Gisela Mesa [email protected]


El músico Bonzo Morelli es indudablemente uno de los músicos y guitarristas más talentosos que tiene Rosario, proviene de una familia de músicos y ya desde muy niño se interesó por la guitarra. Morelli tiene un estilo mezcla de blues y rock que ha ido desarrollando a lo largo de los años, El guitarrista compartió con Mirador Provincial los detalles de su carrera y los años de pasión en una amena conversación. Sin dudas la cultura rock aún vive en los márgenes y estalla en las rendijas rosarinas.

Comienzos
-¿Cómo te iniciaste en el mundo de la música? De chico, ¿qué te fascinaba de este género?
-En casa siempre hubo música, mi madre daba clases de piano, guitarra y ya desde muy temprana edad escuchaba la música de Chopin, Beethoven y en guitarra algún alumno que pedía aprender La Balsa o alguna de Los Beatles.

-¿Hay alguna influencia musical en la familia?
-Mi abuela paterna era concertista de piano y tenía lo que le llamaban un conservatorio de piano, mi madre clases de música y mi padre los fines de semana se sentaba al piano, mi hermana hoy es violoncelista de la Orquesta Sinfónica y del Quinteto de Cuerdas Municipal.

-¿Cuál fue el barrio que te vio crecer?
-Bella Vista, pero me fui de muy joven, tal vez he molestado a los vecinos con los ensayos en el galpón del fondo de casa (risas). No, todo bien.

-La música del blues tiene indudablemente esa influencia negra. ¿Qué te atrajo de este género?
-En general lo que me atrae y me vibra en el cuerpo y alma es la música de raíz, llamémosle, el blues. Es eso. Puro sentimiento, alma. Por ejemplo el folklore, lo mismo, siempre digo que Yupanqui es como Robert Johnson. También quedé impresionado cuando de muy niño vi por televisión tocar a Oscar Alemán, que por supuesto la música que interpretaba es de origen afroamericano.

-Debutaste en la escena local en el año 1981 con el grupo Hipocampo Rock y desde entonces has participado en diversas formaciones especialmente de rock y blues, El Caño (1983-86), La Banda de Rock and Roll (1986-92) y La Rocanblús (1994-2000). ¿Qué balance podés hacer desde tus comienzos hasta ahora?
-Desde mis principios en proyectos musicales, bandas, he tratado de evolucionar, no solo con el instrumento, sino en la composición de canciones, para que de alguna manera el atractivo de mi música no sea solo la guitarra. De hecho, escucho muchas canciones desde Beatles, Stones, Dylan, Charly García, Spinetta, e incluso Pappo que a pesar de ser un gran guitarrista hacía hincapié en la canción.

-¿La buena música perdura en el tiempo?
-Sí, claro. La buena música perdura en el tiempo, sobre todo cuando está hecha desde el corazón. Las formulas apuntadas al éxito tal vez sean pasajeras y no perduren a través de los años.

Covid-19
-¿Cómo afectó esta pandemia en tu vida profesional y personal?
-La pandemia, en lo personal no me ha afectado tanto porque de alguna manera he tomado conciencia de los cuidados, etcétera. En lo profesional me detuvo en el tiempo. Por ejemplo, tenía programado la presentación de mi último disco “La Vida en Blues” y hubo que poner un freno, sumado a no poder realizar conciertos con público, solo hubo en formato streaming.

-¿Cómo era el Bonzo Morelli de la adolescencia?
-Durante mi adolescencia tuve un periodo de rebeldía contra el sistema ya que estaba atravesando la etapa de la dictadura y la llegada de la democracia. No era fácil usar un aro en la oreja o el pelo largo por ejemplo, pero siempre fui como en contra de la corriente. Algo típico de por sí en los adolescentes y más aún siendo músico y apasionado por la música. Eras el llamado “bicho raro” o el hippie del barrio. Pero fue una etapa, hasta que entendí algunas otras cuestiones que hicieron que no tomara eso tan a flor de piel.

-¿Quién es para vos uno de los mejores guitarristas del mundo?
-Es difícil decir quién es el mejor guitarrista, pero yo considero que uno de los que para mí abrió el juego, en el sonido, creatividad, etcétera fue Jimi Hendrix. Fue el primer guitar hero.

-¿Qué lugar deja el rock para la experimentación musical?
-El rock ya desde el principio cambia la impronta de la música popular y al pasar de décadas ha ido evolucionando y hasta incluso experimentando con sonidos nuevos, composiciones conceptuales. En la década del ’60 la psicodelia, fue una expresión experimental. El rock permite poder expresarse desde lo contemporáneo o innovador, aunque a veces parezca que vuelve a sus raíces, también es una forma de experimentar contra el tiempo.

