Crónica de viaje

De Paraná a Rosario, a bordo de un velero en regata

El sábado 3 de abril se corrió la 3ª edición de las "200 Millas del Paraná", que este año por cuestiones sanitarias debido al Covid-19, se disputó sólo en su primer tramo de 100 millas. Participaron 23 veleros cabinados de Santa Fe, Rosario, San Nicolás y Paraná. Una bitácora, a bordo del velero Malbec.
18-04-2021 | 14:42 |

+1

La flota largó desde la capital provincial con los primeros rayos de sol. Foto: Tomás Rico


Nicolás Loyarte
[email protected]

Faltan cinco minutos para las siete de la mañana de este sábado otoñal. Una bocina irrumpe en medio del río Paraná. El clima pasa del sosiego a la adrenalina. Las primeras luces rojizas de este 3 de abril aparecen sobre la barranca de la capital entrerriana. El amanecer permite divisar desde la orilla a esos pájaros impulsados por el viento que se pasean sobre el río marrón en una danza de alas blancas, grises y oscuras. Son veleros que se cruzan, viran en círculos, se trenzan y se esquivan con astucia en un espacio mínimo del imponente río Paraná, a la altura de la boya 602.2 (el kilómetro cero es Buenos Aires). Bajo el agua cruzan autos y camiones a través del túnel subfluvial que une esa ciudad con Santa Fe. Arriba los regatistas a bordo de las 23 embarcaciones que quieren hacer historia en esta edición 2021 están atentos para evitar colisiones, miran sus relojes y aguardan que transcurran los minutos para que el oficial de turno, que es Alejandro Curto, arríe la bandera y haga sonar la señal de partida. Buscan una estrategia que les permita largar primeros sin cruzar antes del top de largada, la línea imaginaria que une el bote de comisión de regata con una boya fondeada a unos 300 metros de distancia. Van a pasarse el día navegando a vela. Son 100 millas náuticas hasta Rosario.

Durante muchos años esta regata se corrió de noche con luna llena y la mayor cantidad de veces la regata se largó a las 0 horas desde Santa Fe, junto al Puente Colgante. Ahora en cambio se corre de día y se parte desde Paraná. Hay mayor tráfico de buques y empujes sojeros que trepan hasta Paraguay. También inciden los cambiantes bancos de arena sumergidos que pueden generar una varadura y un susto, al igual que el nivel de altura del río, que este año es bajo: poco más de 2 metros medidos en el hidrómetro santafesino. El río Paraná está vivo. Cambia todo el tiempo. Emergen nuevos bancos, se tapian bocas de arroyos, se renueva. Más adelante serán narrados en esta bitácora los pormenores que se sucedieron durante el regreso nocturno a Santa Fe tras la regata.

Hace tres ediciones atrás la tradicional competencia fue reemplazada por la denominada "200 millas del río Paraná". La exitosa primera edición unió en 2017 el puerto de La Paz (Entre Ríos) con Rosario. En la anterior regata del 2019, el desafío propuesto tuvo el recorrido desde Paraná hasta San Pedro, con una opción intermedia hasta Rosario. Por el contexto de pandemia por Covid-19 y las consecuentes medidas sanitarias a respetar, este año la competencia se acortó 100 millas. "Un gran reconocimiento se merecen los barcos que corrieron estas tres últimas ediciones, con semejante esfuerzo", apuntó Curto.

El reconocimiento también debe ser para los miembros de los dos clubes organizadores de semejante evento que une a varias ciudades, dos provincias y demanda un gran esfuerzo. En esta oportunidad la prueba estuvo a cargo del Club Náutico Paraná y del Club de Velas de Rosario.

