Silvia Simmone
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En una jornada emotiva en la que participaron hijos de desaparecidos, organizaciones sociales y sindicales, y un acotado marco de público invitado para la ocasión, quedó inaugurada la intervención colectiva "El desembarco", ubicada a metros del puerto de la ciudad de Colón. La obra ideada por la ceramista Ana Santini es un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo y a la lucha que llevan adelante estas mujeres por los derechos humanos.

"El nombre de la obra es una metáfora que utilizaron las Madres cuando llegaron al centro de detención de la ex ESMA. Ellas desembarcaron allí sin armas y sin fusiles para construir vida en ese lugar, entonces esa idea fue la que quise expresar porque siento que a través de esta obra ellas llegan a Colón, así como la militancia también llegó a mi arte en esta etapa de mi vida, en donde con cada trabajo busco transmitir un mensaje, un sentido, una reflexión", explicó la artista cuyas obras "30.000 razones" y "Ni una menos" formaron parte del Salón de Bellas Artes de Entre Ríos en años anteriores.

Aunque la idea inicial era que la obra se presente en el mes de abril cuando se cumplió el 43º aniversario de la primera ronda de las Madres con la participación en el evento de Nora Cortiñas, la presentación debió posponerse a causa de la emergencia sanitaria, motivo por el cual, la referente y más de un centenar de personas "asistieron" a la inauguración de manera virtual a través de la transmisión realizada por la Comisión Permanente de Derechos Humanos del Departamento Colón.

Concebido como un trabajo colectivo en el que cada persona aportó algo para la realización de la obra, la artista contó que la idea se viene trabajando desde el año 2019, momento en que presentó el proyecto por Banca Ciudadana en el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad.

"Ya venía trabajando con temáticas sociales y con esta idea de que el arte es una construcción social, y fue a comienzos del año pasado cuando empecé a pensar en hacer la intervención dado que en el Espacio para la Memoria no había ninguna imagen ni estaba visibilizada la presencia de estas grandes mujeres que forman parte de nuestra historia. Entonces propuse la obra, la cual consistió en hacer una réplica de los zapatos de Nora Cortiñas, porque era viable conseguirlos a partir de que su nieto y sus bisnietas viven en Colón. Arriba de los zapatos pensé en que debía exhibirse un pañuelo y después para dar forma a eso se necesitaba el reflejo de una sombra, por lo que había que construir una pared en el sitio. Empecé a presentar la idea a la gente y muchos se sumaron y fue así que alguien diseñó la forma de esa pared, otro la construyó, otras personas hicieron donaciones en dinero y materiales para que podamos llevarla a cabo, un local nos donó la pintura, un vivero la tierra para los canteros, y también se sumaron muchas personas que aportaron tiempo y trabajo para lograr hacer esto", contó la artista.

Participación colectiva

Una semana antes de la inauguración de la obra se convocó a la ciudadanía a pegar las "teselas de la memoria", ya que el contorno de la figura de la Madre de Plaza de mayo está realizada con la técnica de mosaiquismo.

"En esta etapa participaron muchas personas, militantes, familias, niños y niñas, gente que pasó por el lugar y se acercó a ver qué era lo que estaba sucediendo, y todos eligieron un pequeño mosaico por la memoria y lo pegaron en la obra. Entonces en todo el proceso se sintió "lo colectivo", porque desde el inicio del proyecto hasta hoy que fue declarado de Interés Municipal, las personas estuvieron acompañando, algunos en forma física y otros a través de las redes sociales por el contexto que vivimos. Pero también es importante decir que lo que hicimos fue totalmente autogestivo, porque si faltaba algo para poder continuar o surgía algún inconveniente, publicábamos en las redes sociales y enseguida aparecían respuestas o personas que aportaban a la solución", valoró la artista.

En una próxima etapa de realización planificada, el proyecto se completará con la intervención sobre la pared que quedó libre de una obra realizada en conjunto con la Escuela Municipal de Arte Cerámico, en donde un grupo de mujeres con diferentes discapacidades trabajará sobre el concepto de "Libélulas rojas". Según detalló la ceramista, la idea de esta segunda obra que complementará la primera intervención, le llegó gracias a una compañera que le compartió una historia que contó Luis Alberto Spinetta en el Aniversario nº30 de la primera ronda de Madres de Plaza de Mayo, en donde el músico inspirado en un haiku de Matsuo Basho y su discípulo Kikaku, comparó metafóricamente a las Madres de Plaza de Mayo con este tipo de libélulas.

Memoria que crece

Desde que se creó el Espacio para la Memoria en el año 2014, un monumento instalado sobre uno de los miradores costeros de la ciudad, recuerda a los 260 desaparecidos que hubo en Entre Ríos durante la última dictadura militar.

Julio Cabrera, integrante de la Comisión Permanente por los Derechos Humanos del Departamento Colón relató a este medio que en la ciudad, la causa comenzó a hacerse visible en desde hace aproximadamente veinte años.

"Fue por la iniciativa de AGMER seccional Colón que se empezó a marchar cada 24 de marzo desde la Plaza San Martín hasta el Puerto, donde año a año en una ceremonia muy sentida, se arrojan flores al río y se abre el micrófono para que quienes quieran compartir unas palabras alusivas puedan hacerlo", comentó Cabrera.

"Hace un año decidimos crear la Comisión Permanente de Derechos Humanos, que funciona principalmente como una Coordinación que aglutina a todas estas personas y organizaciones que están comprometidas con la causa, porque no sólo se reflexiona sobre Memoria, Verdad y Justicia, sino sobre los derechos humanos en general desde una mirada transversal, por eso todas las acciones que se están realizando tienen un correlato con la ciudadanía, porque a partir de las pequeñas acciones que se van haciendo, vemos que más personas comienzan a participar y a comprometerse con la temática", reflexionó el referente de la Comisión.