Reconocimiento cultural

Escritora chajariense participó del Mundial de Escritura

Teresita Guignard es escritora de la ciudad de Chajarí. Tiene publicados libros de poesía e integró grupos de escritores a nivel regional en varias oportunidades. Lleva adelante, hace casi 10 años, talleres de escritura en el ámbito público y privado. Participó de concursos de escritores a nivel nacional e internacional, pero en este caso fue un paso más allá, y participó de la cita ecuménica.
04-08-2020 | 23:06 |

"Fue maravilloso conocer gente con la que compartimos la misma pasión y apoyarnos y darnos fuerzas para no claudicar", resaltó Teresita Guignard, sobre su experiencia virtual.
Lucía Torres
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Del primer Mundial de Escritura, Teresita Guignard se enteró por un familiar que reside en Córdoba. "Me envió los datos y todo lo necesario para inscribirme. Comenzaba en marzo y culminaba en abril". Pero no fue todo tan fácil, al momento de leer de qué se trataba "me hice la idea que no iba a poder", reconoció Teresita. Hoy, ya con la satisfacción del deber cumplido con su participación, en la segunda instancia de este mundial.

La escritora tiene una vida en las letras, "comencé a escribir antes de la adolescencia, si bien publiqué algunos libros de poesía y también me dedico a producirla además de incentivar la escritura de todos los géneros, en todas las edades mediante talleres de forma privada al principio, en la Uader, y en Cultura Chajarí, éste último durante ocho años. No creía que podía enfrentar ese desafío", aseguró en diálogo con Mirador Entre Ríos.

El mentor de esta convocatoria es Santiago Llanch, escritor que también, como lo hace Teresita Guignard, tiene talleres de escritura y sostiene que, aún en estos momentos de pandemia, "siempre se escribe con otros", señaló la chajariense.

Segunda edición

Pero no todo quedó allí, por las redes sociales y contactos de escritores amigos de diferentes ciudades y países, le llegó el dato de una segunda instancia, un segundo llamado para este Mundial de Escritura. "Me animé al desafío y a último momento envié mi solicitud de inscripción. Ya al borde del cierre, pero tuve la fortuna de lograr entrar entre más de 5.000 participantes". En cuanto a las emociones que le generó ese momento contó que "pensé en: participar".

Con la inscripción, le enviaron un mail donde le solicitaban todos los datos y le preguntaban si quería participar individual o en un grupo. "Mi elección fue en forma grupal, sin saber a ciencia cierta cómo sería, pero de lo que si estaba segura que de esa forma, me comprometería y enriquecería, conocer gente de otras culturas y países, comunicarme diariamente con ellas, y crear cada uno de nosotros todos los días".

Modalidad de participación

El certamen consistía, como decían los organizadores, en enviar durante 14 días la "pesca del día". Los textos debían ser nuevos, no los que ya tenían. "La consigna era crear un texto todos los días, según la consigna de escritores consagrados de distintos países que enviaban a todos. No era tan simple, se trataba que los trabajos debían ser escritos en el día y no tener menos de 3.000 mil caracteres", contó la escritora.

Los participantes eran libres de escribir sobre el tema que les daban a las 6 de la mañana; o escribir sobre lo que quieran. "Ajustarse a las consignas de cada escritor aumentaba el puntaje al equipo. Al fallar uno, ya se perdía la efectividad y se reducía al 90 por ciento, ya que la tabla de posiciones se actualizaba de modo que no había que fallarle al equipo". El texto de cada día debía ser escrito en ese mismo día y subirlo a un documento de Google Drive.

De tecla en tecla

El equipo que se le asignó era de ocho participantes y lo denominaron "De tecla en tecla". En cuanto al contacto con los otros escritores dijo que fue muy satisfactorio, "fue maravilloso conocer gente con la que compartimos la misma pasión y apoyarnos y darnos fuerzas para no claudicar. No es fácil escribir todos los días si no se tiene el hábito. En lo personal a mí me dio muchas fuerzas y me hizo ver que no estaba equivocada en lo que realizo hace años, en incentivar la escritura mediante técnicas", valoró la entrerriana.

De su experiencia personal contó que "fue todo un desafío para mí pasar de la lírica al género narrativo, porque así me lo propuse. Darme cuenta que siempre me había gustado, que me sentía cómoda y que al mismo tiempo me generaba ansiedad y curiosidad, en qué desencadenaba esa historia que me había sugerido la consigna recibida".

Buscando salir de su zona de confort, Teresita comentó que aunque el género con que participaban era libre, ella eligió la prosa en lugar de su conocida poesía, para "hablar desde otro lugar".

La pasión por la poesía

Al ser consultada por lo que es la poesía en su vida dijo que expresa sentimientos, ideas, "soy subjetiva, hay todo un lenguaje poético. Un narrador cuenta una historia en un lugar y tiempo narrativo. Con todo lo que ello conlleva".

La poeta comenzó a leer a los seis años y a escribir ya en tiempos de primaria. "Jamás dejé de hacerlo. La lectura y la escritura van siempre de la mano para no soltarse. Y opino que se debe transmitir ese amor. Se debe buscar la manera de contagiarlo, empezando por los niños", dijo.
Finalmente explicó que el propósito de su participación en este Mundial nunca fue el de salir seleccionada ni ganar. "El propósito es casi idéntico al que me propuse cuando comencé a dictar mis talleres: incentivar el hábito de la lectura y, aún más en estos momentos, compartir la experiencia de escribir junto a los pares", concluyó Teresita.

Temas: ENTRE RIOS 
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