Puesta a punto

Ahora estamos a bordo del velero Malbec, una nave de 29 pies de eslora clase Mistic 290 que este 2021 participa por segunda vez de la competencia. Así lo dispuso su propietario, el santafesino Mario Valencia, quien convocó a los otros cuatro tripulantes coterráneos: Diego Gavilán, Giuliano Bonfanti, Martín Loyarte, hermano de quien suscribe esta bitácora y fue el quinto tripulante. "Todos corrimos alguna vez esta regata en otras ediciones", recuerda durante la travesía Giuliano, además de haber participado en diferentes competencias náuticas del país. "Nuestros padres también lo hicieron juntos", agrega con emoción. El yachting es una pasión que se hereda y quien alguna vez pisó la cubierta de un barco impulsado por el viento difícilmente se olvide de esa sensación que queda impresa en el cuerpo para siempre, como un tatuaje. Una vez en tierra es común sentir un leve mareo o "que el piso todavía se mece". Esa también otra hermosa sensación que tienen los navegantes.
Correr una regata tan larga demanda tiempo y dedicación. Como recordara en su reciente libro autobiográfico "Viento" el campeón olímpico Santiago Lange, "las regatas se ganan en tierra", le escuchó decir a su padre alguna vez. Y es así. Porque hay que poner el barco a punto, revisar cada herraje, ajustar toda la maniobra para que funcione como debe ser, para evitar contratiempos y averías que pueden costar caro. También es necesario analizar la meteorología para contar con un pronóstico climático y de viento.

Para todo ello la tripulación arribó al Club Náutico Paraná (co organizador del evento junto al Club de Velas de Rosario) desde el Yacht Club Santa Fe una semana antes de la competencia. Y 24 horas previas a la largada ya estaba el equipo a bordo ajustándolo todo y dejando la maniobra y velas listas para izarlas antes del amanecer. Esta vuelta el Malbec tiene un plus: velas nuevas para la competencia, fabricadas por Andrés Garibaldi. Otro apasionado de este deporte, que comenzó a elaborar un producto nacional de alta calidad, surgido en época de crisis económica para competirle a las marcas extranjeras.
Los mismos ajustes que el Malbec hicieron los tripulantes de cada uno de los 23 veleros inscriptos, que aguardaron la hora de partida amarrados uno junto al otro en la caleta del Náutico Paraná, uno de los mejores clubes del país. Varios de ellos son rosarinos y nicoleños. Arribaron a la capital entrerriana un día antes de la largada tras navegar en conserva aguas arriba desde sus clubes de origen. Tras la competencia les tocará de regreso la misma singladura a los veleros de Santa Fe y Paraná.

A las 19 horas del viernes 2 se realizó la reunión de timoneles, con un representante por barco, por protocolos de distanciamiento. Los oficiales de regata explicaron las reglas e indicaron que en esta edición durante la competencia las embarcaciones deberán navegar por el canal principal del río (balizado con boyas rojas y verdes que en las noches destellan para poder verlas). También hubo durante los días previos una charla táctica a cargo del regatista olímpico Alejandro Colla, quien formó parte de la competencia a bordo del Ganesh 2 (clase Trentadue). Todo estaba listo. A dormir temprano a bordo para madrugar rumbo a la partida.

Largaron


La bocina suena a las 7 en punto. Se iba a largar a las 6 pero se pospuso una hora por la niebla. Los barcos deben decidir todo el tiempo si buscar las rachas o "el chorro" del río, es decir, el canal más profundo y correntoso, para avanzar con mayor velocidad que el resto. La conveniencia de elegir la racha o el canal depende de la intensidad del viento. Todo el tiempo hay que decidir. Y a veces sale mal. Pero cuando la decisión "paga" es una fiesta a bordo. De barco a barco se escuchan los susurros con las indicaciones tácticas de cada uno. Se tapan en viento para sobrepasarse o se alejan para escapar y evitarlo. Todo es un juego de barquitos encantador. Pronto la flota se distanciará entre los más veloces y los lentos. Eso depende de la habilidad pero también de las características y dimensiones de cada velero.

