Historieta. “De amor de locura y de muerte”

Un caleidoscopio de ambiciones, miradas y estilos artísticos

Se cumplen 10 años de la antología que adaptó a formato historieta la obra capital del autor Horacio Quiroga. La edición, en la que participaron 18 artistas de estilos diversos, sigue siendo un oasis dentro de la industria, donde calidad artística y nivel de impresión van de la mano.
22-09-2021 | 10:20 |

Foto:Gentileza.
Cristian Oliva


Hace ni más ni menos que 10 años la por ese joven editorial “Pictus” editó dentro de su sello “Factor Fantasía” una antología de historietas que pese al tiempo transcurrido sigue manteniéndose a tope como uno de los mejores trabajos argentinos publicados.

En el año 2011 “De amor de locura y de muerte” trasladó a viñetas la obra capital del cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo Horacio Quiroga. Su potente prosa (el autor es considerado uno de los mayores cuentistas latinoamericanos) encuentra en la historieta un nuevo lenguaje y el resultado es cuanto menos gratificante.

La idea original y coordinación de ese hermoso ejemplar recayó en el autor Luciano Saracino. El mismo se encargó de adaptar los guiones y realzar las características de los 18 relatos originales que componen “Cuentos de amor de locura y de muerte”. A su vez cada uno de los guiones fue acompañado por un ilustrador diferente, característica que constituye una de las razones principales del éxito de la edición. Saracino recorrió un largo camino y seleccionó 18 artistas (argentinos y españoles) hasta entonces casi desconocidos o inéditos en el país para que se hiciesen cargo de los dibujos. El resultado fue un mix de miradas y estilos muy disímiles que, irónicamente, confluyeron a la perfección. El aniversario de la publicación es entonces la excusa perfecta para redimensionar su legado: un abanico inconmensurable de talentos.

La segunda característica que explica la inmortalidad del trabajo es su calidad de edición, impensada aún en la actualidad. La editorial Pictus plasmó una obra cuidada que roza la perfección. Resulta muy difícil encontrar en el mercado argentino una calidad de papel, impresión y encuadernación semejantes.

El propio Saracino al comienzo de la edición explicó qué es exactamente este libro: “Simplemente, la lectura que un grupo de artistas hizo sobre los cuentos que un escritor escribió hace casi cien años y que, aún hoy, siguen despertando la misma emoción que cuando se publicaron en diversas revistas de la época. Es un traje nuevo para los cuentos de Quiroga. Una nueva forma de que, quizá, muchos se acerquen a la gloria de sus historias. ¿Qué hay más importante para un cuentista que la supervivencia de sus relatos a través de los siglos? Son simplemente un conjunto de historias perfectas. Vestidas con trajes nuevos”.

La obra
La tirada de “De locura de amor y de muerte” vio la luz en 2011 con una edición íntegramente a color de 160 páginas en el clásico formato de 26 por 17 centímetros. A simple vista se destacan sus cualidades técnicas. Tanto el lomo como el gramaje del papel anticipan que estamos en presencia de un atípico caso en el que la calidad artística y el nivel de edición van de la mano. En su interior existe un prolijo prólogo del compilador y una breve descripción de los artistas participantes de los relatos presentados.

Es menester precisar que el llamado recorte temático permite que la compilación goce de un nivel parejo, algo que rara vez ocurre en las antologías. Más allá de los propios inconvenientes que conlleva su publicación, lo cierto es que la mayor dificultad para este tipo de producciones radica casi siempre en mantener el aprobado en todas las historias. Dos o tres suelen constituirse en los pesos fuertes y el resto acompaña.

Adaptar la obra de Quiroga asegura no solo uniformidad al trabajo, sino un piso de jerarquía sobre el que solo queda comenzar a crecer. Incluso la propia “Editorial Pictus” por esos años implementó la misma modalidad en “Misterios de cuarto cerrado”, adaptando en formato historieta ocho cuentos policiales populares de Edgar Allan Poe, Gilbert K. Chesterton, Wilkie Collins, Jacques Futrelle y Arthur Conan Doyle. En esa oportunidad la complicación estuvo a cargo del autor Rodolfo Santullo.

“De locura de amor y de muerte” es la herramienta que posibilitó al compilador homenajear a uno de sus primeros maestros. En ocasión de presentar el libro en el Auditorio del museo Casa Quiroga (instalado en un edificio del siglo XIX que fue la casa quinta de la familia del escritor en Salto, Uruguay), Luciano Saracino decía: “Quiroga es el autor que me hizo tener ganas de escribir cuentos. Fue el que hizo que en mis tardes de Entre Ríos, en las siestas, yo encontrara refugio en sus cuentos. Tengo la suerte de tener un padre y una madre que saben contar historias, y cuando mi viejo me contaba por ejemplo ‘La miel silvestre’ me producía una sensación tan profunda de querer algún día hacer algo así… Era algo perfecto.

Este libro es un sueño, de un momento en el que dije: quiero devolverle algo a alguien que me ha dado mucho que no era Borges ni Cortázar, era Quiroga, era volver a lo más puro de mi etapa de lector. Este hombre, este autor me dio ganas de ser escritor. Mi intención inicial era escribir solamente “Una estación de amor”, que es una novela corta, y mi idea era hacer eso convertido en historieta, y cuando empecé a hacerlo me dije: ¿y por qué no hacer todo el libro Cuentos de amor de locura y de muerte?”.

