser el rol social de la escuela?
- Un rol social primordial, fundamental, que no pasa hoy por la transmisión de saberes, sino en la contención, en el trabajo colectivo, cooperativo, solidario. La escuela debe integrar e incluir a todos, debe igualar en oportunidades, debe alejar de los alumnos toda forma de acoso, maltrato o discriminación. Debe realmente ser el segundo (y a veces el primer hogar) de los alumnos donde se sientan contenidos, escuchados, queridos. Debe formar en la capacidad de tomar decisiones, debe acentuar las responsabilidades y la voluntad por el estudio y el trabajo. No la meritocracia, sí la igualdad de oportunidades. No debe evitar hablar de política, al contrario, debe fomentar la participación política como ciudadanos que no es necesariamente la participación en política partidaria, aunque esto último no debe asustarnos. La escuela es aún una de las pocas instituciones que está en pie, y su carencia quedó demostrado en esta pandemia que ocasiona daños severos en los niños y adolescentes. La ruptura del vínculo con la escuela deriva directamente en jóvenes y niños en la calle o encerrados en un mundo tecnológico que los aleja del afecto.

- ¿Dónde creés que surge el génesis en tu vida que te llevó a generar estas propuestas poco común que es hablar del bullying?
- Sin dudas fue al asumir la dirección de la escuela y estar en contacto con tantos chicos y chicas que disfruté de ello y quería que nadie sufra y todos la pasen bien. Yo vengo del área informática, fui docente de informática y de sistemas informáticos durante toda mi trayectoria docente (35 años), algo muy tecnológico, muy frío. Trabajé muchos años a la par de la docencia en consultoría, interactuado con las personas, allí me destaqué más que en lo tecnológico, pero sin dudas lo que más influyó fue mi militancia gremial, donde aprendí a pensar en lo colectivo, y la licenciatura que hicimos junto con el SADOP en la USAL (Universidad del Salvador) en animación de organizaciones sociales y culturales en el 2006-2009 me abrió mucho la cabeza y el corazón a lo social, a lo cooperativo, dejando de lado lo frío de trabajar solo en tecnología. Esta licenciatura facilitó mi nombramiento y mi desempeño como director significativamente.

- ¿Cuál es tu filosofía de enseñanza?
- El compromiso, la pasión, el amor, la participación de los alumnos, la permanente ida y vuelta, nunca pararnos en el lugar del saber y la autoridad. El diálogo abierto, llano, mis alumnos todos me tuteaban. Me decían “Ari”, pero nunca por eso me faltaron el respeto. Es fundamental saber que detrás de cada alumno hay una historia que los docentes debemos conocer para entender sus actitudes, sus necesidades, sus desvelos.

- ¿Se puede educar sin pasión?
- No, definitivamente no, solo sería un mero trabajo remunerado. La pasión es imprescindible, la pasión y el amor por la docencia, por la escuela. Siempre digo que al pisar una escuela, piso territorio sagrado como un templo o iglesia.

- ¿Qué valores ha intentado inculcar a los alumnos en su etapa como director del Instituto Superior Zona Oeste?
- Fundamentalmente los valores de la solidaridad, del compañerismo, del respeto hacia los compañeros y adultos, la empatía, el involucrarse, el pensamiento crítico para exponer sus ideas siempre desde saber escuchar y desde el consenso. Trataba permanentemente de involucrarlos en proyectos extra curriculares, como acciones solidarias, concursos, certámenes, viajes, talleres de rap, teatro, ajedrez. Los alumnos se enganchaban mucho, pero no siempre lograba lo mismo en los docentes, no obstante yo seguía con aquellos que participaban y no me detenía en los indiferentes.

