Lalo Falcioni
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El fútbol de Rosario está muy lejos del protagonismo de otros años. Rosario Central y Newell's no consiguen resultados en esta Copa de la Liga y lo más preocupante es que juegan cada vez peor.

En el caso del "Canalla", el entrenador Cristian González empieza a caminar por la cornisa y ayer, después de una larga reunión con la dirigencia, apenas lo ratificaron para el próximo partido ante Banfield.

En Newell's, a Germán Burgos solo lo salva que hace nada más que tres encuentros que está sentado en el banco "leproso". Por eso, las críticas de los hinchas están más apuntadas a los dirigentes, en un escenario también contaminado por las elecciones que se vienen en el club el próximo 25 de abril.

En ambos casos, no paran de recibir golpes de nocaut, ya besaron la lona varias veces y por ahora no hay sonido de campana que los salve de la paliza.

Furia "canalla"
En Central, la situación está que arde. El equipo del "Kily" venía con flojos rendimientos, pero algunos resultados casi milagrosos lo mantenían en el cargo con cierta espalda. Pero la dura caída del viernes ante San Lorenzo, con el escándalo del final que involucró al propio técnico, puso los nervios de punta y ya casi no hay margen para defender el trabajo del ex mediocampista.

Ayer al mediodía, los dirigentes del club de Arroyito de Rosario se reunieron con "Kily" González, en un cónclave que duró más de dos horas. Según trascendió, los directivos ratificaron al actual cuerpo técnico, pero solo hasta el próximo partido ante Banfield, el domingo, a las 16.15, en el "Gigante" de Arroyito.

Hay dos condicionantes que mantienen al "Kily" en su cargo, a pesar de los malos resultados: el proyecto de preponderancia de los futbolistas del club que anunciaron los dirigentes con bombos y platillos cuando confirmaron al actual cuerpo técnico y la ausencia de los hinchas en las tribunas en los partidos de local, que seguramente habrían manifestado su enojo en circunstancias normales. Aunque parezca descabellado, muchas veces los directivos se basan en esto último para tomar una determinación respecto de la continuidad de un entrenador.

Después de varios meses de trabajo con el plantel, al frente de varios futbolistas que ya conocía por su gestión al frente de la reserva "canalla", el Central del "Kily" sigue sin aparecer. La crítica más común que se le hace al equipo es la ausencia de una idea clara de juego y la ubicación de jugadores en puestos que ya está demostrado que no rinden.

Encima, para el próximo duelo ante el "Taladro", que podría ser decisivo para la continuidad de Cristian González, no podrán estar Emiliano Vecchio y Lautaro Blanco, dos de los mejores jugadores de Central en la actualidad, que fueron expulsados el viernes pasado en el "Nuevo Gasómetro".

En cuanto a la tabla, después de la caída ante San Lorenzo los dirigidos por el "Kily" cayeron al puesto 10 de la Zona A, de un total de 13 equipos. Con 9 puntos acumulados y un funcionamiento en caída libre, la clasificación a la siguiente fase a esta altura parece una utopía.

Nada de "monerías"
La llegada de Germán Burgos al banco de Newell's, que al principio fue recibida con expectativa por la renovación de aire que necesitaba el fútbol profesional de la institución rosarina, tres partidos después no causa ninguna gracia. El conjunto "leproso" empató los tres partidos que jugó bajo la nueva conducción y la producción colectiva, a contramano de lo que opina el técnico en las conferencias de prensa, va de mayor a menor. Y eso que el punto de partida fue bajísimo.

"Al equipo lo veo sólido, mejorando día a día", declaró Burgos en la conferencia de prensa del domingo, posterior al empate de la "Lepra" contra Huracán de local. Eso que el "Mono" expresó no se vio en la cancha, ya que el equipo genera muy poco y cada vez que lo atacan, lo lastiman.

Newell's es uno de los dos equipos que todavía no logró ganar en la Copa de la Liga -el otro es Arsenal-. Tiene apenas 4 puntos sobre 24 disputados y ahora el único objetivo "leproso" es mejorar para el tránsito por la Copa Argentina y la Copa Sudamericana que se viene.

En el club del Parque Independencia de Rosario, todo está teñido por el clima político y electoral, con vistas a las elecciones del próximo 25 de abril. Por eso, y porque el ciclo recién arranca, las críticas hoy están más apuntadas a la dirigencia que al técnico y a los jugadores.