La Paz

La revolución de los Kennedy: una historia con poco marketing

Este 3 de enero, se cumplieron 89 años del levantamiento armado que protagonizaron los hermanos Kennedy en La Paz. El objetivo era derrocar a Uriburu y que regrese al poder Irigoyen. Una historia poco contada, que tiene sus aliados para evitar que se olvide y que además suma a un ícono del folclore argentino a sus líneas.
18-01-2021 | 19:20 |

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Mario, Eduardo y Roberto Kennedy.



Conrado Berón
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El golpe de Estado de Argentina del 6 de septiembre de 1930 derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, al Congreso Nacional y a los gobiernos provinciales. Fue ejecutado por un grupo de militares y civiles encabezados por el teniente general José Félix Uriburu, quien estableció una dictadura.

En la ciudad de La Paz, se habían asentado unos inmigrantes irlandeses de apellido Kennedy que tenían un fuerte arraigo en la zona, además de comprometerse políticamente para obtener beneficios para todos los chacareros de la región. Esta lucha, los llevó a viajar a Buenos Aires y reunirse con Irigoyen antes de ser derrocado.

Los Kennedy fueron armando un plan en contacto con otros actores políticos de la región, siempre bajo el manto del radicalismo, y programaron una serie de actos revolucionarios para realizarlos en simultáneo en varias localidades del litoral argentino. En todas ellas, algo pasó y nada se pudo hacer. En La Paz se llevó a cabo el único foco de este intento revolucionario que quedó trunco muy rápidamente, pero que deja mucha tela para cortar.

Los hechos

Eran las 3.50 de la mañana del domingo 3 de enero de 1932 y los hermanos Roberto, Mario y Eduardo Kennedy, junto a otros tres hombres, atacaron la comisaría de la ciudad de La Paz, con el objetivo de comenzar una revolución para derrocar al presidente Uriburu.

El golpe estaba craneado desde diciembre y tenía su conexión con un ataque similar, que se iba a realizar en simultáneo en Concordia, dirigido por el ex edecán de Yrigoyen, el teniente coronel Gregorio Pomar. Este asalto en la costa del Uruguay fue desbaratado antes de comenzar, al igual que los de otros puntos del país.

Las escasas y lentas comunicaciones de la época hicieron que los hermanos nunca supieran que su plan era el único activo para restablecer a Hipólito Irigoyen en el poder.

En diciembre de 1932, el Teniente Coronel Atilio Cattaneo y el Mayor Regino Lascano lideraron una revolución contra el gobierno fraudulento de Agustín P. Justo conocida como la "Revolución Radical de 1932" y algunos dicen que la misma estaba planificada originalmente para enero de ese mismo año y que los hermanos Kennedy eran partícipes de la misma, pero por motivos que se desconocen se postergó y los Kennedy nunca recibieron el telegrama en clave que les avisaba del cambio de planes, ya que el empleado de correo que debía hacerlo tenía un fuerte resquemor personal con uno de ellos.

Así que el 3 de enero de 1932 los hermanos siguieron adelante con la revolución. La noche anterior al alzamiento organizaron un asado en su propiedad donde reclutaron unos sesenta hombres que comprometieron su participación en la toma de la ciudad, pero al día siguiente acudieron a la cita tan solo un puñado de ellos, entre los que se encontraba un joven de 23 años oriundo de la provincia de Buenos Aires llamado Héctor Roberto Chavero, quien años más tarde seria mundialmente conocido como Atahualpa Yupanqui.

Los tres hermanos al mando, de apenas 14 hombres, lograron tomar la comisaría con el saldo de varios muertos y heridos. Durante el transcurso de los hechos se enteran que la revolución no había prosperado en otras ciudades como estaba establecido y que, víctimas de una traición, había sido frustrado el intento de restituir el gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen, por lo que decidieron abandonar sus planes desobligando a sus hombres y tomando la total responsabilidad de los hechos se refugiarse en una de sus propiedades.

De los 60 hombres que los acompañaron la noche anterior en un asado en la residencia Kennedy, solo 14 los acompañaron esa madrugada. Cortaron el cable telegráfico nacional y solo tuvieron comunicación con el Gobernador Etchevehere, quién fue el que anotició a los Kennedy sobre el intento fallido en Concordia, a través del cable provincial.

Mientras tenían tomada la comisaría, el acto llegó rápidamente a oídos del presidente Uriburu quién enseguida desplegó tropas y ordenó cortar de raíz el "intento sedicioso". Despegaron desde la base aérea El Palomar, cinco aviones armados y dos hidroaviones lo hicieron desde Punta indio.

