Literatura y memoria

La hermanita perdida, una ficción sobre Malvinas a cuarenta años de una herida que sigue abierta

La última novela del prestigioso escritor y docente universitario Roberto Retamoso sale a la luz y Mirador Provincial mantuvo un extenso diálogo con el autor.
29-04-2022 | 11:47 |

Malvinas fue una derrota que fue al mismo tiempo una frustración, para nuestra sensibilidad y conciencia histórica, a la que hubo que procesar y admitir como se pudo.
Foto:Gentileza
Ariel Gustavo Pennisi
[email protected]

Durante el año 2021, los fieles lectores del periódico semanal rosarino El Eslabón, conocieron durante entregas semanales la historia que compone "La hermanita perdida" del reconocido escritor y docente universitario Roberto Retamoso. En los próximos días y en el año del cuarenta aniversario de la improvisada guerra de Malvinas, la novela sale a la luz en formato libro gracias al trabajo de la cooperativa periodística La Masa.

La trama de la historia gira en torno al inenarrable padecimiento de los soldados argentinos en Malvinas a través de la mente del joven Juan López, personaje ficticio que en la profunda y conmovedora ficción, no solo fue víctima de la guerra de los 74 días, sino que, antes padeció las consecuencias de la represión ilegal de la última dictadura militar al perder por medio del secuestro seguido de desaparición física a su padre y madre embarazada.

Como dice el gran Ricardo Piglia en voz de Emilio Renzi, "cualquier libro de historia que no tenga cinco notas al pie de página es una novela" (Los diarios de Emilio Renzi, tomo uno), Le hermanita perdida de Roberto Retamoso es una novela profunda y humana, pero, por logro mismo, podría ser un documento histórico a cuarenta años de una herida que no cierra. Mirador Provincial dialogó con el autor.

- ¿Qué te incentivó a escribir una ficción sobre uno de los episodios más dolorosos de la historia contemporánea de nuestro país?

-Por extraño que suene, me incentivó el propósito de escribir un folletín para un periódico de difusión acotada, ya que no se trata de un gran medio periodístico, ni de alcance nacional. Esto no debe entenderse como una desvalorización del medio sino todo lo contrario, ya que "El Eslabón" es un periódico hecho por una cooperativa periodística llamada La Masa, que funciona de manera autogestiva e independiente.

El desafío era, entonces, escribir una historia que sería leída en circuitos si se quiere marginales, respecto de los circuitos de lectores propios de los grandes medios de prensa. Lo cual no dejaba de representar interesantes ventajas, puesto que esa naturaleza acaso marginal de los destinatarios, significaba un público muy definido en términos ideológicos y políticos: un público con el que no había necesidad de persuadir acerca de la veracidad del relato, y con el que no había que confrontar a nivel de la perspectiva con que se contaba la historia. Un público amigable, podría decirse, que garantizaba a priori una recepción positiva del texto, en la medida en que respondiera a sus expectativas estéticas y literarias.

-Como ciudadano que vivió aquellos tiempos oscuros y dolorosos, ¿qué resonancias tenés de Malvinas?

-Resonancias muy dolorosas, como bien señalás. Malvinas para mí no tiene nada de épico, salvo la participación de los soldados -de los soldados, subrayo, no de los oficiales ni de los mandos militares- que lucharon y murieron en esa guerra.

Malvinas fue para mí el intento desesperado de salida hacia adelante, de fuga hacia el futuro, de una dictadura genocida cada vez menos sólida, o firme. Fue un manotazo de ahogado, que buscó vanamente galvanizar un apoyo al gobierno genocida, atrás de una reivindicación histórica del pueblo argentino.

No puedo dejar de recordar, empero, que un par de días después de la histórica movilización del 30 de marzo de 1982, convocada por la CGT, y salvajemente reprimida, una multitud salió a vitorear a Galtieri en la Plaza de Mayo. Hubo amigos míos que estuvieron ese día en la Plaza, y yo les decía que no podían estar tan equivocados. Creo que el tiempo me dio la razón, y tiendo a exculparlos pensando que lo hacían por necesitar aferrarse a alguna causa, que le diera un sentido positivo a todo el horror que estábamos viviendo.

Como sea, ese entusiasmo duró muy poco, tanto como los aires victoriosos que apañaron el desembarco. Después vino lo inevitable, lo que necesariamente debía ocurrir, dada la enorme diferencia de potencial y recursos bélicos propios de cada bando.

Quedó, así, una derrota que fue al mismo tiempo una frustración, para nuestra sensibilidad y conciencia histórica, a la que hubo que procesar y admitir como se pudo, porque sigue doliendo la presencia del colonialismo inglés en Malvinas, del modo violento y agresivo como lo hizo desde que conquistaron las islas en el siglo XIX.

