El fin de semana del 10, 11 y 12 de febrero el campamento dejó de ser de Villaguay, para volver a ser de Emaús. Estuvieron representadas las parroquias Nuestra Sra. de La Paz, de la ciudad de La Paz; Santo Domingo Savio, San Francisco de Borja, Ntra. Sra. del Carmen y San Benito Abad, de Paraná. Los organizadores, de la parroquia Santa Rosa de Lima, expresaron su agradecimiento “a cada uno de ellos por hacer el esfuerzo concurrir y ponerle toda la onda. Por estar predispuestos a cada actividad y por llenarnos el corazón con sus presencias”.

Y agregaron que “’Caminando a Emaús me enamoré de Jesús’ dice nuestro himno, y así nos volvimos de este campamento, con nuestros corazones ardiendo, llenos de amor, y sabiendo más que nunca que Cristo y mamá María, más que la pena, valen la vida”, coincidieron en señalar.

Zulma Puppo comparte desde este año la responsabilidad de ser la coordinadora de Emaús y consideró que “el grupo ha crecido mucho. Nos complementamos muy bien generando un enriquecimiento mutuo. Nosotros somos como apóstoles de Jesús, porque aquí se lo conoce. Caminamos junto a Él realizando diversas misiones que nos va poniendo en el camino. En nuestro grupo tenemos distintos apostolados que hacemos en los barrios y variadas circunstancias al servicio de la comunidad de Villaguay”.

Expectativas superadas

“Efectuamos distintos servicios, que quizás no se conocen, en beneficio de la sociedad como fue el año pasado con la campaña de las frazadas. Por citar dos ejemplos, en invierno muchas personas tejimos y además se consiguieron mantas para la gente porque en el invierno tuvimos días de intenso frío y las hicimos llegar a muchos hogares de la ciudad. El día del niño fuimos con disfraces a compartir momentos al comedor Jonathan, conseguimos regalos para los chicos y pudimos disfrutar junto a ellos”.

“El año pasado realizamos el campamento circunscripto a la comunidad de Villaguay, a modo de fortalecernos y este 2023 gracias al impulso de Leonel Lazzarini, que es el más antiguo del grupo, se generaron las conexiones con las distintas parroquias y la verdad que superó nuestras expectativas, por lo tanto estamos motivados a continuarla. Nos sentimos orgullosos de este logro y también de los visitantes que estaban asombrados de la unión de adultos y jóvenes, además de la forma organizada que trabajamos. El campamento implica tres días de actividades y apoyo logístico con las comidas. Hubo un mes previo para dejar todo listo, es decir que prácticamente no tuvimos vacaciones. Destacamos la colaboración, de distintas maneras, de la comunidad de Villaguay. Debemos decir que nuestra gente se destaca porque somos buenos anfitriones. Desde la puesta a disposición del polideportivo municipal junto a los comercios y familias que donaron alimentos”, comentó Puppo.

La coordinadora de Emaús comentó que su llegada al grupo fue a través de una invitación de su hija. “Fue realmente conocer a Jesús porque a veces podemos decir a qué voy a ir si tengo los sacramentos y realicé varios retiros, pero hay que vivirlo, porque es realmente como dice nuestro lema ‘Emaús te sorprende’. Eso nos pasa día a día y de distintas maneras cuando realizamos las actividades, Jesús y María siempre tienen algo nuevo para nosotros”, remarcó.

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El joven Ulises Buyatti destacó “la energía renovada que surge después de compartir este tiempo con otros chicos y chicas que llegaron a Villaguay para este campamento. Durante estos días se generaron charlas muy buenas ahondando en las problemáticas que tenemos los jóvenes y cómo Jesús nos acompaña de manera extraordinaria. En mi caso llegó a mi vida a través del retiro de Emaús y fue una conversión hermosa porque me encontré con una familia, lo que caracteriza a este grupo, que nos recibe con los brazos abiertos y te dan ganas de quedarte y pertenecer”.

“Nuestro asesor es el padre Emanuel Tropini y tuvimos todo el apoyo para la decisión de invitar a las demás parroquias. Fue una buena experiencia porque se debieron resolver varios aspectos y, aunque siempre nos acompaña, esta vez no pudo estar y generó que encontráramos las soluciones en familia, lo que nos fortalece aún más”. En ese sentido, definió que “Emaús no es una experiencia sino un caminar, el retiro es sólo el inicio de algo mucho más grande que te lleva y te sigue toda la vida”.

Familia, alegría y oración

Emaús llegó a Villaguay hace más de 20 años a través de un movimiento de Corrientes. Al principio era para matrimonios y luego se fue expandiendo para los hijos y después se fue formando un grupo mixto entre mayores y jóvenes que hoy se ha conformado.

La joven Mora Zapata definió a Emaús como “un retiro de impacto de tres días y después actúa la perseverancia en el grupo. Los carismas del grupo son la familia, la alegría y la oración, que son los pilares en los que se basa para la realización de diversas actividades. Es la unión de la familia con jóvenes de 18 años hasta personas de 70 años. Eso nos permite compartir las experiencias entre nosotros, que con el rango de edad muy variado nos ayuda, porque aprendemos los jóvenes de los adultos y ellos también de nosotros, eso genera un crecimiento constante”.

Mora enfatizó que “este campamento nos dio muchas fuerzas porque pudimos intercambiar con los participantes de otras parroquias, la forma en que ellos trabajan, tomar sus cosas para implementarlas y ellos también de las nuestras. Eso nos renovó para ajustar aún más los lazos como grupo y como familia que somos, para seguir con más ganas”.

En cuanto al campamento describió que “implica mucha organización, lo principal es la decisión de hacerlo y llevar la propuesta a jóvenes y adultos. Este año la novedad fue que tuvo participación provincial”, completó, al tiempo que propuso a los jóvenes que se sumen: “Digan sí al retiro, no digan no es para mí o no quiero dejar un fin de semana. Emaús es una propuesta a caminar porque se necesitan muchos jóvenes, eso es en realidad lo que nos fortalece. En el grupo predominamos las mujeres por eso invitamos a los chicos que digan sí y se animen para experimentar el cambio en sus vidas”.