Belén Fedullo 
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Mientras el coronavirus sigue acechando a los concordienses y esta semana la cantidad de contagios llevó a una ocupación total de las camas de la Unidad Crítica para pacientes contagiados, hay una discusión que parece no tener fin y es la que pone en el centro de la escena el modo en que se trabaja en el ámbito educativo.

Por decisión del Gobierno provincial, Entre Ríos suspendió la presencialidad a través de un decreto. Estaba previsto que esa suspensión durara una semana, pero ya lleva tres. Concordia está catalogado como departamento en “alto riesgo” y eso lleva a pensar estrategias para reducir la circulación y los contagios.

Luego de la primera semana, en la que todo el país tomó medidas similares y ni siquiera los comercios abrieron sus puertas, desde la Gobernación emitieron un decreto en el que indicaban que, salvo en la capital provincial y en el Gran Paraná, en el resto de los departamentos volverían las clases presenciales. El intendente de Concordia decidió pedir al Consejo General de Educación la continuidad de la suspensión en su ciudad, y así sucedió.

A la semana siguiente, nuevamente el Gobierno provincial emitió un decreto en el que permitía actividades, entre ellas las clases presenciales. En esta oportunidad, Concordia decidió permitir el retorno de nivel inicial y primaria, aunque luego muchas escuelas decidieron no volver a las aulas.

En medio de la situación de crisis crece la tensión. Algunos dirigentes opositores se quejaron por la suspensión de la presencialidad y padres agrupados decidieron salir a protestar en la casa del intendente. Desde el sector relacionado con la educación tienen una visión casi de consenso con lo que realmente debe debatirse al hablar de presencialidad.

En primera persona

María Medrano es docente de nivel inicial en la escuela número 51 Felipe Gardell. Trabaja en uno de los niveles que debía volver a las aulas el lunes 7 de junio. En su escuela tomaron la decisión de no hacer regresar a los alumnos a compartir espacio y ella da su punto de vista acerca del debate que se genera alrededor de las decisiones gubernamentales.

“Sostener la no presencialidad en este momento crítico de la pandemia fue una decisión fundamentada en la priorización de la salud. Los docentes podemos llevar el virus a los niños de la escuela, a vez que podemos contagiar a nuestros hijos”, dijo.

La docente también hizo hincapié en el cambio que significó la llegada de la pandemia en su trabajo. “Desde el comienzo de la pandemia, el año pasado, día a día cambia la información que tenemos sobre el virus. Y repensar y readaptarnos fue nuestro objetivo principal. Aprendimos a sostener la educación desde diferentes aspectos, con diferentes herramientas. La modalidad mixta nos lleva tanto a las nuevas maneras de planificar los aprendizajes como a cuestionarnos si estamos cumpliendo con el propósito de la educación inclusiva. Las dificultades de conectividad de las familias de los niños es el mayor obstáculo y nuestro mayor desafío”, aseguró.

Cuestión saldada

Luis Niz es el secretario de Educación de Agmer Concordia. El gremio calificó como “disparatada” la decisión de la gobernación de que volvieran al aula niños de primaria y nivel inicial, y el gremialista explica cuáles son las consideraciones que hacen al respecto.

“En lo que se refiere a este año, lamentablemente la presencialidad fue tomada como la trinchera electoral de Cambiemos, empezando por la carta de Macri en enero pidiendo que abran las escuelas, luego hicieron clases abiertas, que de hecho hubo una en Concordia que tuvo la participación de un rector de Concordia que simpatiza con ese espacio y terminó todo con estas últimas movidas de caravanas y escraches en la ciudad. En otros departamentos fueron directamente al gremio e hicieron clases abiertas, exponiendo a los chicos menores de edad. Es lamentable que hayan metido a la educación en la contienda electoral. No es sólo nacional, porque el Gobierno provincial con las últimas decisiones que tomó, de hacer volver a departamentos en riesgo, también entró en estas especulaciones electoralistas”, dijo a MIRADOR ENTRE RÍOS.

