Ignacio Pellizzón
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El desafío de rearmar un nuevo esquema de transporte en Rosario se puso en marcha. A un mes de haberse aprobado la Emergencia en el Concejo, finalmente la Municipalidad presentó el primer molde que se pondrá en marcha el 25 de enero y que tendrá como principales cambios un aumento de la tarifa a 45 pesos, fusión de líneas y cambios en los recorridos.

Frente a la atenta y expectante mirada de la Comisión de Seguimiento, creada para poner la lupa sobre los cambios que el Ejecutivo propone en el nuevo sistema, este miércoles se reunieron en el Palacio Vasallo y se dieron a conocer las primeras medidas que se implementarán a fin de mes.

La Comisión -compuesta por miembros de la oposición, funcionarios del Ente de la Movilidad, representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y referentes de las empresas concesionarias de colectivos Rosario Bus y El Cacique- expresó su incertidumbre sobre cómo pueden impactar en la sociedad los cambios.

El de mayor impacto tiene que ver con el aumento del boleto de los actuales 32,50 a 45 pesos. El incremento del 38% se explica, según el oficialismo, por medio de la importante caída en la recaudación que hubo durante el 2020 en el marco de la pandemia, que llegó a superar los 2 mil millones de pesos.

Antes de la pandemia, según cifras oficiales del Ente de la Movilidad, se realizaban unos 450 mil viajes diarios, mientras que ahora no superan los 100 mil. Esto obligó a repensar de qué manera se puede tratar de hacer un sistema más sustentable y menos dependiente de los subsidios de Nación. Es que, al no llegar los fondos en tiempo y forma, se demora el pago de salarios lo que conlleva a medidas de fuerza y paro del servicio. Solamente el año pasado hubo 80 días sin colectivos en Rosario.

Reducir la frecuencia

Actualmente un colectivo en Rosario tarda en llegar unos 18 minutos. Por eso, el nuevo molde del sistema plantea reducir esa frecuencia a unos 12 minutos de tardanza.

Para lograrlo se fusionarán líneas y se modificarán recorridos “para no dejar desabastecido ningún barrio”, expresó la secretaria de Movilidad, Eva Jokanovich. Todo esto se llevará a cabo con una fuerte comunicación durante las semanas previas a la entrada en vigencia.

Las líneas que sí modificarán su recorrido son: 102 roja; 106 Ibarlucea; 113; 126 roja y negra; 128  roja y negra; 131; 132; 141; 142 roja y negra; Enlace Noroeste; Enlace Santa Lucía; Línea Q.

Las que no modificarán su recorrido son: 103 roja y negra; 107 roja y negra; 110; 121; 123; 140;
153; Línea K.

Las líneas de colectivo que se fusionarán son: 102N + 144 N; 115 + 138 + 139; 115 + 138 + 139; 143N + 136 + 137; 143R + 136 + 137; 133N + 125; 133V + 125; 145 Cabin 9 + 133; 145 Soldini + 133; 122R + 127; 116 + 129; 129 + 134 + 135; 130 + 146N.

Campaña

Durante los próximos 20 días se llevará adelante una importante campaña de comunicación para que toda la ciudad pueda ir incorporando los nuevos usos que tendrá el sistema de Transporte, por lo menos, durante el verano.

Además, en la página web oficial de la Municipalidad habrá un simulador de viajes para poder conocer los cambios antes de que entren en funcionamiento.
Miradas desconfiadas

La mayoría de los concejales opositores miran con temor los nuevos cambios, porque les preocupa que el sistema tienda a precarizarse y que, si bien se pueda mejorar el sostenimiento del mismo, se lleve adelante en detrimento de la calidad del servicio que se les ofrece a los usuarios.

Una de las miradas críticas es la de la concejala del PRO, Germana Figueroa Casas, quien integra la Comisión de Seguimiento. Ella señala que por primera vez hubo planteos de modificaciones más concretas y que la secretaria lo planteó como algo temporario y que podría ir cambiando a medida que se restablezcan los pasajeros o se vayan analizando resultados.

