Guillermina Ferraris
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Para las mujeres y disidencias sexuales, la labor de emprender un proyecto propio y autónomo sigue teniendo más obstáculos, sin importar los privilegios socio-económicos. En la región entrerriana, los espacios de producción y generación de emprendimientos son de lo más variados y profesionales. En esta oportunidad MIRADOR ENTRE RÍOS tuvo la oportunidad de conversar con la creadora de Vianda Sana Paraná, un proyecto enfocado en ofrecer productos ricos, caseros y saludables.

Mariela Cecilia Yeregui López o “Ceci” como la conocen en Paraná, es hija de Ñata López y Cacho Yeregui, y la mayor de una hermana y dos hermanos. Es cocinera autodidacta, creativa, emprendedora y empresaria. Le gusta generar espacios de crecimiento y colaboración. Hizo de su profesión una forma de vida.

“Para mí cocinar es realmente un acto sagrado. No lo concibo ni lo percibo de otra manera. Es algo que ya está instalado en mí”, fue la respuesta de Cecilia cuando se le consultó sobre lo que para ella significa el ritual de la cocina. “Cocinar significa transformar lo que está en otra cosa, a través del fuego y a través de mis manos, para ofrecerlo a otras, otros o a mí misma” continuó.

Como le ocurre a muchísimas personas, su camino en la gastronomía inició debido a la necesidad de subsistir. “La necesidad que tuve en ese momento fue la que me llevó a subirme en este tren. Todo empezó con unas ensaladas muy simples para ayudar a la economía y terminó transformándose en mi medio de vida, en mi camino y en muchas cosas más”, expresó.

Para muchos entrerrianos, Vianda Sana Paraná es la prueba de que es posible comer casero, rico y sano. Se trata de una empresa dedicada a la cocina saludable que produce viandas, productos congelados caseros y brinda servicio de catering institucionales, para eventos o fiestas. Con más de 15 años de experiencia y trayectoria en el mercado local, garantizan la alimentación de vecinos de Paraná, San Benito, Colonia Avellaneda, Sauce Montrull y Oro Verde.

Sano y natural

Sus viandas son preparadas en el momento, rememorando recetas originales. Sus proveedores son comerciantes de la zona. Utilizan carnes, pollo y pescados frescos, verduras de quinta y del Mercado. Trabajan en un ambiente cómodo y tranquilo, donde privilegian la calidad humana. Pero lo más importante, cocinan de forma consciente, teniendo en cuenta el condimento más poderoso: el amor.

Consultada sobre los tipos de menús que ofrecen, Cecilia cuenta que “son variados y saludables. Saludables porque nuestras preparaciones tienen muy bajo contenido de sal y aceites, no cocinamos nada frito”.

Y continúa contando que por lo general tienen tres variedades de menús todos los días, a veces cuatro, que varían entre lo clásico y vegetariano. “Tenemos un menú con carnes durante toda la semana: quien pida el menú clásico tendrá siempre una carne distinta. Es un servicio que se complica en esta época por la suba de los precios, pero estamos siempre atentos a poder brindarlo”.

La clave del sabor radica en el clima laboral que se genera puertas adentro: “esto ocurre por la impronta que tenemos, de trabajar tranquilas, tranquilos, escuchando música, en colaboración permanente. Es un ejercicio que aprendimos, nos fuimos guiando, ahora ya lo sabemos”.

Se trata de una empresa familiar, ya que los hermanos de Cecilia trabajan con ella y su papá es uno de los proveedores de Vianda Sana Paraná. “También colaboran conmigo otras personas que quiero muchísimo. Es imposible que yo trabaje con personas que no aprecie o no pueda tener ninguna afinidad”, profundizó.

Aprendizaje y crecimiento

“Después de 15 años en esto todavía me emociono cuando me preguntan cómo defino a Vianda Sana Paraná” admite la entrevistada y asegura que, para ella, “es mi hogar, mi proyecto, mi sueño. Es el espacio donde se le ha dado lugar a mucha gente y se le sigue dando lugar, aun sabiendo que esas personas después ya no van a estar. Es un lugar de aprendizaje, he aprendido muchísimo sobre muchas cosas. Vianda Sana Paraná es ese universo al que yo quiero pertenecer”.

Como en todo proceso de aprendizaje, el terreno puede ponerse escabroso. Sobre este punto Yeregui se sinceró explicando que “si tengo que trazar una línea, debo decir que en el trayecto me encontré con un montón de posibilidades, pero también con muchos obstáculos. Por suerte siempre el miedo me impulsó a ir por un poco más. Casi inconscientemente, por una cuestión de supervivencia”.

Además, profundizó en que este camino de crecimiento ha tenido algunos hitos muy desafiantes y provocadores. Para afrontar uno de esos primeros hitos decidió convocar a un compañero de ruta y de trabajo que definió como increíble. Hoy en día es el gerente de la empresa. “Se trata de Pablo Re, quien entre sus múltiples tareas se abocó a la organización de Vianda Sana Paraná. Su figura trajo mucho orden y además ha sido un gran mediador entre personas. Un posibilitador. Me ha ayudado a que muchas cosas sean posibles. La verdad me siento tan afortunada de haberlo conocido y de haber acudido a él. Con este respaldo y este acompañamiento me siento fuerte y confiada para seguir mirando hacia adelante”.

Más servicios

Además de la elaboración de viandas, van a cumplirse dos años desde que abrieron una línea de congelados caseros con productos vegetarianos, veganos y con carnes. “Una vez por semana publicamos la información sobre los productos en las redes sociales y vía mail o whatsapp, para que las clientas y clientes hagan sus pedidos”, cuenta Cecilia sobre esta nueva faceta del proyecto.

Eso no es todo: también trabajan una línea de catering para eventos. “Casi siempre me encargo yo, ya que ese es mi dominio” asume entre risas y explica que “siempre estamos pensando, ideando e incursionando en otras posibilidades para hacer crecer la empresa, para siempre llegar a los clientes con un mayor servicio”.