Belén Fedullo
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“Reutilizar los envases de comida de nuestras mascotas para cuidar el ambiente y ayudar a los animales que no tienen acceso a consultas veterinarias y a costureras”. Así de simple, con esas palabras, resumen la actividad los integrantes de la agrupación Nueva Concordia.

En la ciudad de la costa del Uruguay, según un relevamiento, creció al menos un 10% la cantidad de animales callejeros en el último año. A pesar de los programas de castración gratuita, son sobre todo perros y gatos los que se reproducen y viven en las calles, sin alimento ni atención.

Atentos a lo que sucede, desde Conciencia Animal, junto con un grupo de mascoteros realizan recorridas y socorren a los animales que necesitan asistencia, en conjunto con una red de veterinarios que abren cuentas para recibir colaboraciones a cambio de las consultas.

Como contracara de esa realidad están los animales domésticos que sí viven en casas de familia y con la colaboración de sus dueños es que se puso sobre ruedas el proyecto de las “ecobags”.

En apariencia, todo es sencillo. Un grupo de colaboradores recibe bolsas de alimento para mascotas, luego de observar que
estén en buen estado las combinan con otros materiales y como resultado se obtiene una bolsa que pueden utilizar para compras o uso general. Esas bolsas son puestas a la venta y el dinero recibido beneficia a animales que están en refugios o en la calle y a las costureras que trabajan para hacer las “ecobags”.

La coordinadora del proyecto es la proteccionista Cristina Leiva. Asegura que es un trabajo que da muchas satisfacciones y a la vez respuestas a planteos que es necesario atender. “Lo que hacemos es ofrecer una solución integral para el manejo sustentable de residuos flexibles, y también apuntamos a mejorar la calidad de vida de una porción mínima de la comunidad”, aseguró a MIRADOR ENTRE RÍOS.

“Es muy gratificante para nosotros. Estamos convencidos de que se pueden llevar adelante este tipo de proyectos en la ciudad y sabemos que hay muchas personas dispuestas a colaborar”, aseveró Leiva.

Desarrollo y sustentabilidad

Nicolás Oneto forma parte de la agrupación Nueva Concordia. Junto con sus compañeros, durante años desarrollaron proyectos en pos de cuidar el ambiente y, según aseguró a MIRADOR ENTRE RÍOS, esta no es la excepción.

“Trabajamos siempre pensando en cuidar nuestro espacio y también a nuestras especies. Es necesaria una toma de conciencia de las ventajas de la reutilización de ciertos elementos que se desechan junto con la basura y creemos que el camino es este, el de dar a conocer ideas novedosas que ayuden a visibilizar el cómo aprovechar cada herramienta”, aseguró.

–¿Cómo surgió la idea?

–La idea surge de diferentes desarrollos ambientales que venimos trabajando hace mucho tiempo. Tuvimos varios proyectos y este es uno más.

Comenzamos con el acopio de aceite vegetal y conseguimos un grupo del barrio Nebel para que trabaje en el proceso, ellos llegaron a hacer jabón. Luego trabajamos residuos tecnológicos y logramos poner en funcionamiento una sala de computación que fue usada por los chicos del Copnaf y diferentes grupos para aprender informática. También trabajamos con una travesía en Camba Paso, por el arroyo Yuquerí Grande, y logramos la construcción de la planta de tratamiento de efluentes de la empresa de jugos Eca. Hicimos la primera escuela de pesca con mosca y devolución en playa Los Tomates, en el barrio La Bianca y luego nos pusimos a pensar un nuevo proyecto y surgió la idea de hacer la “ecobag”.

Lo que hacemos, esencialmente, es reutilizar los bolsones de alimentos de mascotas y confeccionar bolsas para todo uso, con ese papel de aluminio que es un material reforzado, para venderse en veterinarias. Al trabajo lo hacemos conjuntamente con la proteccionista Cristina Leiva que es una de las personas que está comprometida y lo lleva adelante.

–¿Quién confecciona las bolsas?

–Para su diseño y confección hicimos una convocatoria por redes sociales y decidieron sumarse cinco costureras que son emprendedoras. El proceso que ellas llevan adelante es muy importante y consiste en buscar el material, seleccionarlo, lavarlo, hacer el corte y la confección.

Donar y comprar

“Las ecobag están disponibles para todo el que quiera. La venta se hace, por ahora, en la veterinaria Pluto, que está en la zona céntrica. Tal vez después sumemos algunos puntos más y la venta online”, explicó Nicolás Oneto, integrante de la agrupación Nueva Concordia.

Cada bolsa vale $600 y esa plata recaudada va directo a las cuentas que los proteccionistas y rescatistas tienen en veterinarias, que en este caso lo coordina Cristina Leiva. “Según establecimos, el dinero servirá para la atención general, ya sean castraciones, controles, intervenciones quirúrgicas y lo que necesiten los animales. A los excedentes los utilizamos para cubrir algunos gastos de la confección también”, agregó Oneto, quien concluyó haciendo un llamado: “Sabemos que la gente en Concordia es muy solidaria, así que esperamos que compren sus bolsas y a la vez que colaboren donando los bolsones de alimento que ya no ocupen así los podemos reciclar, en nuestra sede de calle San Lorenzo y San Luis”.