- ¿Qué experiencia como director destacaría?
- Recuerdo muchas y buenas experiencias, sobre todo la protagonizada por los alumnos incentivados desde la dirección. Siempre sostuve que cuando se los motivan los chicos son capaces de hacer grandes cosas. Destaco el grupo de chicos que hacía free style (rap improvisado) con el cual fuimos a muchísimas escuelas a hacer rap por la convivencia y el efecto en las comunidades educativas era extraordinario. Llegaron a cerrar jornadas para cientos de chicos en Tecnópolis, en el Ministerio de Cultura de la Nación, en actividades de la Defensoría del Pueblo, y hasta fueron felicitados por el Ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni. No obstante algunos de los momentos más emotivos fueron haber recibido un premio nacional como docente innovador en Misiones, una nota en la CNN español, en paka paka y en La Nación.

La importancia de la ESI en las escuelas
“Recuerdo, una alumna que me pidió una reunión por facebook en la dirección y allí en presencia de la madre se animó a contarnos y a contarle que su pareja (el padrastro) abusaba de ella desde hacía varios años. Fue un momento terrible, pero allí quedo claro cuál es el rol de la escuela”.

- ¿Cuál es el secreto para no perder la pasión, pese a las adversidades a lo largo de los años?
- La alegría de hacer lo que a uno le gusta, no detenernos en los fracasos y afianzarnos en los logros. Nada es más lindo que te llamen “profe”, “maestro”, “seño”, eso no tiene precio. Cada día de docente al acostarme recordaba lo que había sucedido en el día y siempre había cosas para rescatar, aunque muchas veces me he desvelado y levantado en la madrugada a escribir un proyecto, un artículo, una nota. Eso es pasión sin límites. Por supuesto que es importante tener el acompañamiento de la familia para que esto sea factible.

- ¿Cuáles son los peores errores que se están cometiendo en educación estos días?
- La escuela sigue siendo aburrida para los alumnos. Hay que descontracturar el aula, salir al patio, al jardín, romper ese esquema de banco alineados donde solo se ven los chicos con los de al lado o el de adelante. La escuela debe ser un espacio de encuentro, de alteridad, de tolerancia, donde hagamos amigos y compañeros para toda la vida, donde nadie regrese triste o angustiado porque fue maltratado, humillado, discriminado. Debemos dejar de lado esa escuela de formación bancaria que aún subsiste. Todos y todas deben tener voz.

Sistema público
- ¿Cuál es tu visión sobre la educación pública?
- La educación pública cumple un rol primordial el de brindar igualdad de oportunidades, el de contener y el de reunir al hijo del almacenero, con el del médico, abogado, albañil o desocupado. Privilegiar el presupuesto educativo, con docentes bien pagos, formados, comprometidos, restaurar la alianza de la escuela con las familias, para trabajar codo a codo con un Estado presente. Apostar a la enseñanza del cooperativismo y mutualismo escolar sobre la competencia y los méritos.

- Estamos atravesando un momento de pandemia, de aislamiento, de muchas muertes a causa de este virus llamado covid-19. ¿Qué pensás de la escuela presencial y la escuela virtual?
- Nada puede suplir ni siquiera acercarse a la presencialidad. Aunque en estos momentos de aislamiento las plataformas virtuales son una excelente herramienta para mantener el vínculo pedagógico, pero mientras sigan existiendo grandes desigualdades en el acceso a la tecnología, a la conectividad, esa alternativa se vuelve injusta y genera grandes injusticias y desigualdades. En eso nada reemplaza a la presencialidad. El Estado debe subsanar estas desigualdades en forma urgente.

-¿Cómo nació "Si nos reímos, nos reímos todxs"?

-Nació como la necesidad de trabajar orgánicamente a través de una asociación y no en forma individual, un proyecto que perdure y se consolide en el tiempo más allá de las personas. Y lo estamos logrando, hoy somos más de 25 personas de varias provincias trabajando en conjunto y seguimos creciendo y sumando, algunos quedan en el camino, pero son muchos los que suman.

-¿Cuál es el objetivo de la ONG?