Pero, además, duele saber lo que fue la experiencia de los soldados argentinos que marcharon a las islas. Fueron víctimas de todo tipo de vejámenes e incluso torturas por parte de sus superiores; pasaron hambre y frío; lucharon en inferioridad de condiciones; y aún hoy, tantos años después, no logran plenamente el reconocimiento que merecen. Simétricamente, indigna conocer el rol que jugaron sus mandos, en todos los niveles de la cadena, desde suboficiales hasta oficiales de rango bajo, medio y alto, por no hablar de los jefes que condujeron esa guerra delirante. Lo que ocurre es que una estructura de cuadros profesionales -cosa que no eran los soldados en aquel entonces- como aquellos, contaminados y manchados por la sanguinaria represión popular ejercida hasta aquel momento, no podía haber actuado de una forma distinta de aquella en la que, efectivamente, actuó.

Sobre la propuesta narrativa de la novela


-Es una novela que se publicó por entregas, en el año 2021 en el diario El Eslabón, ¿cómo fue su proceso creativo?

-Como te decía antes, mi propósito fue escribir una novela para un periódico con cuya línea editorial me siento profundamente consustanciado. Ese fue el origen. Después se me ocurrió el tema, quizás de una manera espontánea, pero que debe haber estado muy presente en mis sentimientos y vivencias más remotas, aunque yo no haya sido consciente de ello. Una vez que definí el tema, se presentó otra cuestión, porque decidí narrar la historia desde la mirada y la palabra de un soldado que está viviendo la guerra, en presente, metido en un pozo en las islas. Busqué entonces un lenguaje y un tono que pudieran representar, lo más fidedignamente, a ese personaje. Y después vino la escritura, que fue saliendo de manera bastante espontánea y rápida, como ocurre cuando uno tiene una buena historia entre manos, o entre los dientes, para contar.

-¿Cuál es la propuesta narrativa que encontrará el lector que se sumerja en La hermanita perdida?

-Está indicada, creo, en la respuesta anterior. De todos modos, agregaré algo: el título de la novela es polisémico, porque remite por una parte a una bellísima canción de Atahualpa Yupanqui y Ariel Ramírez, compuesta en la década del sesenta del siglo pasado, de la que se apropió la dictadura durante la guerra para utilizarla como símbolo de la causa. Y por otra parte remite a un episodio ficticio, pero absolutamente verosímil, que narra la novela, ya que ese soldado de 18 años que lucha en la guerra, en 1982, en el año 1976, cuando tenía doce años, presencia el secuestro de sus padres por parte de un grupo de tareas de la dictadura. En ese momento su madre estaba embarazada de una niña, y no se supo más nada de ella (como tampoco de su padre), por lo que ese muchacho, y sus abuelos, ignoran el destino de esa hermana, a la que esperaban ver nacer cuando sus progenitores fueron desaparecidos.

Hablar de Malvinas


-Como profesor de gran trayectoria en la universidad, ¿cree que se habla de Malvinas en las universidades de Argentina?, ¿por qué es necesario hacerlo?

-Creo que se habla más que antes. En la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR existe el Programa Malvinas, dirigido por el profesor Darío Barriera, dedicado a la investigación y la difusión del tema.

Es necesario trabajar ese tema porque la universidad es quizás el ámbito más apropiado para llevar adelante ese tipo de investigaciones, y porque además forma conciencia entre los jóvenes que transitan por sus aulas. Pero además es necesario porque se debe generar una fuerte conciencia, una sólida convicción, respecto de los métodos que se deberían seguir para recuperar las islas, que no pueden ser NUNCA MÁS militaristas y aventureros, honrando nuestras tradiciones diplomáticas históricas.

-¿Qué lectura se puede hacer de los años de olvido y desprotección por parte del arco político hacia los excombatientes?

-Creo que son consecuencia de la mala conciencia. Los ex combatientes siempre fueron un incordio para el arco político, como lo son muchas veces las víctimas de la dictadura. Son el testimonio inadmisible de un tiempo de horror al que, aun solapadamente, muchos políticos hoy día siguen, si no reivindicando expresamente, por lo menos justificando.

Lo que ocurre es que los ex combatientes son una expresión popular "indigerible" para la política de modales "light", por más que se disfrace con los ropajes del liberalismo y la democracia.

-¿Argentina saldó su deuda histórica con sus ex combatientes?

-Entiendo que no, porque todavía hay reivindicaciones, sobre todo económicas, que no han sido satisfechas.

Temas: EN RESUMEN EL MIRADOR EDICION IMPRESA 
Mirador Provincial en

Además tenés que saber:


+ Noticias

Equipos santafesinos sin triunfos en el ascenso

Los elencos de la provincia no celebraron el pasado fin de semana, en una nueva fecha de los torneos de ascenso. Sumaron Central Córdoba y Sportivo Las Parejas, que empataron sus respectivos cotejos.


En Portada / Santa Fe
En Portada / Entre Ríos
Duatlón rural en Viale, en el Día del Trabajador

El locutor y animador Pablo Farías está al frente de la organización del Circuito Acción Modo Dua, cuya primera fecha se disputará este miércoles 1° de mayo en Viale. Su epicentro será el Polideportivo Municipal y se desarrollará la distancia de 5 kilómetros de pedestrismo, 20K de ciclismo y otros 2,5K a pie, a correr individualmente o en equipo.

Primera fecha Duatlón rural en Viale, en el Día del Trabajador