La Facultad de Derecho de la Universidad de Rosario fue anfitriona, el jueves, del encuentro Nacional de la Justicia Federal del que participó el pleno de la Corte Suprema de la Nación y el Consejo de la Magistratura. Hernán Botta es decano de esa casa de estudios y tuvo a su cargo el cierre del encuentro.

En este diálogo con El Litoral ponderó "la decisión, el coraje y la voluntad política de la Justicia provincial", que fue reconocida por el Consejo Superior de la UNR, y destacó la necesidad de volver a percibir "la sensación de tranquilidad" en una ciudad "que merece vivir en paz". Aunque evaluó que eso "solo va a suceder si los actores institucionales actúan coordinadamente y asumiendo la responsabilidad que le cabe".

- ¿Qué impresión se llevó de esta "cumbre de la Justicia" que se hizo en Rosario?

- Un montón de fotos me podría llevar. La primera es la trascendencia institucional que ha tenido. Nosotros en tanto formadores de hombres de Derecho cuando surgió esta situación lo primero que pensamos fue en la importancia que tiene el vínculo a partir de la misión de la universidad pública de ser una institución que, como acostumbra decir nuestro rector, va mucho más allá de la acreditación de saberes. Es un espacio que pertenece a la sociedad; por lo tanto las cuestiones que atraviesan a la sociedad, que en este caso pocas cuestiones la atraviesan tan fuertemente como todo lo que está sucediendo en materia de inseguridad. No puede ser la Universidad ajena a estas cuestiones.

Por eso, frente a los magistrados y funcionarios presentes, destaqué un par de cuestiones fundamentales que entiendo que han tomado nota. Por un lado dije que mientras la Justicia Federal estaba en Rosario debatiendo cómo abordar el juzgamiento el narcotráfico, a escasas cuadras,en el Centro de Justicia Penal, jueces y fiscales de la provincia que vienen demostrando mucha valentía en esta cuestión, estaban protagonizando uno de los juicios penales más trascendentes de la historia judicial santafesina, que es el de la causa Alvarado: la Justicia Federal estaba debatiendo cómo se juzga y la Justicia provincial ya tiene bandas criminales encarceladas.

Por otro lado, dije que muchos jueces federales, especialmente del fuero local, lo sintieron como una señal de respaldo a ellos. Se percibía como una señal de respaldo que la Corte Suprema de Justicia se presente en Rosario, un hecho inédito. Y además el Consejo de la Magistratura de la Nación, las Cámaras Federales, jueces federales de Comodoro Rivadavia hasta Jujuy, de Misiones hasta Cuyo. Hablé como decano anfitrión pero mucho más como rosarino y marqué la señal que eso representaba para la sociedad. Que si el viernes (cuando se hizo esta entrevista) iba a ser lo mismo que hasta el jueves (cuando se hizo la reunión), no era lo que la sociedad esperaba: la sociedad está ávida y necesitada de percibir cambios. O sea que hay una señal hacia afuera que tiene que ser más contundente.

Y la tercera cosa que expresé (yo cerré el encuentro y había tomado nota) fue que los mayores recursos, la creación de un cuerpo de seguridad sofisticado, la cobertura de los cargos vacantes (que son muchos, es cierto), son cuestiones en términos cuantitativos. Y creo que aún más importantes son los cambios cualitativos, léase vocación política, decisión política para avanzar más sobre este tema. Por ejemplo, instaurando un sistema acusatorio, e hice referencia a que la Facultad de Derecho y sus docentes y sus cátedras fueron piedra basal cuando se implementó el nuevo sistema de enjuiciamiento en la provincia de Santa Fe.

- Desde el ámbito académico o desde la opinión personal, ¿cuáles tendrían que ser esas señales inmediatas?

- Por ejemplo, que una decisión política de avanzar se traduzca en causas judiciales concretas, en resultados. La Justicia Federal no ha mostrado todavía la misma cantidad de resultados que la Justicia provincial. No hay manejos de datos tan copiosa como tiene la Justicia provincial; la implementación de un sistema acusatorio.

- Además de ser anfitriones del encuentro, ¿la Facultad puede aportar un espacio para la elaboración de esos datos?

- El rector puso en conocimiento la creación del "Centro de Investigación-Acción para la Seguridad Pública y Ciudadana", un área interdisciplinaria conformada por profesionales de la Ciencia Política, Ciencias Económicas, Derecho para esta cuestión. Y recientemente se creó, en el marco del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Nacional de Rosario, una diplomatura en análisis de delitos económicos. Todo esto que estamos debatiendo con el juzgamiento del narcotráfico va muy de la mano del lavado de dinero y el delito económico.

- ¿La formación de los profesionales de Derecho tiene esta impronta de la problemática que es de Rosario pero que excede sus fronteras?

- Absolutamente. La materia Penal es uno de los buques insignia en nuestra facultad. Tenemos una cátedra de Derecho Penal parte general, la cátedra parte especial, el Departamento de Derecho Penal y Criminología. Nuestra carrera de especialización en Derecho Penal ha promovido los graduados que ocupan los principales espacios del sistema Penal santafesino. Estamos próximos a ser acreditados por Coneu en una Maestría de Derecho Penal que será dirigida por el Dr. Daniel Erbetta y el Dr. Raúl Eugenio Zaffaroni. Y en la última reforma del plan de estudios, que data de 2015 y se empezó a implementar en 2016, hemos incorporado en la currícula de grado de todos los abogados que se están formando la asignatura Políticas Democráticas de Seguridad ciudadana.

- ¿Qué esperarías que ocurra la semana que viene después de semejante expectativa que generó este encuentro en Rosario sobre una problemática que, al menos en los medios, se nacionalizó?

- Por un lado me gustaría que la sociedad a la cual pertenece nuestra Universidad (en términos institucionales, pero también como rosarino) pueda sentir mayor pacificación. Rosario es una ciudad de trabajo, de buena gente; merece vivir en paz.

Y por otro lado eso va a ayudar a no estigmatizar a nuestra ciudad. Ayer (por el jueves) venía gente y decía "no es como te lo muestran desde afuera a Rosario" y es una ciudad hermosa. Entonces, volver a percibir una sensación de tranquilidad y de pacificación; cuestión que solo va a suceder si los actores institucionales actúan coordinadamente y asumiendo la responsabilidad que le cabe.

En los resultados hay un compromiso mucho mayor por parte de jueces y fiscales provinciales respecto de la Justicia Federal. A tal punto valoramos la decisión, el coraje y la voluntad política y jerarquizamos la actitud de la Justicia provincial que el Consejo Superior de la UNR en su última sesión aprobó un documento que respalda a los jueces y fiscales provinciales, muchos de ellos docentes y graduados de nuestra Facultad, por las extorsiones, presiones, dificultadas, amenazas, aprietes que han recibido en el marco de su trabajo. Y además nos manifestamos preocupados por el régimen de disciplina que pesa por sobre el Ministerio Público de la Acusación de la provincia, sometido a otro poder del Estado en una cuestión que puede afectar severamente el principio republicano y la división de poderes.