-Trabajar por la convivencia, la prevención de toda forma de violencias, acoso, maltrato y discriminación entre niñxs y adolescentes en los espacios donde conviven (escuelas y clubes) y entre adultos en el ámbito laboral.

-¿Qué proyectos hay a futuro?

-Muchos, como un largometraje sobre Bullying, un observatorio sobre grooming enla provincia de Santa Fe, lograr la adhesión a la ley nacional 27590 de prevención del acoso y ciber acoso, que se hable sin temor y sin tapujos de acoso en las escuelas y clubes para prevenirlo. Estamos trabajando en el país y en Latinoamérica, recibimos consultas desde México hasta Chile.

Raíces

-Contanos sobres tus padres y el barrio donde creciste.

-Nací en Centeno, a 100 km de Rosario, mi padre era ferroviario y mi madre hija de ferroviario. Al año de vida nos vinimos a vivir a Rosario, Mi padre era muy violento con mi madre, era golpeador, a mis 6 años de edad, se separaron , yo me fui con mi madre y mi hermano se quedo con mi padre, ,luego se fue a la Marina. Sufrimos con mi madre muchas necesidades económicas, vivimos en pensiones, en casilla de madera y techo de chapa, pero con mucho amor y contención. Mi madre era una mujer muy trabajadora, cuidando que no falte la comida y que yo pueda estudiar. Y ese fue su mayor legado el amor al trabajo y al estudio. A mi padre lo veían los fines de semana, tuve una buena relación pero quedaron muchas cosas pendientes. Con mi hermano también perdimos muchos tiempos compartidos. Me quedaba mucho tiempo solo mientras mi madre trabajaba y entonces mi tiempo era de lectura, iba muchas horas a la Biblioteca Argentina, allí me devore libros, enciclopedias, Sabía que era en el estudio y la formación la posibilidad de vivir un poco mejor y devolverle a mi madre la satisfacción por sus sacrificio. De niño viví en el centro en una pensión en calle Urquiza, teníamos una habitación y compartíamos el baño con los vecinos. La cocina, el comedor y el dormitorio estaban en la misma habitación. Pero fueron tiempos de necesidades pero de intenso amor con mi madre. En esa pensión hoy funciona la FM tango, y después de muchos años volví varias veces no ya como aquel niño, sino como un hombre formado a dar notas en la radio sobre educación. En estas escenas, en estas postales quedo plasmado lo que el esfuerzo y el estudio pueden lograr en una persona humilde. Tuvimos muchas mudanzas y eso me afectaba mucho, aun hoy al tenerlas (no soy propietario) es una situación que me angustia muchísimo.

-¿Qué extrañas de tu infancia?

-Los amigos de la escuela, la biblioteca, la plaza Guernica, el fútbol en la calle,

Familia

-¿Cómo está compuesta tu familia?

-Soy casado en segundas nupcias, tuve un hijo (Andrés) con mi primera esposa (Marcela) con la cual tengo una excelente relación y luego con mi esposa actual Alejandra tuvimos tres hijos varones (Guido, Nicolás y Juan Cruz). Andrés tiene 30 años y es politólogo, hoy vive en Dinamarca, Guido es Ingeniero en Telecomunicaciones y está haciendo una maestría en la CONAE (Comisión nacional aeroespacial) en Córdoba, Nico y Juan son profesores de educación física y jugadores de futsal. Son los 4 mi mayor orgullo y entre ellos tienen una excelente relación que supimos cultivar gracias a mi esposa Alejandra.

El legado

-¿Qué te gustaría decirles a tus nietos cuando lean esta nota?

-Que tuvieron un abuelo que venció las necesidades con esfuerzo y amor al estudio y al trabajo. Que sean felices en lo que hagan, que le pongan amor y pasión, que no todo es lo material, que hay cosas mucho más valiosas como la familia, la escuela y la Patria. Que se sientan orgullosos del suelo donde nacimos y no envidien de otro su bandera, que amen a su familia y nunca la dejen de lado, que vivan cada día intensamente como si fuese el último.