Saracino es un autor con oficio y entiende a la perfección cuál es el rumbo a seguir con su adaptación. Los textos son fieles al material original, siempre al servicio de un relato que está obligado, como marca registrada de Quiroga, a ofrecer sorpresa en una breve extensión de viñetas. No es tarea fácil, el lenguaje es otro y el autor consigue plasmarlo sin perder nunca el ritmo. Un aprobado con creces, sobre todo si tenemos en cuenta los distintos estilos artísticos que inundan la obra.

El traslado también trajo consigo un cambio en el título, hecho que el autor explica de la siguiente manera: “El libro se titula De amor de locura y de muerte, le quitamos la palabra “Cuentos” porque ya no son más cuentos, pero no le pusimos “Historietas”, ni “Cómics” por supuesto porque es una palabra extranjera que no le corresponde a Quiroga. En una discusión preciosa que tuvimos en casa con todos los ilustradores, o con la mayoría porque algunos son europeos, norteamericanos y de Centroamérica, sobre cómo se iba a llamar este libro, decidimos quitarle la palabra “Cuentos” pero dejarle el alma, el alma de este libro es el amor la locura y la muerte, sin las comas, como lo hizo Quiroga en el original, porque no se separa el amor de la locura y de la muerte, van de la mano, van pegados uno al lado del otro”.

La labor de los dibujantes es excelsa y permitió, en su momento, evidenciar la cantidad de talentos de nuestro país que estaban esperando ser descubiertos. El trabajo da cuenta de una minuciosa búsqueda tanto de Saracino como de la propia editorial. Muchos de ellos, hoy artistas consagrados en el mercado, por ese entonces respondían a ramas cercanas a la ilustración y la animación algo alejadas de las historietas. Sacarlos de su zona de confort sin dudas dio muy buenos resultados.

“De amor de locura y de muerte” constituyó, entonces, una buena carta de presentación para los argentinos Fernando Sawa, Sebastián Giacobino, Dante Ginevra, Max Fiumara, Fernando Rossia, Julián TotinoTedesco, PolyBernatene, Diego Greco, Franco Spagnolo, Juan Manuel Tumburús, Diego de Rose, Ricardo Jurado, Hernán Bruno, Catriel Tallarico, Nelson Luty y Abril Barrado. Asimismo acercó al público local el trabajo de los españoles Manu Ortega e Infame & Co. El acabado en líneas generales es una maravilla gráfica que nunca desentona con los textos grabados a fuego de Quiroga.

Los cuentos que integran la compilación son “La insolación”, “Los buques suicidantes”, “La gallina degollada”, “La muerte de Isolda”, “El solitario”, “La miel silvestre”, “Los pescadores de vigas”, “El almohadón de plumas”, “El alambre de púa”, “Los mensú”, “La meningitis y su sombra”, “A la deriva”, “Nuestro primer cigarro”, “Yaguaí”, “Una estación de amor primavera”, Una estación de amor verano, “Una estación de amor otoño” y “Una estación de amor invierno”.

Una notable selección de cuentos que tras su recorrido a través de viñetas adquieren una mayor fuerza y vitalidad. Es también merito de la publicación erigirse como un nuevo medio para difundir la atemporal obra de Horacio Quiroga y trazar lazos de unión con los lectores más jóvenes.

Si hay algo que aún queda en el debe y que con la publicación de semejante trabajo parecía comenzar a resolverse, es la frecuencia de impresión de trabajos de estas características. Como lectores aún esperamos, sin perder las esperanzas, una mayor tirada y un mayor caudal de ventas de publicaciones ambiciosas como esta.

La editorial

Pictus es una empresa creada en el año 2007 con el propósito de producir literatura de la mayor calidad para niños y jóvenes. Su principal lema “Pensamos en grande. Hacemos libros para chicos.”, pone de manifiesto la convicción de la editorial de que para alcanzar grandes logros, es necesario cultivar la niñez y la juventud con los mejores materiales posibles.

Pictus, expresión latina que significa ‘ilustrado’, rinde homenaje a la obra Orbis sensualium pictus (El mundo sensible en imágenes, 1658), del pensador moravo Jan Amós Comenius, primer texto ilustrado de la historia de la pedagogía e hito fundacional de la cultura moderna, en la que texto e imagen se unen para incrementar el placer de la lectura y fortalecer la capacidad de comprensión. Sus principales áreas de desarrollo son la literatura ilustrada, la historieta, los libros de no ficción y la literatura general.

Consultados acerca del plan editorial para lo que resta del año Guillermo Höhn, director de ediciones, nos decía: “Hay una serie de libros preparados que esperan su turno. Sucede que con la pandemia, y con la crisis, todo el plan se fue demorando y no sabemos exactamente la fecha de salida de cada uno de ellos. Este año editamos “Colosos de la justicia” (de Lubrio) y acaba de salir el libro 4 de “Distopía” (de Agrimbau, Santullo, Tumburús, Couceiro, Santa y Höhn).

En nuestros planes inmediatos está la edición de “Escuela de Monstruos 12” (de El Bruno), “Max Hell 3 – Rescate en Oberón” (de Guillermo Höhn y Pablo Tambuscio), “¡Hay que salvar a Fede! – Libro 3 de las aventuras de Fede y Tomate” (de Luciano Saracino y Gerardo Baró) y “Merlín, el druída – Integral Tomo 1 en color (de Rodolfo Santullo y Jok)”. Pueden consultar el resto del catalogo de la editorial en: https://www.pictus.com.ar/.



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