Integrado por Gustavo Ecclesia y Lucho Milocco

¡Ey paisano! ¡Pucha! Un dúo pal' que quiere escuchar buen folklore

El folklore es orgullo de sus tradiciones y a quienes comparten charlas entre fogón y mate ensillado este dúo les va a encantar, no solo por su música que contiene talento sino por conservar la huella patriótica.
30-08-2021 | 9:07 |

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"El folklore tiene sonoridades y trae imágenes muy emotivas, en este aspecto. Una canción te puede dejar el corazón en las manos", expresa Lucho Milocco, que integra el dúo junto a Gustavo Ecclesia. Foto: Gentileza.


Gisela Mesa [email protected]


Pucha es un dúo folclórico integrado por Gustavo Ecclesia y Lucho Milocco. En una industria donde la música buena no abunda o no le dan lugar, este dúo musical viene abriendo puertas para que el folklore siga escuchándose y generando ese cantar y bailar paisano. Poner sobre la mesa nuestra cultura y llevarla por todo el país es algo enriquecedor y hay que vislumbrarlo aunque sea virtual debido a la pandemia. Pucha! dialogó con Mirador Provincial de su nuevo sencillo, Abriendo Nubes, que cuenta con la participación especial del talentoso Nahuel Penissi.

-¿Cómo surgió el dúo folclórico Pucha?
-Gustavo: El proyecto surgió sin planearlo. Con Lucho nos conocimos de casualidad, o causalidad, en Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores). Yo le pregunté si él era de Pim Pau, ya que lo escuchaba diariamente con mi hijo, asintió y charlamos un buen rato, como buenos provincianos tratando de frenar el tiempo de la gran ciudad. Quedamos en juntarnos a tomar unos mates y tocar un rato, ya que Lucho me comentó que tenía algunas composiciones folklóricas que quería terminar de darle forma. Así fue que nos empezamos a juntar, a compartir canciones y mates, y empezamos a ver que teníamos gustos similares y un impulso en común: el de hacer nuestras propias canciones.

Nos dimos cuenta que nuestras voces sonaban bien y que lo que estábamos haciendo, que en principio no tenía otro objetivo que compartir un rato de charla y música era digno de salir al mundo y que podríamos formar un dúo para hacerlo. Después de algunos meses de trabajo con este objetivo, de pensar y madurar el concepto que queríamos, nos presentamos en junio de 2020 con una Vidala: Noche Mansa, y nos sorprendimos gratamente con la buena aceptación del público.

-¿Quiénes han sido sus maestros en el camino de la música?
-Gustavo: Tuve muchos maestros en este camino y soy muy agradecido de ellos, así que esta respuesta va a ser larga. Desde mis principios, con el peluquero del barrio que me enseñaba los primeros acordes entre corte y corte escuchando Creedence, aunque yo solo quería tocar las canciones que cantaba Soledad, y con mi vecino el querido recitador Gucho Martínez, que con su esposa me regaló mi primera guitarra y al cual yo acompañaba en cada peña o festival que había. Más tarde los músicos más experimentados de mi ciudad (Salto Bs As) fueron mis guías y además siempre tuve una inquietud típica de autodidacta que me hacía estar en constante búsqueda y observación.

Después de la secundaria decidí estudiar en la Facultad de Bellas Artes de La Plata dirección coral donde tuve profesores de gran nivel, pero abandoné en el 3er año porque me presenté en un programa de TV llamado Coronados de Gloria y después de ese certamen decidí mudarme a la Capital Federal, quizás por haberme cruzado en el programa a alguien que considero bisagra en mi carrera y es el productor Hugo Casas. Gracias a él pude dar el paso de trabajar profesionalmente con la música y empezar a componer para mis proyectos y para otros artistas.

En simultáneo seguí estudiando en la carrera de Tango y Folklore del conservatorio Manuel de Falla, creada y dirigida en ese entonces, por Juan Falú, a Juan lo considero uno de mis maestros más importantes. También a los demás profes del Falla: Carlos Moscardini, Silvia Iriondo, Lilian Saba, Nicolás Ledesma, Roberto Calvo, que me enseñaron e incentivaron a hacer un camino propio en la música y fue sin duda una etapa que me marcó mucho.