“Son bastantes cambios para asimilar y poder dar una opinión concreta sobre cada uno, se nos informó verbalmente y quedaron en mandarnos la información por escrito, así que por ahora son unas primeras reflexiones y muchos interrogantes” dice a Mirador, y ejemplifica: “En primer lugar, cómo afectará esto a los usuarios, sobre todo a los de los barrios más alejados. Nos dijeron que no va a cambiar la cobertura en ese sentido y que se va a aplicar desde el 25 de enero, previa campaña de información”.

“Dijeron también -continúa- que se va a trabajar con la misma cantidad de choferes y coches; en cuanto a la seguridad contractual, se van a hacer modificaciones transitorias, ya que debería mantener una flexibilidad para poder adaptarse al salir de la emergencia. El intendente tiene facultades para hacer estos cambios, habrá una próxima reunión en un mes para ir viendo cómo se avanza. Estaremos atentos a las opiniones de los usuarios del transporte”.

Otro de los integrantes de la Comisión que se pronunció al respecto es el concejal opositor por parte del peronismo, Eduardo Toniolli. A través de la red social Twitter, el edil señaló que los cambios “son entendibles” en el marco de la pandemia, pero que “debe reformularse apenas comiencen las clases presenciales, entre otras actividades”.

“Si no se amplía ‘la manta corta’, cualquier mejora de algún servicio puntual se hace en desmedro del otro”, apuntó, y siguió: “Si en el futuro cercano el crecimiento de la demanda se encuentra con un sistema de transporte reducido y sin capacidad de atenderla, malo y caro, el riesgo es que salgamos de esta crisis como salimos de crisis anteriores: mal”.

Punto de partida

La secretaria de Movilidad municipal, Eva Jokanovich, llevó en números al Concejo la situación crítica que atraviesa el sistema de transporte en Rosario. En su alocución detalló paso a paso cómo se fue desmoronando por la pandemia la sustentabilidad de un servicio esencial para la ciudad.

La funcionaria brindó un panorama con gráficos terroríficos. “En nueve meses de pandemia, el déficit del sistema es de 1.900 millones de pesos. Los estudios de costos, en cuanto a la mayoría de sus parámetros son anualizados, por lo que, entre junio del 2019 y junio del 2020, sólo hay tres meses de pandemia” para marcar que el número de pasajeros la tendencia fue a la baja y a esa fecha el costo por pasajero indicaba 73 pesos.

Previo al inicio de la cuarentena, “el número de pasajeros transportados era de 450 mil y hoy es de entre 90 mil y 100 mil pasajeros diarios, un 25% del número de marzo”. Mencionó, también, que de 800 unidades hoy están en el sistema, 686, a partir del retiro de coches realizado por las prestatarias Rosario Bus y El Cacique. Y agregó: “Acerca de los costos, antes de la pandemia el 55% se cubría con recaudación, mientras que actualmente es del 22%”.

Respecto a los subsidios nacionales mencionó que para este año se habían previsto 12 cuotas de 105 millones de pesos, pero que terminarán siendo 10 cuotas de 105 millones, para marcar que hasta fin de año deberán llegar aportes de la Nación por 260 millones de pesos.

En cuanto al 2021 sostuvo que de acuerdo a la media sanción del presupuesto nacional en subsidios al interior del país se prevé destinar 99 mil millones de pesos, “un 17% más que este año” y a partir de ello para Rosario “serán 12 cuotas de 112 millones de pesos”.

Sobre los subsidios municipales dijo que varían de acuerdo a los ingresos del derecho de registro e inspección (Drei), los que bajaron en abril y mayo, pero que a partir de allí volvieron a subir y están entre 53 y 54 millones de pesos mensuales.

En relación a los costos -cerró Jokanovich- “están prácticamente iguales”, para plantear luego la necesidad de “racionalizar los recorridos” en relación a la situación.