Conrado Berón
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El sábado 22 de mayo, la plaza principal de la ciudad de La Paz fue testigo de una asamblea de pequeños y medianos comerciantes que, cansados de la situación económica en la que está inmersa gran parte del sector, explotaron de fastidio ante los anuncios que evitaban la apertura de sus locales comerciales.

El presidente del Centro Comercial, Salvador Valdez, transmitió vía parlante y micrófono las respuestas que le habían dado las autoridades locales, ante su consulta sobre la apertura o no, de los comercios.
Esas respuestas no fueron satisfactorias para los comerciantes, por lo que improvisadamente fueron tomando la palabra para ratificar que la intención colectiva era la de abrir sus comercios, con una excepción a las restricciones que, según ellos “los fundía”.

Una de las palabras más escuchadas fue la de Carlos Geminiani, quien arengó a abrir de 9 a 18 horas y por sobre todas las cosas, motivó a respetar y hacer respetar los protocolos de seguridad sanitaria en cada uno de los locales comerciales, propuesta que contó con la aceptación masiva de las más de cien personas que se encontraban en la vereda de la plaza sobre calle Moreno.

Luego de esa puesta en común, decidieron recorrer los 50 metros que los separaban del Palacio Municipal, para intentar ser recibidos por las autoridades locales.

Cabe destacar que el intendente Bruno Sarubi se encontraba en su domicilio, por licencia médica, luego de una intervención quirúrgica de baja complejidad.

Desde el mismo sábado se empezó a viralizar en toda La Paz un flyer donde se convocaba a una caravana para el martes 25 de mayo. Ahí comenzaron a sumarse otros sectores como algunas iglesias, los guías de pesca junto a los empresarios del sector, como los más visibles en cuanto a conjunto.

Clausuraron un templo

En medio de todo esto, personal municipal clausuró el templo de la iglesia Bautista, sito en calle Italia, por infracción del DNU, en medio de una reunión religiosa el domingo 23 de mayo y despertó el repudio de propios y extraños. El pastor Alejandro Argañaraz, referente de esa iglesia, de fuerte compromiso social y activa participación en la sociedad, repudió el hecho a través de las redes sociales, destacando que “además de todo el servicio espiritual, brindamos un enorme servicio social y de comunicación”, por lo que pidió al intendente “que levante tal medida”. El lunes por la tarde, es decir 24 horas después, la Municipalidad levantó la clausura de ese templo.

La caravana

Ya corría en todos los celulares paceños la invitación a “La caravana por la Libertad”, la que a diferencia de otras manifestaciones masivas, no tuvo un tinte político ni tampoco estuvo enmarcada en el repudio a la clase política en general sino que más bien pedía apertura de los comercios y soluciones para aquellos que iban a ser los más afectados por estos días de restricciones más fuertes.

Fue así que en la fecha donde se conmemora el cumpleaños de la patria, a las 15 comenzó a andar una caravana de vehículos por las calles paceñas.

Bocinazos y banderas argentinas decoraban el contexto en una marcha que recorrió la plaza, el puerto, la zona del bulevar, distintos barrios de la ciudad y terminó en una asamblea en la rotonda aledaña al arco de acceso a ciudad, en la intersección de la ruta nacional 12 y la provincial número 1.

Pesca y turismo

Otro de los sectores más castigados por las restricciones sin dudas es el de la pesca deportiva. En la ciudad de La Paz este rubro abarca mucha gente que se ve beneficiada por la llegada de turistas que salen a pescar en el río Paraná. Desde el comienzo de la cuarentena, en marzo de 2020, hasta diciembre de ese año, este sector estuvo totalmente parado, que reiniciaron ese año, para luego de cinco meses, tuvieron que volver a cortar sus actividades.

Adrián Béliz, empresario, propietario de la posada Posta Surubí reseñó que “los guías de pesca, cabañeros y moreneros, nos adherimos a la marcha del 25 de Mayo. El año pasado trabajamos dos meses, este año estábamos subsistiendo y tratando de salir de las deudas. Hay gente que no da más económicamente. Los restaurantes que viven del turismo están muy complicados también, al borde del cierre total. Es muy fácil decir ‘quedate en casa’ cuando tenés sueldo seguro a fin de mes”.

Los reclamos

La secretaria del Centro Comercial, Judith Zubiri, dialogó con MIRADOR ENTRE RÍOS, para contar los detalles más relevantes de la protesta en La Paz.

—¿Cómo surgió este movimiento de abrir a pesar de las restricciones que lo impedían?

—Fue por la necesidad de seguir trabajando básicamente, estamos todos en la misma, si le va mal al de al lado nos va mal a nosotros, no tuvo ningún tinte político, de hecho hubo gente reconocida que alienta a este gobierno y otros que no. Hubo mucha gente que era esencial y participó igual. En los comercios no se dan los contagios, creo que es injusto que nos saquen el laburo.

—¿Qué reclamaron?

—Nada del otro mundo, solo que nos dejen trabajar, en esta cuarentena fuimos los más golpeados, nosotros no cobramos un sueldo, si no laburamos no comemos. No obviamos la situación epidemiológica, pero el comercio la está pasando muy mal. Respetamos todo lo que teníamos que respetar. Ponemos una mesa en la entrada, no entra nadie a los negocios y además trabajamos con delivery o take away.

—¿Qué conclusiones sacaron de lo que pasó?

—Estamos muy conformes, venimos trabajando en la renovación del Centro Comercial de La Paz con un grupo de empresarios jóvenes y queremos levantar nuestra casa que es la institución que representa a los comercios y a varias actividades de la ciudad. Por eso creo que se está demostrando que se trabaja en pos del bienestar de todos los paceños. Felices por la cantidad de gente que se juntó, pero por sobre todas las cosas por la unión que hubo ya que no existió la grieta ni un fin político. Solo reclamamos nuestro derecho de trabajar sin criticar ni medidas ni gobiernos. Eso se palpó, sin dudas.