Carlos Retamal


Un audaz asalto se produjo en la tarde de este lunes 27 de junio en una empresa de transporte ubicada en la zona sur. Varias personas armadas ingresaron y luego de reducir al personal y esperar a la dueña de la empresa, se llevaron una suma superior a los 9 millones de pesos, y los celulares de todo el personal.

Con un trabajo de investigación y estudio de la zona previo, entre 3 y 4 personas entraron en el depósito de la firma Transporte Rosario Cargas, ubicada en avenida del Rosario al 2700, a pocos metros de avenida Ovidio Lagos, poco antes de las 17.

Fuentes policiales y judiciales indicaron que con sus caras cubiertas, a punta de pistola y bajo amenazas, redujeron a una media docena de empleados que estaban descargando cajas que contenían distintos valores (dinero en efectivo, cheques y otros objetos de valor) y esperaron a de la responsable de la empresa, que todos los días llegaba poco antes del cierre del horario de atención desde la oficina ubicada en el centro de Rosario.

Cuando llegó la mujer, de nombre Roxana, vio algo que le llamó la atención, aunque de eso se dio cuenta muy tarde: el portón de ingreso cerrado. Igualmente se bajó de su utilitario, que estaba cargado con más de 70 cajas cerradas, que contenían el material de distintos clientes con los cuales trabajan en forma periódica (especialmente dinero en efectivo y cheques), abrió el portón y entró.

En ese momento vio a uno de sus empleados tirado con sus manos atadas con precintos, pero un instante después fue reducida por uno de los ladrones, que le puso un arma en la cabeza.

Bajo amenazas, la obligaron a ir hasta una de las oficinas ubicada en la parte posterior del galpón, y la ataron con precintos. La mujer alcanzó a ver a dos ladrones, mientras que otros empleados mencionaron la presencia de cuatro personas. Según señalaron voceros de la investigación, estuvieron poco más de 20 minutos, tiempo que se tomaron para cargar cajas en un vehículo VW Saveiro que habían dejado estacionado en la puerta.

Los ladrones golpearon al menos a tres de los empleados, uno de los cuales fue trasladado por un compañero a un sanatorio privado, donde quedó internado algunas horas por golpes en las costillas, mientras que los otros dos fueron atendidos por personal médico por golpes (culatazos) en la cabeza.

Antes de irse, los ladrones cambiaron sus ropas y se llevaron los teléfonos celulares de todo el personal. También se llevaron la llave del utilitario en el que llegó la responsable de la empresa.

No se sabe exactamente cuánto dinero se llevaron porque las cajas (de tamaño pequeño) llegan cerradas, señaló la dueña al personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), pero se presume que el monto del robo es superior a los 9 millones de pesos.

Un rato después del robo, uno de los empleados llamó a su teléfono celular, que fue contestado por una mujer que dijo haberlo encontrado a la altura de calle San Juan al 5.100, de barrio Azcuénaga, unas 40 cuadras al oeste del lugar del atraco.

Antes de irse, los ladrones dijeron a las víctimas que podían levantarse cuando escucharan el ruido de una moto, pero se retiraron en el VW Saveiro que estaba estacionado en la puerta, según chequearon un rato más tarde a través de las cámaras de seguridad que hay en el frente del galpón.

Para los investigadores, la forma en la que se movieron, el haber esperado –con el portón cerrado– la llegada del utilitario desde la sucursal que la empresa posee en calle San Luis 1665 (edificio de oficinas que fue víctima de escruches a fines de julio del año pasado), y el cambio de ropas antes de huir son señales de que el grupo realizó un trabajo de investigación previo.

El caso es investigado por la fiscalía de Flagrancia en turno, junto a la Agencia de Investigación Criminal (AIC).