El primer fin de semana de octubre se llevó a cabo una nueva edición de la Fiesta del Dorado en el norte entrerriano. El puerto de La Paz recibió a más de 200 equipos que salieron a buscar al “Tigre del Paraná”.

Más allá de la cantidad de piezas obtenidas y devueltas al río y de los festejos de los que ganaron en las distintas categorías; hubo algo que llamó la atención de propios y extraños. Se trata de una muestra fotográfica histórica en la que se reflejaron las 30 ediciones de este encuentro de pescadores.

Belén López, médico e historiador, fue el encargado de la recopilación de un material que engalanó la trigésima edición de la Fiesta paceña, y contó detalles a Mirador Entre Ríos.

–¿Cómo surgió la idea de hacer una muestra por los 30 años de la Fiesta del Dorado?
–La organización de la Fiesta del Dorado Entrerriano estuvo a cargo de una Barra Pesquera denominada “La Cantimplora”. Este año se cumplió la edición número 30 y ellos decidieron convocar a vecinos para realizar actividades en forma transversal con la comunidad. Una docente estuvo a cargo de un concurso de dibujo, donde la figura de este hermoso pez fue la figura excluyente; y, en mi caso, como soy pescador y apasionado por la historia local, me solicitaron hacer una muestra que refleje la fiesta desde sus inicios.

–¿Cómo planificaste la obtención del material?
–Tuve que ordenar la recopilación. Hice una lista con organizaciones, tales como el Club de Pescadores La Paz, la Secretaría de Turismo, dirigentes deportivos –en el caso de los fallecidos la solicitud fue a sus familias–, pescadores que participaron durante estas 30 ediciones. Además, se investigó en material de archivo (diarios en el Museo local o fotos de personas que fueron fotógrafos y estuvieron cubriendo las fiestas).

–Como pescador ¿cuánto material propio tenías?
–Poseo material propio ya que desde que volví a mi pueblo, después de recibirme, siempre participé y con mi equipo la ganamos unas cuantas veces. Ese material lo tenía guardado y tuve que revolver muchas cajas. Los pescadores siempre contamos las ganadas, propio de nuestra idiosincrasia. Tenía recortes del periódico El Paceño, fotos y por supuesto, los trofeos obtenidos.

“ESTAR PESCANDO”

–¿Cómo fue desde adentro la fiesta?
–La fiesta estuvo excelente. No hay que olvidarse que no es solo la pesca. Intervienen aspectos como el turismo, la conservación del recurso, el medio ambiente. El pescador “vive” el evento antes de comenzar la competencia. La preparación de los elementos de pesca, la búsqueda de información sobre dónde está el pique, la juntada previa para ultimar detalles. Después la competencia, donde el axioma que sostengo es: lo importante no es “pescar”, sino “estar pescando”. La adrenalina de la largada, la búsqueda por conseguir una pieza y el lamento por el dorado que se escapó. Por último, la fiesta de premiación, la camaradería y el poder ser parte de una vivencia única con más de 350 pescadores de la provincia y el país.

–¿Qué te llamo más la atención a la hora de recabar el material?
–No tomamos conciencia como sociedad de lo importante que es registrar, atesorar y preservar los hechos cotidianos. En la búsqueda no encontré un archivo completo con toda la historia. Esta se encontraba desperdigada y hubo que armar una línea histórica, como quien arma un rompecabezas. Mucho material se tiró, otro se perdió, pero a pesar de todo, la historia seguía viva en el pueblo y fue muy bueno poder recomponerla.

–¿Cómo nació esta fiesta?
–Una de las cosas que dejó esta muestra es poder dejar testimonio de las épocas fundacionales. Para ello tuvimos el aporte que nos realizó Miguel Ángel “El Gallego” Galán. Esto pudimos recabar: “Para fines de la década de 1980, el turismo había caído muchísimo en la ciudad. En particular porque las Fiestas de Pesca Variada se habían discontinuado. Cabe acotar que en el organigrama municipal no existía una Secretaría de Turismo. Un día se encuentran en la heladería Glaciar, su propietario Miguel Galán y un amigo, Jorge González, que trabajaba en la municipalidad y era amante de la pesca. Viendo la situación imperante, se preguntaban que se podía hacer para incentivar la afluencia de pescadores y mejorar el sector turístico. En un momento Jorge expresa “tengo una idea, vamos a hacer la fiesta del dorado”. Miguel le dice “mirá que ya está la de Paso de la Patria”. Respuesta “y bueno, pero puede ser la Fiesta del Dorado Entrerriano”. A la semana, Miguel se encuentra en la puerta del hotel Plaza con Quico González, que para ese entonces era el presidente de la Cámara de Turismo. Ahí le comunica que querían tener una charla con la comisión, para contarles una idea. La respuesta “bueno, dejamelo ver”. Pasaron como dos meses y un día los llaman para reunirse en el local del Centro Comercial. Le contaron la idea, que costó entender, pero al final aceptaron. Empezaron a convocar a algunos amigos y así salió, con mucho esfuerzo y optimismo. Un sábado 3 de agosto de 1991, frío y con río calmo, partieron 36 lanchas al río Paraná. Nacía así la Fiesta del Dorado Entrerriano en La Paz”.

