Sabina Melchiori
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Marisa Yabrán es la propietaria del hotel Aguay, uno de los hoteles de mejor categoría de Gualeguaychú, ubicado en la costanera, frente al río. “Arrancamos en enero de 2001, el año de la crisis, de modo que de crisis estamos acostumbrados pero ninguna como esta. Además, en aquella crisis teníamos la fuerza de la juventud”, manifestó en diálogo con Mirador Entre Ríos.

Las puertas del Aguay fueron cerradas el 17 de marzo del 2020 y volvieron a abrirse exactamente nueve meses después: el 17 de diciembre, un fin de semana antes a la Navidad. Algo que ni sus dueños, ni sus trabajadores, ni nadie hubiera previsto. “La pandemia fue muy cuesta arriba, nos apoyamos muchísimo entre los prestadores, al menos como para hacer catarsis, aportar ideas o como pedir la suspensión del servicio de cable”, contó Yabrán, y agregó que la temporada de verano “fue buena” a pesar de no haberse realizado el Carnaval del País, espectáculo que atrae a muchos turistas.

En ese sentido, destacó que se potenciaron todas aquellas propuestas relacionadas a las actividades al aire libre y “se trabajó bien con la Municipalidad desde donde se hizo buena promoción de la ciudad”. Desde el hotel, observó que “mucha gente vino por primera vez a Gualeguaychú”. Por otra parte, reconoció que “sin la ayuda del ATP y el REPRO, que nos ayuda a pagar los sueldos, no hubiéramos podido sostenernos”.

Turismo aventura

Con “Gualeguaychú Aventura”, Raúl Almeida ofrece excursiones, guías de pesca y actividades en la naturaleza. Ante la situación sanitaria, solamente pudieron ofrecer su servicio de turismo aventura durante enero y febrero, cuya ganancia apenas les alcanzó para gastos mínimos.

Su experiencia con los alivios fiscales y créditos no fue buena: “No he podido acceder a ninguna ayuda del gobierno, es más, me han hundido porque las exigencias para acceder a los créditos para PyMES eran imposibles de cumplir. El año pasado no pude trabajar durante ocho meses, entonces la Afip me bajó de categoría y como para acceder al crédito pedían determinada categoría, no calificamos. Además, nos exigían libre deuda cuando estábamos sin trabajar. Nos cobraron los impuestos todo el año de pandemia y para colmo la Municipalidad aumentó sus impuestos”.

Gastronomía

Agustín Rosado, junto a su hermano, lleva adelante desde hace 16 años el resto bar “Vamos Argentina”, que abre de noviembre a abril en la costanera de Gualeguaychú. Además, desde hace cuatro años, manejan juntos el restaurante “El cuchillo entre los dientes”. Por su parte, hace pocas semanas Agustín asumió la presidencia de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de la ciudad. “El año pasado estuvimos varios meses cerrados, fuimos abriendo a medida que nos autorizaban y este año cerramos durante los días de confinamiento. Ahora estamos trabajando con restricciones horarias”, detalló a este semanario.

Desde su rol como presidente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos, dice que la situación “es catastrófica”, y agregó que “la temporada ayuda a enderezarte, pero desde abril en adelante es un día a día. Estamos siempre esperando los DNU para saber si podemos abrir. La restricción horaria nos impide extendernos más con el servicio”. “El panorama es más que complejo”, sintetizó Rosado, quien no dudó en asegurar que el sector hotelero ha sido el servicio más perjudicado. “Soy optimista para no irnos al ´tacho`, estamos necesitando pensar en primavera y verano y apostar a construir una ciudad realmente turística”, concluyó.

Termas

Termas del Guaychú es un complejo termal con cuatro piletas de agua termal y cuatro de agua fría para los meses de verano que se inauguró en el 2008. En el complejo, ubicado en un predio de 120 hectáreas, hay 86 búngalos, 366 plazas. Además, hay 80 hectáreas de reserva natural que abarca los ambientes de monte espinillal, bosque en galería y parque chaqueño y donde se realiza senderismo diurno y nocturno, safaris fotográficos y avistaje de aves. También cuenta con un restaurante, una proveeduría, spa y un sector de venta de regionales.

Enzo Olmedo informó a este medio que “desde que comenzó la pandemia hemos trabajado muy poco, cerramos los primeros días de marzo de 2020 y volvimos a abrir el 24 de diciembre de 2020. Fue un año sumamente difícil, por suerte pudimos trabajar durante la temporada de verano lo que nos dio alivio. Después volvimos a cerrar a mediados de mayo y todavía permanecemos cerrados”.

Vacaciones de invierno

Yabrán, del Hotel Aguay, reconoce que no tiene demasiadas expectativas “porque el temor está en que tres días antes nos cierren ante un rebrote como pasó el fin de semana del 25 de mayo. Fue una pena que lo hayan manejado de esa manera, fue frustrante”.

Raúl Almeida se mostró aún más pesimista: “Tengo malas expectativas para vacaciones de julio porque la gente no creo que se mueva mucho. No hay plata”. En coincidencia, Agustín Rosado, señaló: “En vacaciones de julio va a estar complicado, falta poco y hay pocas consultas. Será un día a día”. Por su parte, Enzo Olmedo, de Termas del Guaychú contó que tienen muchas ganas de trabajar pero es mayor la incertidumbre que las expectativas. “Estamos cautos, no sabemos si vamos a estar habilitados. Estamos a la espera de los nuevos DNU y que mejore la cuestión sanitaria para trabajar con un poco de previsibilidad, porque es una actividad que requiere tiempo de preparación”.