Lucía Dozo


La palabra coworking se escucha cada vez más. Y en Rosario crece la oferta, para una demanda que creció con la pandemia y el boom del trabajo remoto. Los espacios de coworking son oficinas compartidas en las que profesionales autónomos, teletrabajadores y empresarios se dan cita para trabajar, y donde los gestores del espacio intentan conectar y crear oportunidades profesionales y personales entre y para sus miembros. En su mayoría se trata de profesionales que no necesitan más que una computadora portátil, un teléfono y una buena conexión a internet para poder realizar su trabajo: programadores, diseñadores, gestores de comunidades online, periodistas, comerciales, consultores, entre otros.

La gran diferencia de este espacio singular con respecto a los centros de negocio y las clásicas oficinas compartidas es la figura del gestor, la persona que trabaja a tiempo completo para que los miembros se conozcan mejor y para generar el clima de confianza y las dinámicas de colaboración que van a permitir acelerar las oportunidades de trabajo y ayuda.

La actividad en el espacio de coworking está pensada para generar contacto con profesionales con diferentes intereses, capacidades y redes de contactos. Es, en esencia, la evolución del trabajo colaborativo. El concepto nació en la ciudad estadounidense de San Francisco en 2005, a partir de la iniciativa de un programador. La propuesta inicial ofrecía entre cinco y ocho escritorios dos días a la semana, con wifi y comidas compartidas.

No obstante, durante esos años no tardaron en abrirse otros espacios de coworking con un espíritu similar. También fue el momento en el que se expandieron los cibercafés como lugar de trabajo. En 2005, en Europa, se abrió una de las primeras cafeterías en Berlín con wifi abierto a todo el mundo, que invitaba a cualquier usuario a ir a trabajar con su portátil. En 2007, en Francia, surgió La Boate en Marsella y, en 2008, la Cantine y la Ruche en París. Con el paso del tiempo, el concepto se amplió y siguió desarrollándose globalmente.

En Rosario, el concepto viene creciendo y hay propuestas variadas en distintas zonas de la ciudad:
- La Maquinita Co.: inauguró en junio de 2017 y es uno de los espacios que más crecieron en el último tiempo, con siete sedes en Buenos Aires, uno en Córdoba y otro en Rosario. En la ciudad se encuentra ubicada en una zona muy pintoresca del barrio de Pichincha, a pocos metros de Bv. Oroño y el microcentro rosarino, en una zona con diversas propuestas gastronómicas y patios cerveceros. Con más de 1.000 m2, este espacio tiene jardines verticales, hamacas, muebles de madera reciclada y todo un ambiente ecofriendly pensado para la comodidad de los coworkers (Martín Rodríguez al 100).
- 1352 Espacios: abierto en abril del 2016, en una casona antigua remodelada de 350 metros cuadrados. El lugar tiene tres pisos: en la planta alta funciona un espacio de coworking, sala de reuniones para 12 personas y un auditorio para 25 personas. En planta baja se encuentran siete locales privados, orientados para emprendimientos de mayor privacidad, los cuales se alquilan de forma fija y temporal a la vez (Italia al 1.300).
- Punto ian Co. Coworking: inaugurado en julio del año pasado, ubicada en una mansión que se emplaza frente a la Facultad de Derecho. “Somos una comunidad de nativos digitales, soñadores y artistas. Tenemos puesto el foco en trabajar en el lugar que siempre soñamos y queremos compartirlo. Somos curiosos y queremos aprender haciendo, sabemos que las mejores ideas surgen trabajando y colaborando en equipo”, cuentan desde el espacio (Córdoba al 2.000).
- Warecloud: es un espacio de 470 m2 dividido en dos pisos de trabajo para emprendedores y startups locales que abrió sus puertas en noviembre del 2018. “Tenemos un espacio de trabajo creativo y dinámico. Tres pisos a medida, 1.000m2 de pura innovación, pensados para que cada integrante esté a gusto. Nuestro espacio cuenta con módulos flexibles capaces de adaptarse según la necesidad de cada reunión o encuentro, seis oficinas vidriadas, tres call rooms, baños inclusivos, cocina-comedor, espacios de recreación: metegol, mesa de ping pong y pool. Además, adoptamos y fomentamos una cultura paperless”, afirman desde el espacio (Alvear al 100).
- Brújula Coworking: con un comedor vidriado de 80 metros cuadrados, vista a un jardín verde y un área de juegos en la planta alta sum, el coworking inauguró en octubre del 2019. El espacio, que está ubicado a pocos metros de la Bolsa de Comercio y en plena zona bancaria, posee salas de reuniones con capacidad para 15 personas. En tanto, el sector de reuniones también está disponible para trabajadores ajenos a Brújula, que requieran de un espacio para desarrollar un encuentro laboral o, directamente, una reunión privada en el centro. Además, el coworking tiene un comedor vidriado de 80 metros cuadrados, con vista a un patio verde de 30 metros cuadrados. Por otro lado, en el lugar también hay un sum y un área de juegos en la planta alta (Santa Fe al 1.300).
- WIT coworking space: con solarium y cava de vinos, este espacio abrió sus puertas en agosto del 2019 en una antigua casona donde se encontraba el bar Downtown. También tiene terrazas y sector recreativo (Urquiza al 1.200).
- LCNI: coworking exclusivo para empresas inmobiliarias que abrió sus puertas en septiembre del año pasado. Se trata de la Comunidad de Negocios Inmobiliaria (LCNI), un espacio que se inició en Buenos Aires y abrió en la ciudad en Puerto Norte (Av. Luis Cándido Carballo en Ribera Office).
- Usina.Co: está ubicado en el barrio de Pichincha y es un lugar para trabajar, compartir ideas y sumar energía en proyectos innovadores con compromiso social, según se señala desde el espacio. Cuenta con sectores fijos de trabajo totalmente equipados, oficinas privadas, salas para reuniones, en las que puede reunirse un equipo o bien recibir visitas, y salón para eventos. Las instalaciones tienen todos los servicios necesarios para trabajar solo o en equipo, con sillas ergonómicas, conexión a internet de alta velocidad, impresoras y aire acondicionado, entre otras comodidades (Jujuy al 2.800).
- EXE: El espacio, cuya estructura cuenta con tres niveles, está completamente alimentado de energía solar. Posee 100 puestos individuales de trabajo, 10 oficinas privadas y un sum para más de 100 asistentes. Además, se puede disfrutar de la cafetería en la planta baja, donde también está habilitado el estacionamiento. El coworking en el primer piso cuenta con una superficie total de 660 m2 y una terraza con más de 170 m2 para esparcimiento. El resto del techo está ocupado por una estructura de paneles solares. Está ubicado en el centro rosarino, al lado de una de las sucursales de un conocido bar (Paraguay al 1.400).

Bengala Podcast: un proyecto que nace en el marco del coworking

Bengala Podcast es una productora rosarina conformada por un equipo con más de tres años de trayectoria en la producción musical, la comunicación gráfica y la gestión de proyectos. Nació en el espacio de Brújula Coworking y su metodología de trabajo está ligada al concepto de comunidad. “Buscamos generar un contenido pensado y distinto a lo que se escucha generalmente en el ambiente de los podcast”, explica a Mirador Provincial uno de sus socios, Julián Viso. La productora ejecutó hasta el momento siete proyectos. Estos podcast ya están disponibles para escuchar en la web -uno de ellos va por la tercera temporada- y otros se encuentran aún en etapa de preproducción. “Fue importante ese encuentro que permite el coworking, entre las ideas y las herramientas; a partir de ahí, con ganas de guiar y producir, nos juntamos y lo llevamos a cabo”, cierra Viso.