-Lucho: Por mi parte, desde chico fui muy aventurado (o caradura jaja) y siempre disfruté del camino del autodidacta y eso se lo debo a mi viejo. Pero podría decir que el primer gran maestro que tuve fue un profesor de música de mi pueblo llamado Olindo Strada. En realidad Olindo es uno de los mayores responsables de que Sastre (Mi pueblo) esté repleto de músicos y de música, de hecho, en gran parte fue por él que mi papá se vinculó profundamente con la música y eso hizo que me criara en una casa donde ese lenguaje era habitual. Por otro lado, mi viejo desde adolescente tuvo grupos vocales y entre eso, y la comparsa de mi pueblo que es de estilo brasilera, con arreglos de vientos y percusión, fui comprendiendo sobre ritmos y armonías. En el plano de la literatura y la poesía, fueron mis viejos los que me incentivaron y alimentaron mi placer por escribir. De chico me gustaba mucho escribir cuentos, obras de teatro, poesías, textos… y creo que todo eso, se conjuga en este camino de compositor.

¡Pucha! Lunfardo argentino
-Pucha es una palabra muy particular. ¿Qué los llevo a utilizar este nombre al dúo?

-Lucho: Honestamente nos encontramos diciendo esta palabra sin pensarlo, como en general uno la dice, y nos pareció que tenía un significado profundo que tiene que ver con nuestros orígenes y las lenguas originarias y utilizarla era una manera de mantenerla y nombrar eso que está vivo y se mantiene en nuestra cultura a pesar del tiempo, lo que en definitiva se denomina Folklore. Es una palabra folklórica y nos pareció que tenía que ver y resumía el concepto desde el queríamos cantar. Tiene que ver con algo más mundano y cotidiano y es desde ese lugar que nos posicionamos para escribir canciones, con historias de gente común con problemas y alegrías, como cualquiera.

De donde vengo
-Háblenos de sus pagos.

-Gustavo: Yo soy de Salto una ciudad con alma de pueblo al noroeste de la provincia de Buenos Aires, mis padres se mudaron desde Entre Ríos unos años antes de que mi hermano mayor naciera. Nací, crecí y viví en una ciudad agrícola con mucho fútbol y mucha música, en casa prestada de una sola pieza con patio grande y muchos árboles.
-Lucho: Yo nací en Sastre, mi querido pueblo. Como mencionaba antes, es un pueblo muy pequeño en el centro oeste de la provincia de Santa Fe, en el medio de la Pampa Húmeda, pero que se destaca por su importante impronta cultural. Está la banda municipal infanto juvenil de la que formé parte, la comparsa Penambí Berá que es el corazón de los carnavales, que a la vez son el alma del pueblo, hay excelentes músicos de rock, folklore, jazz, cumbia, cuarteto, es realmente llamativo. Pero todo está atravesado por la música, entonces uno se encuentra con que el dentista toca el zurdo, el sodero el trombón, la profesora de matemática el saxo, la vecina baila en la comparsa, el policía la trompeta, y así… en cada huella hay algo de Olindo. Me crié junto a dos hermanas mayores y en mi casa, como decía anteriormente, el arte, la docencia, la recreación y los proyectos colectivos, fueron moneda corriente debido a la actividad de mis viejos. Así que pasé una infancia y adolescencia muy linda y rica. Hoy en día, allí tenemos un centro cultural llamado El Desarmadero, junto a mi familia, amigas, amigos y artistas, dónde han pasado y pasan muchos artistas de todo el país y el exterior.

Covid-19
-¿Cómo impactó la pandemia en su vida artística y personal? ¿Hay nostalgia de aquellas peñas folclóricas?

-Lucho: Pucha empezó en el año 2020, unos visionarios jajaja No, la verdad es que, más allá de todas las dificultades, pudimos encontrarle la vuelta para poder seguir produciendo y eso fue importante. Cuando empezamos con el proyecto nos habíamos propuesto ir paso a paso, sin correr, disfrutando, componiendo y grabando, en la medida que terminamos las canciones. Obviamente que eso se vio afectado por la pandemia pero no estuvo tan lejos de lo que pretendíamos. En el mes de junio del año pasado compartimos nuestra primera canción que fue una vidala llamada "Noche Mansa" la cual fue muy bien recibida y luego, empezamos lo que fue la grabación de "Abriendo Nubes".