En "Los Algarrobos" la tensión era máxima ya que se encontraban niños y las familias de los peones en el lugar, cuando comenzaron a sobrevolar de manera rasante los aviones que enseguida iniciaron el primer ataque aéreo entre argentinos dentro del territorio nacional.

Tras la constancia del fracaso de la revolución, algo que ocurrió a las pocas horas, los hermanos Kennedy emprendieron una novelesca fuga por quebrachales y pantanos, esquivando a las numerosas partidas enviadas en su búsqueda. Fueron al Sur, luego al Norte, marchando con Eduardo Kennedy con su pie dislocado, pasando a Corrientes y cruzando a nado el Guayquiraró con una sola mano (con la otra sostenían armas y municiones) y con fingida calma, para evitar el ataque de los yacarés que abundaban en el lugar.

Luego vendría el cruce del Uruguay y el obligado exilio (que duraría hasta fines de la década del treinta), pasado entre Uruguay y Brasil.

Descendientes de aquellos "revolucionarios"

En La Paz, hay muchos descendientes de esta familia que se destacó siempre en la sociedad. Uno de ellos es el reconocido historiador Mario Raspini, quien dialogó con Mirador Entre Ríos para saber más detalles de esta rica historia.

Mario, nos muestra recortes e imágenes de el intento libertario ocurrido en suelo entrerriano. Posee un archivo muy rico, no solo de este acontecimiento, sino también de muchas cosas relacionadas a la cultura paceña.

No por nada fue varias gestiones Director Municipal de Cultura y su figura en ese puesto tenía absoluto consenso más allá de partidismos y diferencias de ideologías. Un colaborador incansable de cuanto proyecto se presente para sumar ideas al desarrollo cultural de La Paz.

-¿Cómo es tu parentesco con los hermanos Kennedy?

-Mi abuela era hermana de los Kennedy, cuando éramos chicos nosotros íbamos a esa hermosa estancia llamada Los Algarrobos, cerca del río Paraná.

-¿Qué significan los hechos del verano del 32 en tu familia?

-Mi mamá me decía que no me olvide de la historia de esos hermanos, ellos no eran asesinos, fueron unas personas que querían reinvindicar al presidente Irigoyen, porque en ese momento de dictadura, los militares le tenían bronca al presidente derrocado.

-¿Crees que no se ha valorado en la historia ese acto?

-Me contaban que ellos tuvieron que irse del país, pero de a poco se ha ido reinvindicando su legado, incluso hay muchos libros que han contado esa historia.

-¿En La Paz se los valora?

-Ha sido un largo camino el que recorrimos para que esta historia sea contada con mayor periodicidad, nos ayudó mucho un programa que hizo Mario Markich (En el Camino) en TN sobre el tema y hay varios libros que recomendamos para aquellos que se quieran interiorizar. Eso repercutió a nivel nacional, y en nuestra ciudad, hace poco, se colocó el nombre de los Hermanos Kennedy a la avenida de ingreso a la misma (23 de marzo del 2009). Incluso hasta algunas garitas de colectivos en la misma, tienen murales alegóricos a esa gesta.

Revisionismo histórico

En enero del 2007 se realizó en La Paz la primera jornada de revisionismo histórico, que fue organizada por el Centro de Estudios Históricos Arturo Jauretche y la Dirección de Cultura de La Paz. Las jornadas se realizaron en la primera semana del año ya que en ese momento se cumplía el 75º aniversario de la rebelión de los hermanos Kennedy producida en el año 1932. Mario fue un activo protagonista tanto del programa de Markich como de aquellas jornadas.

Con el correr del tiempo, se han ido sumando libros que hablan y rememoran la ahora famosa revolución de los Kennedy.

Los fabulosos Kennedy de Ricardo Lopa, Los Kennedy del uruguayo Yamandú Rodríguez y Los Kennedy del Sur del narrador y poeta Daniel González Rebolledo, a los que se le suma "Los Kennedy. Tres hermanos que casi cambiaron la historia", que el periodista y narrador Jorge Repiso publicó en 2015 y que, a cuatro años de su edición, fue declarado de interés social y cultural por la Legislatura porteña. Estas publicaciones son las que más se destacan a nivel nacional, pero es importante visualizar a muchas otras de autores regionales que desde siempre escribieron sobre los estos hermanos.

Una historia increíble y real, que empieza a mostrarse luego de años de olvido. ¿Una historia para una serie?
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