Las naves avanzan, buscan alcanzar Bajada Grande, el extremo sur de la ciudad, para perderse en el horizonte del río rumbo al sur, a Rosario.

Tres regatas en una

En esta edición la regata se dividirá en tres momentos cambiantes. Al principio sopló un viento leve del este al noreste. Para navegar con mayor velocidad los barcos izaron el spinnaker, la pintoresca vela "globo" muchas veces colorida que se infla en la proa. Se sube con una driza y se sujeta desde abajo a dos cabos llamados escota y braza en cada puño inferior, hacia ambos lados del velero -babor (izq) y estribor (der)-. El spinnaker lo impulsa con potencia hacia adelante. En estas condiciones que se prolongaron durante gran parte de la mañana al Malbec no le fue demasiado bien y perdió terreno ubicándose a mitad de flota. Lo pasaron barcos más chicos. Pero todavía hay chances. La regata es larga y cambiante.

A la altura de la barranca de Punta Alvear y Diamante devino una calma del viento que junto al solazo de la siesta transformó al río en "un aceite" de quietud y dejó un sopor en la tripulación. La azarosa fortuna por un lado y la experiencia náutica, quizá por otro, fue un plus en estas condiciones. Al mando ahora de Diego Gavilán tras una rotación de roles, el velero buscó con intuición una leve brisa "prestada", favorable, que llegaba fresca desde la orilla santafesina en el tramo del Parque Nacional Islas de Santa Fe, una zona designada en 2015 como Sitio Ramsar Delta del Paraná, dada su particular riqueza natural y cultural, para promover la conservación y uso racional de los humedales y sus recursos.

Navegar la noche

Llegó la noche cerrada, sin luna, en medio del Paraná. Casi a tientas hubo que sortear el paso de imponentes barcazas con bandera de Hong Kong, Malasia y otros recónditos lugares del globo, las que trepaban el río aguas arriba y se hacían notar con sus estruendosas bocinas y el rumor de los motores que generaban una gran turbulencia. En medio de la oscuridad el barco parecía un alfiler, se habían perdido las referencias visuales, no se veían los camalotes, los espineles, ni las rachas de viento en la proa del barco, y la navegación se hizo más intuitiva. Fue un instante en el que desaparecieron todas las variables que otorga la luz del día y apareció otra sensibilidad. Hubo que acostumbrar la vista. Fueron varios kilómetros de navegación junto al resplandor de las luces que llegaban desde los elevadores de granos a una orilla y las chatas amarradas sobre las islas de en frente, en la zona del puerto de San Lorenzo.

Esa postal productiva argentina es apenas una foto del gran movimiento fluvial de los últimos años, en medio de la actual discusión por el proyecto de ejecución de una hidrovía hasta Paraguay. Algo que recibió reparos de algunos sectores políticos y de ambientalistas. De concretarse sería necesario profundizar un canal navegable para permitir el paso de barcazas de gran calado, rectificando, ensanchando y profundizando el Paraná. Ello modificaría toda la geografía con gran impacto medioambiental en los humedales.

Vuelta atrás otra vez por el Paraná, en busca de otra cortada, esta vez sobre las islas entrerrianas, rumbo a Diamante, el primer puerto a atravesar. En ese camino fue que a la altura de la boya 496 se pudieron divisar sobre la superficie los históricos restos del Favorito Santos Cosme y Damián, un antiguo barco naufragado el 28 de diciembre de 1961 en el acceso a un canal secundario del Paraná. Hoy el casco partido al medio y herrumbrado es un peligro para los navegantes, ya que no está balizado (solo aparece señalizado en algunas cartas náuticas). Esta vez se pudo divisar porque el río está bajo. El Malbec le pasó a un costado, hubo retratos fotográficos de ocasión, y continuó su marcha rumbo a Santa Fe. Pero en otras ocasiones cuando el río crece y el barco no se ve hubo accidentes.