-¿Qué te aportó la carrera como solista?
-Mi carrera como solista me da más responsabilidad tanto en la composición como en la interpretación y también la libertad de poder manejar diferentes formaciones, depende la necesidad del espectáculo o grabación o lo que fuere.

Escena musical rosarina
-¿Cómo ves la escena musical en nuestra ciudad?
-La escena musical de nuestra ciudad ha crecido mucho durante estos años, las nuevas generaciones están con proyectos muy interesantes y con visión a futuro, hoy no es tan complicado grabar algo, habiendo posibilidades de subirlo a las plataformas musicales de internet. Eso tal vez sea un estímulo para que los más jóvenes y hasta nosotros incluso sigamos componiendo y la escena se mantenga activa. Lo sé también como docente. Mis alumnos están llevando a cabo todo ese movimiento.

-¿Cómo te definirías como guitarrista? ¿Qué elementos del rock y del blues tomás prestados en tu música?
-Aunque soy guitarrista me autodefino como músico, porque también he incursionado en la batería, estudiando durante unos años. El rock me aportó en la composición y formas y el blues en la parte interpretativa. Aunque generalmente soy bastante ecléctico en mi repertorio, no me limito solo a un estilo muy marcado o definido.

-¿Cómo es el proceso de composición para vos?
-El proceso de la composición para mí es algo que generalmente fluye. Depende el momento, el estado anímico y el estímulo. No tengo una forma organizada ni pautada para componer. Es por momentos, donde viene la inspiración y ahí le dedico un buen tiempo, salvo que note que esté escaso, lo tomo de manera más rutinaria, pero los resultados los he visto cuando dejo que fluya.

-Se dice que el rock fue inventado por los estadounidenses, pero mejorado por los británicos. ¿Considerás que es así?
-Sí, el rock and roll es de origen americano. Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis, Eddie Cochran, Carl Perkins, entre otros, fueron los que tomaron la influencia del blues y el country y lo llevaron a un ritmo y una subdivisión musical más arriba por así decirlo. Y en Inglaterra los primeros rockeros reconocen estar influenciados por los americanos, pero aportaron su sonido y su diversidad de estilos.

-¿Cuándo interpretás una canción, te enfocás en ser fiel a la versión original o en hacerla tuya?
-Cuando interpreto algún clásico o un cover depende del sonido que tenga originalmente. Suelo modificarlo en líneas generales, salvo algunas excepciones donde trato de mantener ciertos clichés que son emblemáticos y característicos de la canción. Hay arreglos que están en el inconsciente colectivo de la gente y no los podés pasar por alto.

-Te caracterizás por tener humildad, además de buen talento y profesionalismo, ¿qué opinión tenés de los músicos que se han olvidado de sus raíces y se vuelven egocéntricos?
-¡Uf! Pregunta difícil porque no puedo entrometerme en el pensamiento de los demás… el artista que por ahí olvida o reniega de sus orígenes tal vez no sienta tanta pasión por lo que hace. Solamente piensa en el éxito, igual que todo ser humano tiene momentos emocionalmente diferentes. Hay que entender que hay situaciones donde el músico siente como un avasallamiento o una invasión por ejemplo, pero no puedo responder con certeza porque no me ha sucedido. Mi disfrute está en compartir y darle la posibilidad a quien merece, porque así lo han hecho conmigo los grandes de nuestra música, es una manera de agradecer.

La docencia
-La docencia es una profesión muy humanística poco reconocida, particularmente recuerdo mis clases de música muy poco satisfactorias. ¿Creés que la música en las escuelas debería ser más rock, blues, jazz y mucha adrenalina?
-Bueno, la educación musical en aquellos años a veces era tediosa y hasta tortuosa, como cuenta Charly García. Estaba basada en el sufrimiento, algo parecido a la competencia deportiva, pero hoy la docencia se ha modificado y es flexible por la cantidad de información que hay dando vueltas. Eso hace que despierte curiosidad en el alumno e incluso el docente también lo tome prestado como uno de los recursos para la enseñanza. Todo sirve como aporte más allá de lo tradicional y ortodoxo.

¡Lo que se viene!
-¿Podrías adelantarnos sobre algún proyecto musical en el que estés trabajando?
-En este momento estamos trabajando en la preproducción de mi nuevo disco, junto a Nahuel Antuña bajista de mi banda, Pupe Barberis baterista y Lucas Russo tecladista. Ellos son de trabajar con mucho profesionalismo. Eso me deja tranquilo y le encuentro el disfrute de recorrer ese camino de grabar algo nuevo para que la música no sea algo detenido en el tiempo, y gracias a mi productor Adolfo Abecasis estamos nuevamente en el proyecto de volver a grabar.