Lucía Torres
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Emiliano Ceroleni es uno de los productores que se reunieron el pasado fin de semana en el espacio Kaypachawasi bajo la consigna “Pulso Encuentro”. Un encuentro de productores y personas vinculadas al cuidado de la madre tierra, para la venta e intercambio de sus productos.

“Es una convocatoria autoconvocada y autogestiva”, explicó Emiliano, aclarando que los Pulso Encuentro, que van por su tercera edición, es donde se reúne “un colectivo de personas emprendedores que estamos hace unos años comunicados y tratando de organizarnos en estos encuentros donde se pueden intercambiar productos, semillas, plantines, conocimiento, y fundamentalmente encontrarnos”.

En cuanto a este encuentro mencionó que lo habían gestado antes de la pandemia pero debieron hacer un corte lógico, “y como ahora está ´aflojando´ el tema, decidimos retomar”. Lo que se puede ver o encontrar en estas ferias es muy variado: “Es un encuentro de productores, emprendedores, artistas, artesanos que decidimos juntarnos. Todo es más fácil colectivamente, más cuando estamos en la búsqueda de algo alternativo”.

En cuanto a su propuesta contó que son productores agrícolas, “hacemos hortalizas, tenemos algo de cosmética natural, algo de condimentos y especias”. Junto a ellos había mucha propuesta alternativa. Personas que venden insumos agrícolas producidos en Entre Ríos, cosmética natural, sahumos, tejido qom, libros, cerveza artesanal, comida casera, músicos, payadores, espectáculo de títeres, “un revuelto gramajo cultural”, afirmó Ceroleni.

Los productos que allí se venden y muestran son todos ecológicos, “usamos productos agroecológicos, orgánicos, de producción local, tenemos ungüentos hidratantes, tinturas madre, condimentos deshidratados, huevos de nuestro gallinero y semillas”. Ceroleni, junto a su pareja y socia en El Matorral, forman parte además de un círculo de hortelanos locales donde intercambian semillas y genética natural.

Entre los productos que llevó para exponer y para la venta había choclos con granos de distintas tonalidades, al respecto explicó que eran de producción propia, con granos agroecológicos, “se mezcla por polinización cruzada, los choclos más pequeños son pizingayo, para hacer pororó, pero el tema del color es porque se mezclaron uno morado con uno blanco por polinización cruzada, eso pasa con las semillas criollas, es algo natural”.

La vuelta a lo natural como necesidad

Durante la jornada se juntaron firmas para apoyar la propuesta de que se declare la emergencia por agrotóxicos en Entre Ríos. “Para nosotros no es menor esta situación, es algo que nos ocupa el poder concientizar sobre el mal uso de estos productos”, dijo el entrevistado, remarcando que al vivir en un contexto rural, “es algo que se lo padece, quizás en las ciudades grandes no se ve tanto, pero creemos que es fundamental visibilizarlo ya que no está en los medios de comunicación hegemónicos, se habla muy poco, por eso desde nuestra parte queremos poner sobre la mesa qué realidad o qué contexto queremos de acá en adelante”.

Siguiendo en esta línea, el productor mencionó que una vez que pase la pandemia del Covid-19, “nos tenemos que replantear lo que queremos como sociedad, es una pregunta que está bueno comenzar a hacerse, y lo más nefasto es que el efecto de esto no es instantáneo, es acumulativo, con los años o para las próximas generaciones hace estragos”.

Por su parte, Patricia Páez, otra de las expositoras, contó que las firmas son para que se declare en Emergencia Ambiental a Entre Ríos “por el problema de la manera de producir con agrotóxicos y los problemas que causa en la población”.

La emprendedora recordó que anteriormente se había logrado un amparo ambiental de que protegía a las escuelas rurales de las fumigaciones “pero se lo dio de baja, eso es básicamente lo que se pide”. El paso siguiente con las firmas que se recolectaron en Chajarí es unir las planillas a las que se juntan en Gualeguaychú con este mismo fin.