PIONEROS

–¿Cómo fue la decisión de hacerla con devolución?
–Antiguamente en los torneos de pesca, al culminar el horario establecido, las embarcaciones atracaban en el puerto y de ellas bajaban los pescadores con las piezas obtenidas. Se las medía, pesaba y luego eran colgadas en una larga ganchera. El color dorado impresionaba, al ver tantas capturas y los portes que están tenían. Una serie de factores influyeron para que cada año disminuyera el número y el tamaño de los dorados. El año 2001 fue bisagra. La Comisión Organizadora decidió que, para preservar el recurso, desde ese año, la modalidad a implementar sería la de captura y devolución. Es decir, se pescaba, se medía y se devolvía al agua. Esto creó un revuelo bárbaro en el pueblo, pero sobre todo en el mundo de los pescadores (dentro de los que me incluyo). Los dirigentes que lo impulsaron soportaron fuertes y sostenidas críticas. Se decía que iba a ser un fracaso y que nadie vendría a pescar algo que no se podía mostrar. A pesar de todo, el día llegó y con mucha expectativa se vio llegar de regreso a las embarcaciones. Traían una madera larga y en ella, sujetadas con chinches, flameaban muchos banderines amarillos. Cada uno representaba un dorado que había sido devuelto al agua. Ese día, un 22 de septiembre de 2001, La Paz se convertía en la primera ciudad de la Argentina en adoptar como modalidad la “pesca con devolución” en los torneos de pesca. Somos, con orgullo, la cuna de esta modalidad y pioneros en el cuidado y preservación de la fauna ictícola y los humedales donde se desarrollan.

LA BÚSQUEDA DE UNA FOTO

–¿Qué foto te llamo más la atención?
–En este tipo de fiestas, para la entrega de premios se armaba un escenario donde había un telón de fondo donde se ponía en grandes letras el número de la fiesta. Anduve buscando una foto donde dijese “1ª Fiesta del Dorado Entrerriano”, pero no la encontraba. Pregunté a viejos pescadores, rastreé por cuanto dato me decían, pero nada. De a poco se fue convirtiendo en casi una obsesión. Era la figurita difícil. Un día fui a la casa de un matrimonio de fotógrafos ya retirados. Omar Ortiz y su esposa Celia Di Bernardo. Les pregunté si tenían algo y él me dijo “venite el sábado y buscamos entre los negativos”. El finde siguiente fui, me hizo pasar y en una mesa larga pude observar, con asombro, cientos de cajas. Eran los negativos de años de profesión. Con una precisión de cirujano, buscó por las inscripciones que estaban escritas a mano. Me dice “acá está el año 1991. Busquemos en el mes de agosto y septiembre”. La ansiedad me iba consumiendo, mientras ordenaba los paquetitos en fila. En un momento leo “Fiesta del Dorado”, saco los negativos y los miro al trasluz. Allí estaban y yo feliz como un niño. Tratamos de verlos en un aparato similar a un microscopio grandísimo, pero no se podía. Tuve que buscar, entonces, a alguien que las digitalice. Me contacté con Verónica Puig, fotógrafa de nuestro pueblo, quien se dedica a la digitalización de imágenes que son tomadas con cámaras con rollo. Faltaba un día para inaugurar la muestra. La noche antes, me llega por mail la imagen que tanto anduve buscando. Cuando le pregunté cuanto era para pagarle, y me dijo que era su aporte a la historia del pueblo. Me quedé mirando la imagen. En un escenario austero, de fondo se podía ver la leyenda 1ª Fiesta del Dorado. A las 8 de la mañana siguiente la imprimieron; una hora después, las autoridades inauguraban la muestra.