Ignacio Pellizzón


Desde el Colegio de Odontólogos de Rosario están muy preocupados ante el faltante de insumos básicos para poder trabajar y por no tener una precisión clara de cuánto cuestan los materiales que necesitan para realizar diversas operaciones.

Ante las nuevas trabas a las importaciones y la disparada del dólar desde que se fue el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, cada vez son más los rubros que sienten el impacto. La falta de reglas claras genera mucha incertidumbre en los eslabones más importantes de las cadenas productivas que abastecen a múltiples sectores como es la odontología.

Raúl Allín es el secretario del Colegio de Odontólogos de la provincia de Santa Fe 2da Circunscripción contó a Mirador Provincial que actualmente la realidad de la profesión es que “es un servicio esencial” y “el 95% de los insumos y de los equipos” que utilizan son importados. Entonces, “cualquier cosa que nos falte como anestesia o agujas, necesitamos reponerlo de forma inmediata; esto hoy no lo estamos encontrando”.

Esta incertidumbre lleva a que no sepan concretamente por qué no se consiguen ciertos materiales. En algunos casos, señala Allín intentan obtenerlos, “pero el precio te lo pasan después”, lo cual sitúa a los compradores en una posición desfavorable.

Lo que le pasa a esta profesión no es distinto de lo que están sufriendo también muchas pymes locales que no logran sostener sus niveles de producción -que venían en franca recuperación- ante la falta de materia prima para trabajar y la falta de precios estables que les permitan tener una previsibilidad en un corto y mediano plazo.

Si bien no es una situación que no escapa del contexto general de distintos rubros, en la odontología, que brinda un servicio de salud, los procedimientos lo tienen que hacer en base a contratos con las obras sociales o prepagas que, a veces, “lo van pagando más adelantado”.

Es por eso que el secretario señaló que desde el colegio están “viendo de incorporar insumos odontológicos en el programa Precios Cuidados o algo similar como sucedió con las farmacias”, que alcanzaron un acuerdo de congelar precios. Pero “estamos en una situación compleja porque nuestro servicio no lo podemos detener”.

En el sector ya se siente que hay faltante y desabastecimiento de algunos insumos. “Y esto se entiende porque quienes tienen los materiales quieren asegurarse del valor a nivel internacional, porque compra del mismo modo, y, hoy por hoy, se anda especulando con ese valor, porque no hay claridad en este sentido”, expresó Allín.

Este contexto obliga a que en la relación con el paciente también se involucre el cómo van a afrontar los costos de los procedimientos, por lo tanto, es un momento “muy especial, de mucha delicadeza por el rubro en el que trabajamos”.

A su vez, desde el colegio les piden a las personas que se comuniquen con sus obras sociales para que les indiquen cómo están trabajando, si se está operando con normalidad o si hay algún inconveniente o recorte en la prestación por los altos costos que tiene.

“En estos últimos 15 o 20 días no hay precios concretos para determinar los aumentos. Algunos materiales que podían costar 5.000 pesos saltaron a 6.500, pero ya ahora nadie te dice el valor. Ahora están trabajando con remito abierto lamentablemente”, indicó con alarma el secretario y cerró: “Mientras tengamos insumos vamos a seguir trabajando y brindando el servicio”.