La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) lleva adelante las Jornadas Internacionales de Audiología Avanzada. Las mismas se extenderán hasta este sábado. Durante los diferentes encuentros,  prestigiosos especialistas aportarán sus conocimientos teniendo en cuenta que la complejidad del nuevo escenario de salud exige la actualización continua de los avances del conocimiento.

Uno de los disertantes que participa del evento internacional, es el Dr. Manuel Manrique, especialista en Otorrinolaringología, y Lic. en Medicina y Cirugía de la Universidad de Navarra, España. En diálogo con El Litoral, el especialista aseguró que cada vez hay más adultos mayores afectados por esta patología. “Hay que tener en cuenta que a partir de los 65 años, entre un 30% y 40%  tiene problemas auditivos. Mientras que a los 70 y 80 años, un 60% y 70%  presentan dificultades”, detalló.

“La pérdida de audición es una discapacidad invisible. En la diaria, uno se puede cruzar con una persona que no oye bien, y no sabemos distinguir el problema. Por lo que una clave que puede servir de alerta en estos casos es que es muchas veces es la propia deficiencia auditiva, que lleva a esas personas a  aislarse”, amplió.

Por eso, el experto remarcó como primordial el diagnóstico precoz. “Cuando se detecta la enfermedad tempranamente los resultados son mejor que cuando tardamos en hacerlo. Y de esa manera, no solo ayudamos a las personas mayores a oír y entender mejor, siendo está la franja etaria más afectada, sino también a reducir los problemas cognitivos y/o de demencia, muy especialmente”, mencionó. Al mismo tiempo, sostuvo que “esto representa un doble efecto positivo para esas personas”.

Pero, ¿cómo se logran detectar estas pérdidas en la audición? “Normalmente, la detección en las  pérdidas de audición, se dan luego de la consulta al especialista donde se le realiza una prueba al paciente denominada ‘audiometría’. Mediante la cual se brinda una información altamente fidedigna de acuerdo a la situación auditiva que presente cada paciente. A partir de los resultados, se procede a tomar una serie de tratamientos que ayuden a tratar este padecimiento”, señaló el Dr. Manrique.

En este contexto, el entrevistado hizo especial hincapié en el uso de las tecnologías. “Obviamente la sociedad ruidosa, enmarcada por diferentes trabajos, o momentos de ocio (el uso de auriculares, discotecas, entre otros) no ayuda. Esto provoca que los jóvenes vayan a envejecer más rápidamente desde el punto de vista auditivo, poco a poco. Por lo que en su momento, no son conscientes del daño que esto les genera, pero cuando se llega a una determinada edad, ya es tarde, porque esa pérdida ya está instaurada”, concluyó.