El viaje de vuelta a Santa Fe demandó 24 horas exactas. La noche en Rosario fue amarrados a una marina de cortesía del Club de Velas. Una mención especial se merece la familia que disfrutaba de un asado en el quincho del club y permitió que cociéramos nuestra carne con su fuego, algo que con el cansancio de todo un día de navegación, pasada la medianoche, valió oro.

Rumbo a la meta

Antes de cruzar el puente Rosario-Victoria el Malbec sortea un contrincante más. El velero Salvaje, un Plenamar 240, mucho más humilde en tamaño. Todos a bordo se miran y alguien suelta: "Este es el ganador de la regata". Es que una cosa es la grilla de llegada de cada barco a la meta, y otra muy distinta es el resultado final, producto de una ecuación en la que se tienen en cuenta el tiempo que le demanda a cada uno la regata en relación a las características, tamaño y dimensiones del barco; lo que se llama "tiempo corregido" (en el tipo de regatas por fórmula PHRF).

Termina la regata. El Malbec cruza la línea de llegada a las 22:29 horas. Fueron 15.29 horas de concentración y entrega. Entonces hay celebración y se aquietan las tensiones de la competencia. Más tarde llegará la noticia que con el tiempo corregido el barco obtiene el 12º puesto en la tabla general y el 3º puesto en su categoria (B), detrás de dos veleros clase Conte 24: el Mareeba 3 y el Sottovoce. Hay podio. Pero lo más importante siempre es haber vivido la experiencia de competir con grandes navegantes y embarcaciones con historia, y sentir que se está a la altura. También cuenta el haber alcanzado una fraternidad con respeto y entrega individual a bordo, sobreponiéndose al tedio y a las malas decisiones tácticas, que no es poca cosa.

Ya pasó la medianoche. Es tiempo de darse un baño, descansar un poco y prepararse para el retorno. Serán apenas un par de horas de sueño a bordo antes de soltar amarras. Desde el quincho del Club de Velas, donde la tripulación del Malbec está cenando, se ven pasar las velas blancas iluminadas por las luces de la ciudad y se escuchan los bocinazos del top del oficial de regata. Es la madrugada y los veleros más retrasados siguen cruzando la meta. Termina un largo día, al otro día.

Resultados generales

1-Salvaje (CRA); 2-Sicigia (Club Regatas San Nicolás); 3-Nuria (CVR); 4- Comandante (CNP); 5- Wanderer II (CRA); 6-Ganesh II (Yacht Club Rosario YCR); 7-Mareeba III (Rosario Rowing Club RRC); 8-Nicanor (CNP); 9-"007" (RRC); 10-Sotto Voce (CVR); 11-Yeah Mon (CNP); 12-Malbec (Yacht Club Santa Fe YCSF); 13-Halcón III (CNP); 14-Temple (YCSF); 15-Teros (CNP); 16-Itaca (CNP); 17-Recalmón (CNP); 18-El Aguja (CNSA); 19-Alejandro (CVR); 20-Génesis (CNP); DNS-León Negro (CVR); DNF-Strega (Peña Náutica Bajada España); DNF-Bartholome (CNP); DNF-Blues (CNP).

Resultados por categoría

Serie A

1-Nuria; 2-Wanderer II; 3-Ganesh II; 4-"007"; 5-Yeah Mon; 6-Halcón III; 7-Temple; 8- El Aguja; DNS-León Negro; DNF- Bartholome.

Serie B

1-Mareeba III; 2-Sotto Voce; 3-Malbec; 4-Teros; 5-Itaca; 6-Génesis.

Serie C

1-Salvaje; 2-Sicigia; 3-Comandante; 4-Nicanor; 5-Alejandro.

Serie D

1-Recalmón; DNF-Blues.

Temas: ENTRE RIOS 
Mirador Provincial en

Además tenés que saber:


+ Noticias


En Portada / Entre Ríos
En Portada / Santa Fe