Unión aceptó los términos generales de la tercera oferta formulada por Fortaleza de Brasil y de esta manera se aceleran los trámites para que Imanol Machuca sea transferido en una cifra global que supera los 3 millones de dólares, más bonos por productividad por 500.000 dólares, por el 50 por ciento del pase.

Para el otro 50 por ciento, la temática será la siguiente: cualquiera de las dos partes estará en condiciones de venderlo; en ese caso, la otra parte tendrá el derecho de igualarla. En conclusión, Unión y Fortaleza pasarán a ser “socios” en el pase de Machuca bajo estas condiciones. Desde ya que la especulación de Unión será que el mismo Fortaleza u otra institución haga un ofrecimiento concreto que pueda colmar las aspiraciones económicas de Unión.

El jugador fue autorizado a viajar a Brasil para realizar la revisión médica y completar todos los trámites para que pueda ser inscripto, tanto para la Copa Sudamericana (Fortaleza jugará por octavos de final ante Libertad de Paraguay) como para el Brasileirao. En este torneo, viene de perder con Palmeiras por 3 a 1, el sábado recibe a Bragantino, está noveno y clasificando para Copa Sudamericana y a cinco puntos de los que están ingresando en la Libertadores del año que viene.

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En este tercer ofrecimiento, Fortaleza elevó nuevamente lo que se había ofertado con anterioridad. La primera fue de 1,5 millones por el 50; la segunda fue de 2,2 millones (siempre hablando de dólares, lógicamente) por la mitad. En esta tercera se agregaron los bonos por productividad (cantidad de partidos jugados, goles, etcétera), además de levantar la oferta a algo más de 3 millones de dólares brutos (se deben deducir impuestos y porcentajes).

“Tres millones de dólares limpios por la mitad del pase, es una cifra aceptable”, dijo el presidente Spahn en medio del conflicto suscitado en los últimos días, que llegó al extremo de no presentarse a viajar, por parte del jugador, lo cuál mereció una sanción económica por incumplimiento de su obligación laboral.

Imanol Machuca llegó a Unión cuando estaba a punto de cumplir 18 años. Nacido en Roldán, cerca de Rosario, hizo inferiores en clubes locales y fue fichado por Talleres de Córdoba, donde llegó a jugar en reserva. Como no era muy tenido en cuenta, le surgieron dos posibilidades: una fue la de ir a Vélez y la otra, la de Unión. Finalmente, se inclinó por Unión y a principios de 2018.

Un año después, a principios de 2019, Machuca fue convocado a realizar la primera pretemporada, cuando el entrenador del equipo era Leonardo Madelón. La hizo en Mar del Plata, junto a Franco Calderón y Brian Duarte, pero a su regreso, retornó al plantel de reserva hasta debutar en 2020. En octubre de ese año, Machuca firmó el primer contrato con el club que fue, en principio, hasta diciembre de 2022, extendiéndose luego hasta diciembre de 2024.

Antes de jugar en Talleres, Machuca pasó por San Lorenzo de Roldán, El Porvenir de San Jerónimo Sud y Sportivo Matienzo de Pujato. Recordemos que estas instituciones percibirán derechos de formación en el caso de que Machuca haya militado en ellas a partir de los 12 años.

De esta manera, se le empieza a poner fin a una historia que tuvo capítulos muy particulares, entre los que se debe contabilizar la amenaza sufrida por el presidente de Unión, Luis Spahn. “Con Rosario no se jode… Te vamos a tirar un muerte en el estadio con tu nombre y apellido… Ya vas a ver cómo te suspendemos los partidos”, fueron algunos de los términos utilizados en los mensajes dirigidos al presidente Spahn, quien radicó la denuncia correspondiente en fiscalía.

En medio del tire y afloje, varios dirigentes de Unión estaban totalmente convencidos de que había que tomar una decisión ejemplar con el jugador. ¿Cuál era?, la de “colgarlo”, con lo cuál Machuca iba a tener que concurrir todos los días a entrenar pero iba a mantenerse al margen del equipo que saliera a jugar los partidos oficiales.

Sin dudas que la situación no iba a ser saludable para ninguna de las partes. Y pese a que la decisión que se había tomado era la de no vender más jugadores para no desmantelar el plantel (sobre todo luego de la salida de Esquivel, también para jugar en el fútbol brasileño), surgió esta situación con Machuca, donde adquirieron participación especial uno de los representantes y el padre del futbolista, presionando fuertemente para que el pase se haga.

Machuca amenazó con no presentarse a entrenar (al final lo hizo hasta el martes, inclusive) y luego no se quedó en amagues y no se presentó a viajar el domingo para jugar el encuentro ante Vélez.

La pregunta es: ¿hasta qué punto el pase se realiza dentro de las pretensiones económicas de Unión o por la fuerte presión que se ejerció de parte del entorno del jugador? Desde la opinión pública se fustigó claramente la actitud tomada por el futbolista, visiblemente influenciado por su círculo íntimo. Unión se “plantó” para no sentar un precedente y por eso rechazó los dos primeros ofrecimientos, pero luego cedió ante la nueva oferta y el cariz perjudicial que tomó la situación.

Ante un caso similar, la actitud de otro futbolista como Federico Vera fue distinta. Vera recibió un ofrecimiento de Santos de Brasil primero y otro de Maccabi Tel Aviv, con una propuesta económica en dólares que significaba un ingreso imposible de igualar por parte de Unión. Si bien hubo cierta presión, se acató la decisión de la dirigencia de rechazar las ofertas por considerarlas insuficientes. Y el jugador, en ningún momento, se “plantó” como lo hizo Machuca.