Lucía Torres | [email protected]


En época de verano es cuando proliferan los arácnidos, ofidios y los tan temidos alacranes o escorpiones. Aparecen en los medios de comunicación formas de evitar su picadura y dónde conseguir los sueros, en el caso de que se produzcan. Pero para que todo funcione de esta manera, durante el año, científicos que trabajan, por ejemplo, en el Instituto Malbrán, recorren distintas partes del país para dar con estos “bichos”, extraerles el veneno y, de ahí, producir el antídoto que luego llega a distintas partes del país para que cualquier vecino lo obtenga gratuitamente en centros de salud pública.


La pasada semana, biólogos integrantes del Instituto Malbrán viajaron a la provincia de Misiones para conseguir ejemplares de arañas y serpientes y, de regreso, hicieron una parada en Chajarí, que fue propicia para conocer y valorar el trabajo que realizan, adentrándose en la selva, las montañas y lugares inhóspitos para buscar los ejemplares de los que todos huyen.


El profesor José Laderach es un referente en la región del norte entrerriano en la protección de los ofidios y arácnidos. En esta oportunidad fue el encargado de recibir en Chajarí a los biólogos del Instituto Malbrán: Ignacio Schuster, Daniel Hermann y Emiliano Lertora quienes pasaron por la ciudad en su regreso a Buenos Aires desde Misiones, provincia a la que acudieron para conseguir arañas del banano y algunas serpientes para elaborar los anti venenos.


Al contar sobre su trabajo, Schuster explicó que hay varios lugares de Argentina donde van regularmente en busca de arañas y serpientes, “en Misiones en este caso fuimos a buscar algo específico, las arañas del banano, hace poco que hacemos ese anti veneno para Argentina, que era como la figurita difícil, y afortunadamente encontramos” señaló. Y añadió que en otros lugares de Argentina buscan otras especies, “como en el sur donde vamos a buscar las viudas negras, y serpientes que hay solamente allá, como un tipo de yararás y algunas otras”.


En este viaje en particular comentaron que encontraron esta araña “difícil” que fueron a buscar, “pero también trajimos otras cosas, que nos vienen muy bien, así que nos fue bastante bien”, evaluaron.


Tras la huella de la araña


Según explicaron, una vez que llegan al lugar, ya saben en qué sitios suelen aparecer y en qué momento del día, “tenemos nuestro estudio de campo, hay algunas personas que las logran capturar y las retienen, pero no es algo que recomendamos porque son sumamente venenosas; una vez que llegamos, sabemos los nichos del lugar y los encontramos allí”.


La búsqueda de los animales se realiza en distintas épocas del año, “porque aparecen en distintos momentos y en distintos lugares, algunos los encontramos sobre la ruta, e incluso en el medio de la selva, hay veces que estamos 10 días metidos dentro de la selva misionera y no aparece un solo animal, es bastante complicado y no es algo que podamos manejar nosotros los tiempos, pero un poco le captamos ‘la onda’”, reconoció Schuster.


Cantidad de animales por ampolla


De la cantidad de animales que necesitan para elaborar un suero, Hermann explicó que es difícil manejar un número fijo “porque depende del tamaño de los animales encontrados, de la cantidad de veneno que produce, de la cantidad de veneno que nosotros podemos extraer en el laboratorio, pero más o menos nos manejamos con un rango de 20 o 25 ejemplares en el año para producir mil ampollas de anti veneno para todo el país, porque esta araña de la que hablamos, más allá de que sea de Misiones, viaja a todo el país a través de los cachos de banana cuando se comercializa, en los últimos meses se registró por ejemplo una picadura bastante grave en Córdoba, por eso es importante que el anti veneno llegue a todo el país”.


En cuanto a los tipos de venenos que elaboran aclaró que en arañas, “el suero es específico para el tipo de araña que picó, pero en las serpientes, se trabaja con venenos polivalentes o bivalentes, según la región, por ejemplo la bivalente sirve para la yarará grande y la yarará chica y en Misiones se hace una que es la tetravalente que es para estas dos especies y se le suman dos variedades más de las Bothrops yarará que sólo están en esta provincia, que se suele llamar suero Misiones, y que responde entonces a estas variedades de serpientes que se encuentran en esa provincia”.


Función en el ecosistema


Ante el planteo de si con las fumigaciones hay menos arañas y serpientes, los científicos señalaron que es una realidad que en lugares donde hace más de 10 años que se viaja a capturar arañas por ejemplo, “ahora ya no están, esto puede ser por un montón de causas, por fumigaciones, y nosotros también nos llevamos hembras adultas que tienen sus bebés en los laboratorios, y esos animales ya no están en el ambiente natural, y si bien la gente está contenta porque no tienen esas arañas cerca de sus casas, suele complicarse después para encontrarlas cuando las necesitamos”.


De la misma manera remarcaron que estos ejemplares tienen su función en el medio ambiente, “pero el problema del ser humano es que tiene que justificar la presencia de todos los bichos para él, sino no sirve, hablamos de las serpientes por ejemplo, y si les decimos que se comen los ratones, ‘ha! entonces sí, que se queden’”, analizó Lertora, resaltando que es importante que estos “bichos” estén en su hábitat.


Importancia médica


Además de esta función en el medio ambiente antes mencionada, muchos de estos insectos representan importancia médica, “como los escorpiones, que hay muchos en esta zona de Entre Ríos, y también algunas serpientes, más al noroeste, como la cascabel y yarará, son muy importantes para la salud también, pero se encuentran con el choque con los humanos que no los quieren cerca sin saber que son necesarias”, aclaró Hermann.


Los biólogos explicaron que los escorpiones son los animales más buscados porque es el que produce más accidentes al año en Argentina, unos 8 mil casos frente a mil de las serpientes, y algo menos de arañas, así que es casi 10 veces más de lo que producen los otros animales, “necesitamos siempre tener escorpiones en el laboratorio para seguir haciendo los sueros, que se necesitan”.


Otra vez Ministerio


Finalmente, los científicos reconocieron que “ahora que volvimos a ser Ministerio de Salud a nivel nacional, estamos esperanzados de contar con más posibilidades para hacer campañas y al contar con más presupuesto para trabajar de manera más federal, siempre con los cambios tenemos esperanzas de conseguir más recursos para trabajar porque somos un organismo que más allá de los partidos políticos, tenemos que llegar a todo el país, de Santa Cruz a Formosa y cuanto más variedad de venenos conseguimos, los anti venenos son más abarcativos”, dijeron.