José Prinsich
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Cada vez que se abren las puertas de la Biblioteca Popular “Luis L. Etchevehere”, una marea de mundos se abre camino entre las estanterías de calle Avellaneda al 26. Solo basta que alguien ingrese al salón y se disponga a leer algún libro (cualquiera sea su autor, género o editorial) para que la magia de la imaginación se haga presente una vez más. Así, los personajes más emblemáticos de la historia de la humanidad como así también los de la ficción se dan cita dentro de esas cuatro paredes.

Al menos un relato de los 18.764 libros que habitan allí cobra vida en aquellas instalaciones y no importa la edad del lector, alcanza con deslizar las páginas con soltura y pasión para que ocurra el acto. Ese pequeño pero trascendental acto, que provoca las sensaciones más diversas del universo, ocurre desde hace 25 años en la institución de General Ramírez, que se ha ganado el aprecio y cariño de los vecinos con el paso del tiempo.

Los festejos por un nuevo aniversario, nada menos que las Bodas de Plata, tuvieron que suspenderse producto de la pandemia, pero eso no fue un impedimento para revivir las memorias que marcaron a fuego la historia de la entidad. Una historia cargada de esfuerzo, constancia, responsabilidad y compromiso.

“El balance de estos años es súper positivo. Desde que arrancamos hemos tenido unas comisiones que han querido y amado a la institución. Por eso se llegó a donde se llegó. Cada uno de los miembros de la comisión, que se va renovando cada dos años, ha puesto su grano de arena”, dejó en claro Jorgelina Bara, actual presidente de la comisión.

A su vez agregó que “ha sido todo muy sacrificado desde conseguir el terreno hasta empezar a construir. Todo se debe a la gente que estuvo y a la comunidad en general, que siempre fue fiel colaboradora. Siempre tuvimos buenas tesoreras y secretarias. Además, a quienes les tocó estar al mando como presidente han sabido dar lo mejor”.

Historia en crecimiento

Desde su creación en 1996 hasta la actualidad, la entidad de la Capital Provincial de la Juventud siempre apostó a incentivar la lectura de libros, revistas y otras publicaciones como una forma de compartir el conocimiento y enriquecer la mente, a través de diversos saberes. A su vez, las distintas comisiones que pasaron entendieron que no alcanzaba con esa práctica para atraer a los ramirenses. Había que dar un salto de calidad para seguir difundiendo la cultura.

La historia de la Biblioteca Popular “Luis L. Etchevehere” nace en el seno de la biblioteca escolar “Mariano Moreno”, que dependía de la Escuela N°13 “Blanco Encalada”. La misma era atendida por los mismos docentes en el horario que se dictaban clases. El progreso de General Ramírez llevó a mover algunas piezas en el tablero. Así fue como se prolongó el horario de atención para que pudieran ingresar los estudiantes de los institutos terciarios de la ciudad.

Con el objetivo de brindarle a la comunidad la posibilidad de acceder a los recursos que se encontraban allí, un grupo de ramirenses tomó la posta y decidió comenzar a trabajar para separar la biblioteca escolar. La idea que el vecino pudiera acceder a los libros, novelas, cuentos, poesías y un sinfín de relatos sonaba tentadora, a la vez ambiciosa. El sueño de un edificio propio se presentaba para algunos como una meta a cumplir y para otros una utopía difícil de concretar.

Los primeros pasos que sentaron los cimientos de la institución se dieron gracias a la obtención de la Personería Jurídica el 23 de mayo de 1996. A partir de ese momento, el pueblo se puso en campaña para colaborar con la causa y por intermedio de la primera comisión organizadora se empezó a proyectar la construcción del edificio.

Mientras tanto, la Municipalidad cedió en comodato dos aulas del ex Instituto Secundario “Francisco Ramírez”, ubicado sobre calle Belgrano, para que puedan desempeñar su labor. En esas instalaciones funcionaron durante ocho años, pero una vez más fueron insuficientes.

En septiembre de 2002 se colocó la piedra fundamental en el predio de calle Avellaneda, que fue cedido por Ferrocarriles Argentinos por el plazo de 99 años. Por su parte, el 26 de febrero de 2011 se inauguró la primera parte del edificio gracias al aporte del estado, colaboradores y especialmente de los socios. El salón de servicios bibliotecarios, la oficina para reuniones, un pequeño archivo y los sanitarios ilusionaron a más de uno, lo que provocó sentimientos encontrados en toda la comunidad.

Si bien aún restaba culminar el salón auditorio y los baños para el público, la alegría desbordaba en los rostros de los ramirenses, quienes ya tenía un lugar ideal para compartir lecturas. Tanto los talleres y encuentros de lectura como presentaciones de libros y espectáculos artísticos tuvieron que desarrollarse en salones prestados o alquilados, a la espera de que finalice la ansiada obra.

Renovación de autoridades

A mediados de marzo se llevó adelante la Asamblea General para renovar la comisión directiva, la cual quedó conformada de la siguiente manera: Jorgelina Bara (presidente), Lorena Erhardt (vicepresidente), Evangelina Arroyo (secretaria), Camila Schwab (prosecretaria), Belén Rius (tesorera), Susana Erhardt (protesorera), Pablo Omarini y Olga Kraneviter (revisor de cuentas); Graciela González, María Victoria Robledo, Mirta Cabaña y María Ester García (vocales titulares); Juan Carlos Erbes, Marcela Vergara, Sebastián Herbel y María Zunilda Scioli (vocales suplentes)

En diálogo con Mirador Entre Ríos, Bara expresó que “tratamos de estar siempre al día y adaptarnos a la cultura. Es tan grande el abanico de temáticas que nosotros tratamos de tener algo en cada cosita porque, hoy por hoy, va todo de la mano”. Los viajes a la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires trajeron a la localidad entrerriana una infinidad de propuestas para los amantes de la lectura. La Biblioteca de General Ramírez depende de la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) y de la FEBIPOER (Federación Bibliotecas Populares de Entre Ríos). “La semana pasada nos llamaron para ser miembros de la comisión provincial. Es un honor que nos tengan en cuenta y te tienen en cuenta por el movimiento de la Biblioteca y las cosas que haces”, sostuvo. Actualmente cuenta con 560 socios que semanalmente visitan las instalaciones. Los horarios de atención son de lunes a viernes de 7 a 13 y de 16 a 19 horas. La inscripción tiene un valor de 100 pesos como así también la cuota mensual para los socios.

Finalmente, Jorgelina destacó que “lo más importante en todo este tiempo fue abrir la puerta de la Biblioteca a la comunidad. Siempre la Biblioteca fue como un museo y el haber interactuado con las escuelas de Ramírez, Aranguren y zonas aledañas fue fundamental. A la gente le costaba venir porque la veía aburrida o la consideraba una pérdida de tiempo. Nosotros le dimos una vuelta de rosca. Si volvemos a la normalidad, vamos a tener que buscarle la vuelta a esto porque es algo entretenido para todos”.