En lo personal, pude aprovechar para grabar un material en mi proyecto solista que lo publiqué a lo largo del año pasado y, por otro lado, tengo un proyecto de arte y educación que se llama Pim Pau con el cual trabajamos mucho el año pasado, tanto en la realización de cursos pedagógicos como de conciertos virtuales. A su vez, gran parte del año la dedicamos a escribir un libro sobre la mirada pedagógica que atraviesa a la obra de Pim Pau, el cuál acaba de salir este mes, así que fue un 2020 extraño pero intenso. Lo que sí, extraño mucho las giras, los toques y obviamente las peñas.

Abriendo Nubes
-Cuéntenos como surge su nuevo sencillo, Abriendo Nubes. ¿Cómo fue la pre producción del disco?

-Abriendo Nubes surgió en plena pandemia y fue una composición vía WhatsApp. Una experiencia nueva e interesante. Estábamos en pleno aislamiento y queríamos indagar en distintos géneros dentro de todo lo que comprende al folklore argentino. Tenemos una dinámica de trabajo muy fluida y de mucha ida y vuelta. Así que viajó la idea por WhatsApp, muy cruda y boceteada, y ahí el otro escucha, toca, retoca y devuelve. Eso es hermoso porque la idea empieza a crecer con el intercambio y muchas veces toma caminos inesperados, que justamente, es en esa sorpresa donde reside su belleza. Como un soplo de aire fresco. De esta manera sucedió con "Abriendo Nubes", pero fue tan fuerte la sensación, que supimos que era la próxima canción que grabaríamos. De modo que, ni bien fue posible, nos juntamos en la casa de nuestro amigo y bajista, Fidel Mulet, a trabajar en la preproducción. Avanzamos en el corazón de la idea y, otra vez, empezó a viajar vía internet. En Rosario, Santiago Arroyo grabó la percusión, en Humahuaca Juan Cruz Torres grabó el charango y la cueca ya iba tomando su forma. En el medio de todo ese proceso, se sumó el productor Juan Blas Caballero y eso le dio un salto de calidad a la canción por lo que significa Juan, su trayectoria, su capacidad y su aporte desde su trabajo. Uno de los últimos en sumarse al equipo fue Patricio Villarejo grabando ese hermoso cello y ahí ya pasaban cosas en la canción que nos emocionaban. A esa altura, ya había superado nuestras expectativas. Estábamos felices.

-¿Cómo fue trabajar con el músico Nahuel Penissi?
-Lucho: Bueno, fue a partir de que se sumara Juan Blas Caballero que empezamos a pensar en Nahuel. Juan nos dijo "Escucho una voz como si fuera la de Nahuel Penissi y creo que le aportaría algo interesante". Obviamente los dos dijimos que si porque es hermoso lo que hace Nahuel, inclusive, ya tenían relación previa con Gustavo, así que se sumaba al placer de grabar con él. La verdad es que, al principio se nos hizo difícil coordinar para poder grabarlo porque él estaba con muchos compromisos y a nosotros nos corría el tiempo para publicar la canción, pero unos días antes de cerrarla, Nahuel llamó a Juan y le dijo que iba a estar por Buenos Aires, que grabáramos. Fue una sorpresa hermosa. Nos había dicho que le había gustado mucho la canción pero en un momento pensamos que quedaría para otra ocasión pero no, tenía que ser esta. Lo que hizo Nahuel en la canción es hermoso y realmente su impronta, su interpretación y su calidad artística se amalgama de manera muy orgánica en la cueca.

Recorrido musical
-Ambos tienen una destacada trayectoria en la música como solistas. ¿Qué artistas o agrupaciones contaron con su presencia individualmente?