Sobre el debate que se da en distintos sectores, mencionó: “Debatir sobre si la presencialidad sí o no, entiendo que es una cuestión saldada. Es insustituible la presencialidad, no hay nada mejor que dar clases con los chicos en el aula, que el contacto entre docente y alumno, eso no resiste ningún argumento en contra. Creo que el debate va por otro lado, en este contexto hay que garantizar el cuidado y la preservación de las comunidades educativas y garantizar el derecho social a la educación. La virtualidad garantiza el derecho y el contacto con cuidado, más en este contexto de tanta circulación del virus”.

“Cuando se habla de presencialidad se piensa muy linealmente, creen que hablan de la presencialidad plena que conocimos en la antigua normalidad, pero para volver a eso falta mucho, lamentablemente. Por más que ciertos sectores, incluido el Gobierno provincial, quieran volver a eso, estamos lejos”, aseguró Niz, que dio una explicación sobre por qué piensa de esa manera: “Lo que hay ahora, desde que se inició el ciclo lectivo 2021 es la educación bimodal con cierta preeminencia de la presencialidad, pero no van todos los días, son burbujas. Alrededor de eso cada escuela debió organizarse, porque hay profesores en los grupos de riesgo, alumnos también, y hubo que hacer una adaptación. Eso es lo que tenemos hoy”.

Debate estéril

El profesor Emiliano Vallejos es director de Educación Municipal y también hizo un análisis sobre cómo lo ve desde el sector en que trabaja. “En este momento debemos ser muy cuidadosos. El debate presencialidad sí o no es estéril, en tanto y en cuanto no midamos las múltiples consecuencias que podrían tener ambas aristas. Somos conscientes del impacto negativo que nos ha dejado la falta del vínculo humano entre docente y alumno. Realmente nos hemos dado cuenta lo necesario que es. Amén de las enormes desigualdades de acceso a la conectividad en Concordia, en Entre Ríos y en Argentina toda, pero esto no puede ir en contra del bien común, que es salvaguardar la salud de las comunidades educativas y el entorno que la rodea”, mencionó.

El docente llevó la discusión a un plano más cercano a la ciencia. “Desde ya que hay mucha literatura sobre el impacto negativo en trastornos psicológicos, aprendizajes, desigualdades, economía y género cuando se cierran escuelas. Todo esto debe ser considerado al interrogarnos o plantearnos si cerrar escuelas baja o no la circulación del virus, y está bien que así sea. La evidencia no es una verdad absoluta. La ciencia no funciona así. Uno junta todas las piezas posibles y añade diversas dimensiones: contexto, legitimidad de una medida, nuevas cepas, población vacunada, efectos secundarios, etc. Sobre esto se debieran debatir los dilemas morales”, indicó.

Al igual que los integrantes del gremio, el titular de Educación municipal pone una cuestión por sobre las demás, la vida, y propone más cercanía a la hora de abordar este tema tan sensible: “Estoy seguro de que la ciencia, los consensos y la unidad salvan vidas. Estos consensos no se logran con posiciones radicales absolutas. Sólo la complejidad nos ayuda a salir de las crisis, no la grieta”.

Piden restricciones para actividades culturales y deportivas

En una reunión del COES Gualeguaychú de la semana pasada, la directora Departamental de Escuelas, Marta Irazábal de Landó, planteó la necesidad de dar previsibilidad sobre lo que ocurrirá con la presencialidad en los establecimientos educativos. Asimismo, los integrantes del COES coincidieron en la necesidad de que cuando se determine la no presencialidad en las escuelas, esa medida sea acompañada por la suspensión de las actividades extracurriculares, como las prácticas deportivas o culturales, con vistas a bajar el número de casos positivos de coronavirus en ese departamento del sur entrerriano.

Vacunación

Mientras tanto, tras varios pedidos de los gremios, días atrás comenzó la vacunación masiva contra el coronavirus a docentes de Concordia y otros departamentos de la provincia.