Hagar Blau Makaroff

En el portal Zona Norte de la provincia de Buenos Aires aseguraban que el pasado lunes comenzaba a operar el Servicio Nacional del Manejo del Fuego y la Defensa Civil de Entre Ríos para combatir los incendios luego de un fin de semana lleno de reclamos de los vecinos y las movilizaciones realizadas en distintas ciudades frente al Delta del Paraná. Hubo incluso una denuncia penal presentada por el Municipio de San Nicolás.

Si bien ese fue el anuncio formal, desde la Multisectorial Humedales aseguraron que no hubo operativo alguno de los gobiernos de las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires ni Santa Fe en un plan de contingencia para frenar el avance de las llamas, y la tormenta de Santa Rosa amainó algo el fuego pero trajo al sur santafesino una humareda el pasado miércoles por la tarde que tornó el aire irrespirable.

En un comunicado de la propia Multisectorial dieron a conocer que junto a otras organizaciones y bomberos voluntarios agrupados, ellos mismos realizaron desde el martes un operativo en la isla frente a San Nicolás ya que las llamas amenazaron unas ocho viviendas, situación que pudieron controlar después de muchas horas en la madrugada del miércoles.

El improvisado operativo fue en la desembocadura del Arroyo Del Ceibo con el Río Pavón, bajo la coordinación de Hugo Capacio, ex bombero de alto rango retirado, que el año pasado ya había colaborado en la coordinación de operativos contra las quemas en las islas.

Aseguraron que a pesar de anuncios mediáticos en provincia de Buenos Aires, “no se presentó en el lugar descripto ningún funcionario, ni bombero ni fiscal, ni tampoco se divisó ningún avión hidrante. Vecinos de San Nicolás sí atestiguan haber visto un solo helicóptero sin identificación haciendo reconocimiento del territorio”.

El director del Observatorio Ambiental de la UNR Matías De Bueno precisó a Mirador que “se están quemando más de 7000 hectáreas actualmente, y entre San Pedro, Ramallo y Zárate se quemaron 30.000 en una semana, 20.000 el fuego activo ayer miércoles. Para dimensionar, son unos 300 parques Independencia”.

El propio De Bueno coincidió con el análisis de la MH, con que “los recursos no están alcanzando, no se ve una verdadera intención de las políticas de acción y no llegan los faros de conservación”. Y aseguró que aunque consultó a la cartera de Medioambiente municipal de Rosario, no tuvo novedades del llamado Comité Interjurisdiccional de las tres provincias y Nación, y “quizás deberíamos pedir recursos internacionales de países desarrollados”.

Los niveles de contaminación en Rosario fueron, según pudo observar el Centro de Estudios Territoriales de la UNR “más del doble de lo que establece como respirable la OMS, y en las zonas de Villa Constitución y San Nicolás fue 8 veces por encima de ese nivel recomendable”.

Un mapeo sobre la desidia

Según anunciaron desde la Multisectorial, “los terrenos que se están quemando desde hace una semana son propiedad del diputado provincial bonaerense Santiago Ismael Passaglia, quien es hermano del intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia”.

Según el Museo Regional de Ciencias Naturales Scasso, de San Nicolás, los focos de incendio en lo que va de 2021 ya suman casi 10.000 y entre el año pasado y lo que va de este se han quemado más de 700.000 hectáreas de humedal en el Delta del Paraná, lo que comprende aproximadamente un 30 por ciento de su territorio.

Vecinos de la zona contaban que hay una escuela cerca, que todavía no fue afectada pero que si el escenario de prolonga, es probable que en los próximos días llegue el fuego. Se sabe que los recursos con los que cuenta la brigada mixta voluntaria no son los mismos con los que cuenta el Estado Nacional, que “sigue esperando que la provincia de Entre Ríos pida ayuda para entrar en acción”, como recordaron que aseguró el ministro Cabandié.

De esta forma desde la MH señalaron como responsables a gran parte del arco político regional y nacional por “permitir que el fuego avance produciendo un ecocidio irrecuperable de fauna y flora, poniendo en riesgo vidas humanas de vecinos habitantes de esas tierras y voluntarios haciendo el trabajo que debería estar garantizando por el Estado con sus recursos, y que deliberadamente no ponen a disposición”.

Sobre los anunciados faros de conservación, aseguraron que “no existen”. En Villa Constitución, localidad vecina a San Nicolás y absolutamente invadida por el humo y las cenizas, “debería estar funcionando uno de estos Faros, que hubiese alertado y activado el protocolo del Plan Nacional de Manejo del Fuego”. Recordaron que quien inauguró este Plan en Villa Constitución fue el propio ministro de Ambiente y Hábitat Humano, Juan Cabandié, que anunciaba su inminente funcionamiento.

Finalizaron en el informe advirtiendo que “los incendios intencionales a lo largo del Delta siguen creciendo en número y longitud, en un contexto de crisis hídrica sin precedentes en el cauce del Río Paraná y en medio de una crisis sanitaria a escala global. La situación y el pedido de ayuda desde los territorios continúa acrecentándose sin respuesta por parte de la política, ni de los organismos creados para la prevención y contención de incendios, ni tampoco del poder judicial, que curiosamente todavía no pudo dar con ningún culpable, después de más de un año de quemas ininterrumpidas”.

Detalles del operativo frente a San Nicolás

En el comunicado de la MH relataron sobre el trabajo que realizaron entre el martes y el miércoles pasado: “La severa crisis hidrológica que atraviesa el Río Paraná impidió la llegada de una de las embarcaciones civiles que prestaba servicio, pudiendo llegar sólo una de las dos lanchas dispuestas para apagar el fuego”.

En torno a la devastadora escena precisaron que “en el lugar los vecinos trabajaban arduamente con las llamas aproximándose, rodeados de numerosos focos. En conjunto con el apoyo se pudo completar un extenso cortafuegos y se utilizaron las motobombas para humedecer los alrededores de una de las ocho casas humildes para una población de 15 personas estables y otras tantas itinerantes”.

En la madrugada se tuvo que volver a humedecer el terreno, con resultado exitoso ya que se pudo evitar la quema de las viviendas y los corrales, aunque describieron que “todo alrededor quedó convertido en un mar de cenizas y muerte”. Luego en la jornada del miércoles se evaluó como controlada la situación en las cercanías a las viviendas y se decidió regresar. Ya todos los voluntarios y coordinadores volvieron y están bien de salud, si bien afectados por las situaciones vividas.