Diego Montejo
[email protected]
Cosquín (enviado especial)


Después de tres participaciones fallidas en el Precosquín le llegó su momento y se consagró ganadora en la categoría cantante solista femenina, nada más y nada menos desde la sede de su ciudad natal, Rafaela. Esta noche estará cumpliendo su sueño de subir al escenario Atahualpa Yupanqui en horario televisivo. En clima de festival y mirando la plaza que la cobijará, habló con Mirador Provincial sobre este sueño cumplido.
— ¿Cómo definís tu repertorio, es característico santafesino?
— Abarco más un repertorio popular; no me vuelco tanto a lo territorial. Me gusta cantarle al amor, al trabajo, al paisaje, es más bien amplio mi repertorio, me interesa llegarle a la juventud. Es un repertorio muy pegadizo y me gusta abarcar un público desde chicos hasta gente grande.
— ¿Qué sensaciones te corren por el cuerpo cuando pensás que vas a cantar en este escenario?
— Enfrentarme a un público como el de esta noche donde la mayoría viene a ver a Abel Pintos, para mí va a ser un compromiso enorme y un gran desafío. Ni pienso en lo que puede pasar, una vez que esté ahí arriba se me van a venir mil quinientas cosas a la cabeza. Evito pensarlo, porque si lo hago no me subo (sonrisas)...
— ¿Cuáles van a ser los temas que vas a tocar esta noche y con qué temas te consagraste?
— Yo concursé con un tema de mi papá que se llama Los hijos del algodón, que es un chamamé. El jurado seleccionó la zamba -de Miguel Ángel Moreli- Cada vez que te vas y para la final elegí un tema de Anabela Zoch, que se llama Justo Ahora, con ese fue que me consagré. Para esta noche voy a repetir el tema de Anabela Zoch, un carnaval cruceño, una zamba carpera de mi papá y finalizo con la zamba de Miguel Ángel Morelli.
— ¿Actuás sola o con banda?
— Sí, tengo mis músicos que me acompañan, dos de los que me acompañaron en el Precosquín en el 2010 y en esta oportunidad, ellos son, Marcelo Ratti en percusión, Edgar Ferrari en guitarra, Sergio Grazziolli también en guitarra y Guillermo Scalengue, que también es de Rafaela, pero que nunca me acompañó en un Precosquín y posiblemente tengamos al “Cuervo” Pajón como invitado.
— ¿Cómo santafesina, qué lectura hacés de los músicos de la provincia, qué cosas creés que faltan?
— Yo creo que cada uno está trabajando donde tiene que trabajar y de la forma en que tiene que trabajar. Hay muchos, lo he visto yo en un Precosquín donde competí con más de 47 sedes. No quiero afirmarlo, pero la mayor cantidad de sedes es de la provincia de Santa Fe, eso te da la pauta de que Santa Fe está lleno de buenos artistas. Creo que lo que hace falta es más unión en el trabajo, creo que somos muy individualistas todos. Cada uno defiende lo suyo y me parece muy bien, pero hace falta más unión y reconocimiento a la gente que se lo merece. No hay que dejar de lado nada, hay que estar juntos, tirar todos para el mismo lado.
— ¿Creés que Cosquín es un monstruo que puede catapultarte al éxito como al fracaso?
— Para mí, el que no lo sabe usar no es porque el escenario le dio miedo sino tal vez por la falta de seguridad de uno mismo y la falta de experiencia. Yo le canto a diez personas como a 49 mil, como en La Rioja, donde salí como revelación. Cada escenario tiene sus particularidades. A mí no me da miedo. Sí, se me cruzan un montón de cosas de lo que se me puede venir posteriormente. A eso me refería en la pregunta anterior, no pienso, creo que las cosas se van a dar cuando se tengan que dar. Yo el Precosquín de 2017 no lo pensé. Es más: me anoté el último día y porque mi mama me insistió.