Conrado Berón
[email protected]

Todos los años, desde el 2009, en la ciudad de La Paz, se llevaba a cabo una serie de encuentro artístico de gran nivel internacional y que tenían como principal objetivo, acercar la música clásica, las artes visuales y mucho más, a las escuelas de la localidad.

Artistas de renombre internacional arribaban a tierras paceñas, para poder mostrar su arte de manera directa a través de conciertos, muestras e incluso talleres o charlas a un público compuesto por todas las edades y todas las clases sociales.

Irma Echeverría es farmacéutica, actriz y entusiasta paceña que siempre quiere aportar algo a la comunidad. Ella, como una de las organizadoras de Galas, dialogó con Mirador Entre Ríos, para contarnos como se vivieron estos dos años sin este evento multicultural tan pero tan importante y necesario en la provincia.

-¿De qué se trata Galas del Río?

-Galas del Río, Encuentros de Arte, es un proyecto cultural y turístico de la Fundación Arte en La Paz con el objeto de realizar una obra de interés general que promueva las inquietudes artísticas de la comunidad mediante la organización de un festival que convoque artistas de jerarquía internacional y facilite a los músicos y estudiantes avanzados de las escuelas de arte el acceso a clases de perfeccionamiento y conciertos didácticos para escolares, con la ambición de generar a mediano plazo un interés creciente del público joven por el arte.

Dura diez días y se hace a fines de agosto. Hay un área de música dirigida por el pianista paceño Ezequiel Spucches. Tenemos conciertos nocturnos todos los días, clases de perfeccionamiento instrumental para músicos jóvenes, conciertos escolares para alrededor de cuatro mil alumnos de la ciudad y del campo a cargo de los músicos que dieron los conciertos nocturnos y visitas de algunos músicos a escuelas especiales. El cierre del festival se hace con un concierto gratuito en la iglesia.

El área de artes plásticas está coordinada por la artista paceña Kiki Lawrie. Hay muestras de artistas invitados, muestras de artistas de la región, un concurso de pintura en vivo, talleres de distintas disciplinas de la plástica para adultos y para niños. Hay una muestra de grandes telas que se cuelgan en diferentes partes de la ciudad, que en algunos casos han sido trabajos colectivos hechos en escuelas y en otros casos son obras de artistas muy allegados al festival. Los pintores invitados a mostrar su obra y a dar talleres, también dan una charla relacionada a su actividad con la intención de generar apreciación artística. En estos últimos años, las escuelas también presentaron banderines pintados por los alumnos, que fueron exhibidos en la plaza, durante 15 días. En el hall del salón de conciertos, se hace otra muestra de artes plásticas. Todas las actividades de esta área son gratuitas, salvo los talleres.

-¿Cómo y cuándo nació la idea?

-En el 2006 vino con su Ensamble, Ezequiel Spucches, que vive en Francia y en ese momento me presentó la inquietud para que la trasladara a Amigos del Arte. Al final se creó la Fundación Arte en La Paz y la primera edición se llevó a cabo en 2009.

-¿Qué artistas vienen y cómo se organizan con la programación?

-A la programación de música la hace Ezequiel Spucches y Kiki Lawrie realiza la de plástica. La jerarquía de los músicos invitados es de primer nivel, como el japonés Kotaro Fukuma, la soprano francesa Gaëlle Mechaly, el ruso judío Boris Giltburg, Jacques Haurogne y grandes artistas argentinos como la soprano Virginia Correa Dupuy. Bruno Gelber, que se presentó con la Sinfónica de Entre Ríos en la iglesia, con entrada libre. Claudia Lapacó se ha presentado en varias oportunidades, Alejandra Radano, Sandra Guida, Ariel Ardit, Julia Zenko, Raúl Barboza, el Negro Aguirre, Eduardo Isaac y la lista es enorme. En 11 ediciones han pasado más de 700 artistas.

-¿Cuáles son las complicaciones logísticas de semejante estructura?

-Necesitaría un capítulo para cada cosa, pero en general, hay que pensar en transporte de artistas, (si vienen en sus vehículos o si hay que sacarles el boleto de ómnibus) el transporte de instrumentos, cuadros, esculturas. Y lo peor es la devolución cuando todo se acaba y los colaboradores están exhaustos. Los insumos de pintura, tela y bastidores, porque a las escuelas y a los que intervienen en el concurso de pintura en vivo se les da todo. Locales para cada uno de los talleres, premiaciones, entrega de certificados, lugares de ensayo para los alumnos de las clases de perfeccionamiento además de suficiente cantidad de pianos para que estudien, el alojamiento de semejante cantidad de gente, algunos por 11 días o mas. Las comidas, dónde y qué almuerzan y cenan y qué hoteles dan desayunos y cuales no y a dónde deben ir a desayunar. La folletería, los programas, la difusión, la actualización de la página www.galasdelrio.com.ar. La iluminación, el sonido, los salones de exposiciones, el permiso para colgar las grandes telas, las vidrieras intervenidas. Pero sobre todo, la coordinación con cada escuela de los 16 conciertos escolares: la cantidad de alumnos que traen, a qué hora, de qué grados (hay cuatro niveles), la coordinación con los nocturnos y el profesorado, que en vez de tener un concierto escolar vienen a los conciertos para adultos. ¡Y rezar que no llueva, por las escuelas de campo, que no haya paro docente, que consigan transporte y otros imponderables! Porque durante muchos años, solo fuimos mujeres. Ahora hay un varón en el Consejo de Administración y algunos colaboradores en el área plástica.

-¿Qué repercusiones han tenido fuera de la ciudad?

-Más en el exterior que en el resto del país. Boris Gilburg le dijo a Ezequiel que había preparado su concierto 2019 pensando en Galas, porque admira la obra que se hace acá. En general pintores y músicos comentan en sus medios y así van haciendo contactos y Ezequiel recibe ofrecimientos de conciertos cuando hacen sus giras americanas y Kiki recibe donaciones de obras. En el país, se conoce poco y nada

.-¿Cómo se financian?

-Con beneficios, donaciones, publicidad y subsidios. Al principio había gente que donaba en forma casi anónima, de a poquito; los dos primeros años le pedimos a los argentinos que viven en Europa que nos dieran el importe de un cafecito en su país, y nos mandaban euros. Después la cosa se fue poniendo difícil y complicado legalmente por la cantidad de papeles, declaraciones juradas y demás requisitos que hubo que hacer para demostrar que las donaciones no provenían de dinero ilegal (robos, narcotráfico). Los artistas plásticos donan obras que se subastan en cenas benéficas, algunas empresas nos ayudan pagando publicidad, la Provincia subsidiaba con algo así como el 35 o 40% del total, pero cuando cambió el gobernador se acabaron los subsidios, hasta el 2019 que apareció en diciembre un dinero que nos vino muy bien, porque le debíamos a cada santo una vela. También los hoteles nos dan algunas plazas, los comedores nos hacen precio casi al costo y además nos fían y así, monedita a monedita vamos solucionando.