Pablo Rodríguez
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Aunque suene extraño y poco conocida la historia de este santafesino, resulta real. Y es que durante cinco años fue la máxima autoridad de la compañía de gaseosas más grande del mundo. Al igual que el internacional Chris de Burgh, el cantante que popularizó en la década del ’80 al tema “Lady in red”, es otro ex vecino de San Eduardo, en el departamento General López, que las páginas de la historia guardan con orgullo.

Si bien llega poco al país y bajo un total hermetismo, cuando vuelve a San Eduardo pasa los días en la estancia “La Susana”, de su propiedad. Dicen quienes lo vieron que por el cargo que supo ocupar, lo hace acompañado de personal de seguridad privada.

En fin. Estamos hablando de Brian G. Dyson, que nació el 7 de septiembre de 1935 y que fue el director ejecutivo (CEO) de Coca-Cola Enterprises Inc. de 1986 a 1991. Antes, vivió en San Eduardo, estudió en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y luego asistió a la Escuela de Negocios de Harvard. Está casado y tiene dos hijos.

Se unió a Coca-Cola Co. en Venezuela en 1959 y trabajó durante muchos años en América del Sur, el Caribe y México. En 1978, fue nombrado presidente de Coca-Cola en los Estados Unidos, la división de refrescos de EE.UU. de la compañía. En 1983 fue pasado a presidente de Coca-Cola North América, con responsabilidad por toda la cartera de América del Norte de la empresa. Y en 1986, Dyson fue nombrado presidente y consejero delegado (CEO) de Coca-Cola Enterprises (CCE).

Se desempeñó como consultor senior de The Coca-Cola Company desde enero de 1992 hasta octubre de 1993. Se retiró en 1994, pero se mantuvo activo como consultor de la compañía. En agosto de 2001 salió de su retiro y aceptó el cargo de vicepresidente y director de Operaciones (COO) de The Coca-Cola Company. En suma, estuvo ligado a la empresa de gaseosas por casi 35 años. Tiene 82 años y vive actualmente en Estados Unidos.

Las “cinco bolas”
Al dejar su cargo en Coca-Cola, se volvió más “famoso” aún por su reconocido discurso de “Las cinco bolas”. Dyson aseguraba que “tenemos que imaginar la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire” y que éstas son el trabajo, la familia, salud, amigos y la vida espiritual. Aseguraba que “pronto” nos íbamos a dar cuenta de que el trabajo es como una pelota de goma: si la dejamos caer, rebotará y regresará. “Pero las otras cuatro pelotas -continúa- familia, salud, amigos y espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de éstas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo”.

La moraleja es que “debemos apreciar y esforzarnos” por conseguir y cuidar lo más valioso: trabajar eficientemente en el horario regular de oficina y dejar el trabajo a tiempo. Pero también darle el tiempo requerido a la familia, al amor y a los amigos. “Haz ejercicio, come, descansa adecuadamente. Y sobre todo... crece en tu vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno”.

Si bien llega poco al país y bajo un total hermetismo, cuando vuelve a San Eduardo pasa los días en la estancia “La Susana”, de su propiedad. Dicen quienes lo vieron que por el cargo que supo ocupar, lo hace acompañado de personal de seguridad privada.