Luciano Andreychuk
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Está en un barrio privado de Funes, a pocos kilómetros de Rosario. Es una simple oficina de trabajo y un espacio doméstico de 30 metros cuadrados, con sala central, baño y una habitación, como hay miles en toda la provincia. Pero ésta tiene una característica muy especial: puede flotar en el agua.
La oficina está asentada en tierra -“amarrada” a dos columnas de hormigón armado- pero con capacidad de flotar en el momento de la llegada de la creciente. Su base es inhundible: “Está hecha de un casetonado de hormigón armado alivianado, con compartimientos estancos que tiene bloques de EPS (telgopor) de alta densidad. Esa base alivianada es lo que hace flotar la oficina”, explicó Jorge Rico, de Flotek SRL, la empresa que la diseñó.
La oficina flotante fue encargada por una particular que necesitaba un espacio de trabajo que no se inundara cuando la cuenca del arroyo Ludueña se desbordara, algo que pasó más de una vez, cuando el agua cruzó la autopista e inundó esa localidad.

Características
Adentro de la base inhundible de la oficina está ubicado el sistema cloacal, que contiene un biodigestor anaeróbico -que procesa los líquidos cloacales- los cuales derivan a un lecho nitrificante. Luego el pasto los absorbe. “Es todo ecológico. No contamina”, aseguró Rico.
La construcción está hecha bajo el concepto de steel framing: las paredes son paneles “sandwiches” que tiene alta capacidad aislante. La capa exterior es de revestimiento de plástico texturado, con lana de vidrio interno de aislación. Y adentro, las capas exteriores son placas de roca yeso (durlock).
Es energéticamente autónoma: tiene calentamiento de agua solar por calefones de tubo de doble vidriado hermético y todo el sistema energético es a través de paneles fotovoltaicos. Además de la sala office, el baño y una habitación, la construcción tiene 20 metros de una terraza accesible (tipo deck).

Otro concepto
Flotek es una empresa santafesina creada por profesionales de la ciudad capital, incubada en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y dedicada a la construcción de casas y bungalows flotantes. Propone un concepto constructivo innovador: en una provincia rodeada de ríos y llena de islas y lagos, el principio de flotabilidad habitacional es posible, siguiendo elementos de la física, el estudio del entorno y la matriz arquitectónica como puntas de lanza.
“El cambio climático nos está llevando a pensar en esta modalidad habitacional como una opción viable. Vivir sobre el agua en forma segura, con energía limpia, en contacto con la naturaleza costera y su belleza, es posible”, aseguró Rico.