-Gustavo: Yo fui parte del grupo Alazanes por cuatro años. Y soy parte del grupo Yacaré Baby que hace música para bailar, además de mi carrera solista.
-Lucho: Yo vine a Buenos Aires convocado para tocar la batería en un grupo de rock pop llamado Ruvel en el año 2008 hasta 2016. En ese tiempo toqué y grabé como baterista de varios artistas, luego formé Gioannin en el año 2013, un dúo de música indie que estuvo activo hasta el 2016. En el año 2014 fundamos Pim Pau junto a Eva Harvez y Cassio Carvalho con quienes seguimos trabajando intensamente en contenido para las infancias. Y desde el año 2017 vengo trabajando en mi proyecto solista.

-Paisajes argentinos, montes y valles, historias de hombres ancestrales y, sobre todo, el gustito a tierra. ¿Se puede decir que eso representa Pucha el dúo?

-Lucho: Sí. Lo inmensamente hermoso de los paisajes naturales y lo sutilmente significativo de lo cotidiano. Eso de lo que está hecha la vida de quienes venimos del interior, lejos de las grandes urbes. Es un rescate de aquellas historias ancestrales, pero también de todo lo de nuestra propia historia que se replica en cada rincón del país, con sus matices y contextos. Tratar de fusionar sonoridades tradicionales con elementos disruptivos que los traigan a estos tiempos. Una canción como un diálogo o un puente con nuestras raíces.

Composición de los temas

-En relación con la voz, al canto, que también es clave en el trabajo que ustedes hacen ¿cómo se trama el vínculo entre la percusión con el decir cuando encaran la composición?

-Lucho: En mi infancia, por la historia de mi viejo con la música, se cantaba mucho. El canto estaba y está muy presente. Podría decir que la voz (como en cualquier niño) fue el primer instrumento desde el cual me vinculé con el lenguaje musical. Pero ya en un proceso más consciente de elegir la música, el primer instrumento que aprendí fue la batería. Por lo tanto, para mí, el canto y la percusión siempre estuvieron muy ligados. Es algo con lo que me relaciono de manera orgánica. Y en verdad, sucede que son dos aspectos ancestrales en cuanto a lenguaje musical. En cualquier tribu podríamos encontrar la presencia de percusión y canto, aún mucho antes de la existencia de instrumentos armónicos. En este sentido, en Pucha! ocupan un lugar central a la hora de abordar las composiciones porque es algo que tiene que ver con nosotros.

Trabajamos mucho con la sonoridad y la rítmica de las palabras, desmenuzando y tratando de encontrarles el lugar adecuado en el que fluyan con el ritmo y el decir. Muchas veces nos despojamos de los instrumentos y solo usamos las voces para que se evidencie lo que buscamos. Nos encanta ese trabajo y nos parece fundamental porque en el folklore, salvo en algunas regiones particulares, la percusión es muy importante y queremos que las acentuaciones de las palabras que elegimos tengan implícito ese ritmo.

-¿El litoral santafesino es reconocido por su música folclórica o aún hay que seguir buscando ese reconocimiento?
-Como litoraleños, nos sucede que la música de nuestra región nos cala hasta los huesos. No sabemos realmente que dimensión tiene esto para el resto del país o que evolución tendrá, pero sabemos lo que significa para nosotros, lo que nos moviliza y conmueve y eso es más que suficiente, como ciudadanos y como artistas. Porque habla de nuestra identidad, nos define, pero también por es inspiración. El litoral tiene grandes exponentes musicales a los cuales admiramos y muchos de ellos son santafesinos. Desde Ariel Ramírez, Chacho Muller hasta Jorge Fandermole y toda la nueva camada de artistas emergentes.

-¿Cómo los recibe el público rosarino con este sencillo, Abriendo Nubes?
-Tenemos mucha gente querida y admirada de la escena musical rosarina y de hecho, contamos con el lujo de trabajar con Juan Blas que es de allí, pero particularmente con "Abriendo nubes" tuvimos hermosas devoluciones de colegas como también de gente que no tenemos relación directa. Rosario se caracteriza por su gran movida cultural, no sólo en el folklore, por lo que su público es muy amplio en cuanto a género y muy selectivo con lo que decide escuchar, por lo que es un placer tener esta relación de cariño y respeto mutuo. Es una ciudad con la que ansiamos poder ir a tocar ni bien sea posible y sabemos que así será.



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