Lucía Dozo


“El 2021 fue un año muy difícil, entre pandemia y ecocidio no dejamos de trabajar ni un solo momento por el bienestar de los animales rescatados. Pudimos alcanzar muchas metas: la inauguración de la laguna artificial para refugiar aves de los humedales, la mejora de recintos y el logro de varias liberaciones. Pero no podemos dejar de recordar a quienes llegaron al refugio para cumplir su ciclo vital rodeados de mucho amor y respeto, pues la muerte también forma parte de la vida”, con esas palabras agradecían desde Mundo Aparte el apoyo de la comunidad después de 20 años de trabajo.

Esta ONG dirigida por María Esther “Beba” Linaro funciona como refugio de animales silvestres que no pueden volver a la naturaleza por distintas lesiones o problemas de adaptabilidad que pondrían en riesgo su supervivencia. Está ubicada en el barrio Casiano Casas de Rosario y es un refugio a cielo abierto donde pumas, monos, zorros, gatos de monte, tortugas, un ciervo axis, diferentes especies de aves rapaces y otras aves de humedal se recuperan, ya que fueron víctimas del tráfico de fauna silvestre o la caza ilegal. Es, también, un centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre herida o enferma por errores humanos: mascotismo o accidentes de tránsito. “En los últimos meses de 2021 hicimos una prueba piloto para la reapertura de las actividades al público y a partir de marzo de este año ya tendrá su formato definitivo. Incluye una visita mensual con grupos reducidos y las visitas escolares. Los recorridos son guiados y los visitantes van conociendo a los animales que viven en el refugio”, cuenta a Mirador Provincial Franco Peruggino, uno de los colaboradores. Las visitas se realizan de manera espaciada para no estresar a los animales, ya que el objetivo es seguir trabajando como espacio para el encuentro y la reflexión intra-especies.

En el predio, funciona también un vivero de árboles nativos “porque entendemos que el trabajo con la fauna implica también un trabajo con la flora, ambos son parte de un equilibrio necesario en el ecosistema”, indica Peruggino.

Además, la ONG lleva adelante un programa de educación ambiental destinado a alumnos de distintos niveles educativos, que estuvo momentáneamente interrumpido por la pandemia. A través del programa se recibe a los estudiantes en visitas guiadas y talleres con el objetivo de crear conciencia sobre la problemática medioambiental.

Mundo Aparte está ubicada en Sorrento 1.595, sobre terrenos fiscales de la Nación que pertenecen al ex Onabe (Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado). Si bien recibe una subvención estatal, el proyecto se sostiene gracias a las donaciones que cualquier persona puede realizar de manera online en sus redes y en la web, y por el esfuerzo de los voluntarios que allí trabajan.

La historia de la reserva comienza en el año 2001, luego de la firma de un convenio con la Secretaría de Promoción Social. En primera instancia funcionó como lugar destinado a conservar a los animales silvestres derivados del jardín zoológico de Rosario que había sido cerrado en 1997. Luego se convirtió en un importante centro de rehabilitación de fauna silvestre de la provincia.

Un espejo de agua
Desde Mundo Aparte finalizaron el año pasado un ambicioso proyecto: la construcción de un lago artificial para atraer aves silvestres que escapan de los incendios y la sequía en las islas del Delta del Paraná. Desde que empezaron los incendios en los humedales, centenares de aves acuáticas cruzan a diario el río y se instalan en árboles de plazas y avenidas, piscinas, charcos y cunetas con agua.

“Las aves de laguna, que viven en las lagunas que hoy están secas por la bajante, vuelan buscando otras alternativas y necesitan cada tanto bajar a descansar, hidratarse y reponer energías. De ellas tomamos la idea, fue la manera de brindarles un alternativa segura dentro del predio”, asegura Peruggino.

La laguna cuenta con un molino de viento (necesario para poder llenar la laguna con energías limpias), tiene un metro y medio de profundidad, y unos 30 metros de largo. “La laguna alberga aves de forma provisoria, es un ojo de agua en el medio de la ciudad, una aldea verde resistiendo, para que las aves que tienen que irse de los incendios o por la bajante histórica que estamos viviendo tengan un lugar donde reponerse y juntar energías”, cierra Peruggino.

Liberaciones
Estos últimos meses la reserva se encargó de devolver a su hábitat natural a dos ejemplares de nuestra fauna: un pájaro carpintero real y una mulita. En estos días están trabajando con tres lobitos de río, rescatados de la zona del humedal.

El ave rescatada era un ejemplar juvenil por lo que “hubo que embucharlo para alimentarlo, pero pasados unos días y al notar su recuperación pudimos pasarlo a otro recinto para que practique vuelo y se acostumbre a picotear en busca de su propia comida. Frutos e insectos forman parte de su dieta principal, por lo que le poníamos diversos troncos a su alcance para que (como lo haría en la naturaleza), picoteé en busca de larvas y hormigas”, explican desde la reserva.

Estas aves fueron preparadas anatómicamente para realizar la ardua tarea que significa conseguir su alimento, su cerebro pesa pocos gramos y el golpe no repica en el interior del cráneo porque los músculos del cuello fuertes y gruesos, más su larga lengua que recubre la calavera, contribuyen a absorber el golpeteo.

Además, cuentan con una membrana en sus ojos que los protege de astillas. La disposición de sus dedos (poseen cuatro), dos orientados hacia delante y dos hacia atrás adaptados para trepar, sumados a su cola de plumas rígidas que le brindan apoyo, lo convierten en un diseño perfecto de la naturaleza.

El pájaro carpintero real habita en toda la región y se los puede ver en arboledas de plazas, jardines, parques y reservas. Excavan huecos en troncos o postes de madera donde ponen de tres a cuatro huevos blancos que incuban entre ambos padres. Un dato curioso es que el golpeteo también les sirve para comunicarse entre ellos.

Además, el refugio rescató y liberó una mulita, uno de los animales más característicos de nuestra fauna. “Fue encontrada por un trabajador del puerto de Rosario viajando de polizona en la bodega de un buque. Así fue que la rescató y la trajo a Mundo Aparte para su rehabilitación. Luego de constatar con un veterinario que estaba saludable y de cumplir la cuarentena correspondiente, pudimos liberarla en una zona segura para que nuevamente pueda cumplir su rol en la naturaleza”, señalan desde la reserva.

Las mulitas se caracterizan por ser buenas caminadoras y, si no hay peligro a la vista, marchan en forma lenta, generalmente zigzagueante, como hizo el ejemplar una vez puesto en libertad.