Guillermina Ferraris
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Una de las dimensiones existenciales que se vio afectada por la situación inédita de pandemia que atraviesa al mundo entero, es la crianza de los niños. Madres y padres viven la crianza de otro modo, entre otros motivos, porque ya no cuentan con los adultos que, de no haber sido por la pandemia, actualmente estarían acompañándolos en la difícil tarea de criar a sus hijos. Están las maestras y maestros en la escuela, abuelas y abuelos, tías y tíos, personas que alivianan el peso de la responsabilidad y descomprimen. Apoyos que son necesarios para que tanto madres como padres, puedan cumplir su rol.

La pregunta fundamental que nos hacemos es ¿qué pasa con los niños en esta situación inédita que está atravesando la sociedad mundial, en general, y la argentina, en particular?

Es importante ser conscientes de que ante esta problemática no hay una única respuesta. Los niños responden todos de manera diferente, la clave parece ser estar muy atentos. De hecho, como afirma la psicóloga Norma Bruner en un informe publicado por Página 12, “en estos momentos la responsabilidad de los adultos, de los padres, es poder escuchar mucho cómo van recepcionando. Y estar dispuestos a apagar la tele si se dan cuenta que determinado periodista que tiene una voz más alarmista y tremebunda, al que sus hijos escuchan, produce angustia a los niños. El filtro tiene que ver con poder cuidar a los hijos, pero uno no puede anticiparlo”.

Transmitir calma

Sin embargo, hay una serie de cuestiones que conviene tener en cuenta a la hora de abordar este tipo de situaciones. Por ejemplo: ¿cómo les explicamos a los más chicos qué es lo que está pasando en el mundo? Muchos se preguntan cómo afrontar esta etapa y poder transmitirles a sus hijos información sobre el virus y lo que significa una pandemia, pero esta vez sin la ayuda de la escuela, sin parques, sin la interacción con otros niños. Es claro que resulta un auténtico desafío: la falta de juego al aire libre, el aislamiento y la dificultad de realizar ejercicio físico pueden aumentar la irritabilidad del niño y el estrés, que puede llegar a afectar a su estado emocional. El bombardeo de noticias e imágenes y la sobreinformación también son factores que pueden llegar a tener un gran impacto en los más pequeños. La exposición a pantallas por tiempos prolongados parece ser una salida fácil para aquellos padres y madres que no disponen del tiempo suficiente para cuidarlos.

Para abordar éstas y más cuestiones vinculadas a los efectos que el aislamiento puede tener sobre los niños, MIRADOR ENTRE RÍOS dialogó con la Lic. María Laura Lezaeta, psicóloga infantil, formada en la Universidad de Buenos Aires y especializada en Terapia Cognitiva Conductual infanto juvenil en Fundación Etci. También es co-fundadora de JUEGOlogía, un colectivo que desde hace más de tres años equipa a profesionales de la salud y padres con herramientas lúdicas y terapéuticas, para trabajar diferentes áreas cognitivas, emocionales y sociales en niños.

Cambios

–¿Qué efectos puede tener en los niños el hecho de permanecer tantos días encerrados? ¿Son todos negativos o puede haber enseñanzas o efectos “positivos”?

–La situación de aislamiento social que estamos viviendo hoy, producto de la pandemia que estamos atravesando a nivel mundial, puede producir efectos tanto positivos como negativos en la vida de los niños. Vamos a notar seguramente cambios en su humor y comportamiento. Van a estar más irritables, van a presentar más episodios quizás de enojo y malestar ante la frustración de no poder ver a sus amigos del colegio a sus abuelos y seres queridos, también pueden estar más impulsivos o hiperactivos. Otro efecto quizás negativo puede ser la desorganización familiar que genera el hecho de haberse visto alterada las rutinas que habitualmente hacían en su día a día. Pero es importante tener en cuenta que todo esto que está sucediendo puede ser una oportunidad para pensar los vínculos familiares y mejorar la comunicación con nuestros hijos. También puede dejarnos la enseñanza del valorar los momentos cotidianos del día a día que tenemos con ellos, ya sea compartir el desayuno, una actividad o una charla.

–¿De qué maneras amigables podemos transmitirles o comunicarles acerca de la pandemia?

–Es importante tener en cuenta que los niños más pequeños necesitan de nosotros para poder entender lo que pasa a su alrededor. Por eso como adultos, tenemos que ayudarlos, mediante herramientas lúdicas, a que puedan comprender lo que está sucediendo en su entorno. Una manera creativa de explicarles es utilizando imágenes y a modo cuento decirles que este virus es una especie de bichito, que anda circulando por la calle, y que por eso es tan importante quedarnos en nuestras casas, porque es una manera de evitar que ingrese a nuestro cuerpo. Nosotros para colaborar desarrollamos un juego gratuito sobre el coronavirus que lo pueden descargar en www.psicologíadidactica.com/descargas.

–¿Qué estrategias recomendás para abordar y sobrellevar el encierro?

–Una de las estrategias que podemos llevar a cabo en este momento es armar rutina esto significa preparar un cronograma con ellos y hacerlos partícipes en las actividades que realizará la familia día a día. Esto le genera mayor tranquilidad y seguridad. También es muy importante transmitirles que el aislamiento que estamos viviendo es transitorio. Que después de un tiempo van a poder regresar a sus actividades, como por ejemplo compartir momentos con sus amigos.

–¿Cuál es la importancia de vincular lo lúdico y lo emocional en este contexto?

–Podemos aprovechar este tiempo en familia para conocer más en profundidad nuestros hijos y que ellos también puedan conocernos a nosotros. Además de realizar actividades recreativas para divertirnos y pasar un buen momento en familia podemos, a través del juego, ayudarlos a identificar sus emociones. Por ejemplo a través de las historias que proponen los cuentos infantiles, podemos ayudarlos a que reconozcan sus propias emociones y habilitar de esta manera un espacio de contención y escucha para que puedan expresar cómo se sienten en este momento.

Aportes desde la web

-¿Cómo surgió Juegología? ¿Con qué propuestas nos encontramos si ingresamos al portal web?¿Hay material accesible desde la virtualidad?

–Juegologia surgió hace más de tres años cuando me encontré con la necesidad de querer incorporar herramientas y recursos terapéuticos para trabajar con mis pacientes. En el camino de esta búsqueda tuve la hermosa oportunidad de conocer a mi socio y pareja Gastón Vilalta, quien es diseñador y creativo por excelencia. Juntos creamos un equipo de trabajo cuyo objetivo siempre fue desde un principio desarrollar recursos lúdicos y terapéuticos para ayudar a muchos niños en su bienestar emocional. Hoy estamos más que felices y agradecidos de poder equipar a miles de profesionales y grandes centros del país y de exportar también algunos materiales. En nuestra página www.psicologíadidactica.com van a poder encontrar materiales para trabajar diferentes áreas, como por ejemplo educación emocional, lenguaje, motricidad fina, creatividad y demás habilidades para desarrollar en niños.

Debido a la situación actual de pandemia que estamos viviendo, agregamos una sección de descargas con materiales 100% gratuitos para colaborar con las madres y padres que muchas veces ya no saben qué actividades realizar con sus hijos. Entre los recursos gratuitos se encuentra un juego que hicimos sobre el coronavirus, para que los niños puedan aprender a través de lo lúdico sobre qué acciones se deben realizar, y qué debemos evitar en estos momentos, para cuidar nuestra salud y por ende la de todos.

Propuesta

Entre los juegos que se pueden descargar de manera gratuita ingresando a www.psicologíadidactica.com/descargas, se encuentran el Emociómetro y el “Cómo me siento”.