Ignacio Pellizzón


Desde que se puso en marcha la emergencia en el transporte en Rosario, los usuarios nunca estuvieron conformes. La pandemia obligó a rever un sistema en crisis que el covid profundizó. A pocos meses de iniciada la cuarentena nacional, se registró una caída estrepitosa de usuarios que llegó a alcanzar hasta un 80%. Esto motivó que se tomaran medidas drásticas como unificación de líneas y recorridos más económicos. Pero, ahora, con más presencialidad escolar y un incesante reclamo de vecinos y concejales, se anunciaron mejoras de impacto inmediato.

Con un mayor movimiento en el sistema educativo gracias a la mayor presencialidad en escuelas y universidades, el municipio tomó la decisión de mejorar la frecuencia de 17 líneas desde este lunes. Inclusive, anunció la reposición de la línea Ronda universitaria.

De acuerdo a lo informado, contarán con mejor frecuencia en los horarios de mayor demanda las líneas: 103, 107, 110, 102N 144N, 128, 143-136-137, 133-125, 142, 145 133 y 101 N. Desde el martes, sucederá lo mismo con las líneas: 130 146, 102 R, 113, 120, 121, 141 y 129-134-135. Y el miércoles 1º de septiembre comenzará a funcionar la Ronda universitaria.

La acción estatal no solo se vio influenciada por el regreso de muchos estudiantes a las aulas, lo que demandará un mejor servicio, sino también por la incesante queja de las vecinas y vecinos de la ciudad que nunca estuvieron conformes con la nueva planificación del transporte.

Según algunos testimonios de usuarios que logró recolectar Mirador Provincial la mayoría coincide en que “la frecuencia desmejoró mucho”. Esto los afecta de forma directa porque el hecho de movilizarse les demanda mucho más tiempo que antes, lo que modificó radicalmente su dinámica laboral diaria.

Otros fueron más críticos respecto a la ubicación de las nuevas paradas de colectivos. Resulta que, para poder tomarse una línea unificada, -una sola unidad aglutina lo que antes del covid recorrían dos o tres líneas distintas-, tienen que caminar “entre tres y cuatro cuadras más”. Esto es un drama para los usuarios que, en el marco de una inseguridad creciente, se ven más expuestos a ser “asaltados”. El hecho de tener que caminar más y esperar más tiempo el transporte “es un dolor de cabeza”, expresaron.

El concejal peronista Eduardo Toniolli, miembro de la Comisión de Seguimiento de la Emergencia en el Transporte, puntualizó a Mirador Provincial que “el costo del declive en el servicio lo siguen pagando los usuarios, que tienen que soportar la unificación de líneas que antes entraban a algunos barrios y ahora esos recorridos se perdieron”.

“En el horario nocturno es muy difícil encontrar un colectivo del mismo modo que por fuera de los horarios pico, las frecuencias se resintieron. Este es el resultado de esta emergencia. Había posibilidad de hacer otra cosa. Nación aumentó los subsidios al igual que la Provincia y era posible discutir otras iniciativas”, disparó el edil.

La concejala del Juntos por el Cambio Germana Figueroa Casas, quien –al igual que Toniolli- integra la Comisión de Seguimiento, señaló a este medio que “desde que se puso en marcha nunca dejamos de recibir quejas de los usuarios”. “A pesar de que se incorporaron más de cien unidades en los últimos meses, sigue habiendo quejas y preocupación de los padres por los tiempos y la frecuencia”.

La edila también apunta contra el boleto educativo, porque “los vecinos nos dicen que no atienden desde la oficina”, con lo cual “estamos esperando una nueva reunión de comisión -no hay fecha aún- para plantear estos problemas y encontrar una solución de inmediato”, concluyó.

Cómo se llegó hasta acá
A este escenario se llegó a fines del 2020 cuando la secretaria de Movilidad municipal, Eva Jokanovich, llevó al Concejo las alarmantes cifras que exponía cómo se desplomó el sistema de transporte de Rosario. Fue más que suficiente para que los ediles acompañaran el proyecto oficial para aprobar la emergencia en el sistema.

La ordenanza que se aprobó y se puso en marcha el 25 de enero de este año establece la emergencia por un plazo de 24 meses. El Ejecutivo quedó facultado a “adoptar las medidas extraordinarias y urgentes que resulten conducentes a superar la situación de emergencia y garantizar la efectiva y regular prestación del servicio”. También, se determinó que el plazo de la emergencia quedaba concluido si los pasajeros totales mensuales del sistema alcanzaban el 90% de los pasajeros totales trasladados en el mes de octubre del 2019.

Con una caída en los casos y una segunda ola de covid que pareciera alejarse mientras la población sigue inoculándose, la vida en la ciudad de a poco va encontrando una nueva “normalidad” con mayor presencia de estudiantes en los ámbitos educativos y un incremento en la actividad diaria. “Bienvenido el problema de las frecuencias del transporte, que empezamos a reforzar hoy mismo y que habrá que aumentar durante la semana”, opinó el intendente Pablo Javkin sobre el tema.